Cuatro patrones en las personas que padecen obesidad: ¿Cuál es el tuyo?

Vaya por delante que esto no es una panacea, pero sí una herramienta muy útil para ayudar a identificar cuatro arquetipos básicos entre aquellos que padecen sobrepeso u obesidad.

Lo cierto es que el conocimiento de este sistema se lo debo a mi compañero y amigo Eduard, un dietista-nutricionista con un perfil profesional más que interesante. Y desde entonces lo utilizo siempre como una herramienta complementaria. El caso es que al poco tiempo de conocer a Eduard, en una ocasión la conversación nos llevó a terminar hablando de manera informal sobre las dificultades que entrañaba, en la consulta, el identificar los problemas concretos que a cada persona le han llevado, en su relación con la comida, a una situación de exceso de peso. Normalmente quien viene a una consulta de este tipo sabe que tiene un problema o que hay determinadas situaciones que no maneja bien en su día a día, y es la labor del profesional el ponerlos en evidencia.

En el protocolo habitual de este tipo de consultas hay una serie de herramientas que nos ayudan, más o menos, a identificar estos problemas o errores: cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos, recordatorios de 24, 48 ó 72 horas, diarios dietéticos, registros de pesada, etc. Pero al final, aunque como profesional te hagas una idea, también es importante que el propio interesado tome conciencia de sus principales puntos débiles y que de alguna manera sea él (o ella) el que los visualice e incluso los verbalice. Fue entonces cuando Eduard me comentó un instrumento teórico que había oído o leído en algún sitio. Esta teoría afirma que, en esencia, hay cuatro grandes áreas en las que se suelen comenter los principales errores y que resulta muy útil preguntarle a la persona en cuestión, después de toda la batería anterior de cuestionarios, con qué “perfil” dietético se identifica más, o mejor dicho, con qué porcentaje, estas cuatro características que se le explican, contribuyen a definir el 100% de su comportamiento alimentario. En concreto a definir dónde o cuándo están los principales errores. De esta forma, se le pide al paciente que diga cuánto tiene de estos cuatro perfiles arquetípicos (Eduard me los explicó tal cual, así, en inglés, pero no se preocupen que se los explico a continuación):

  • Bigger: O aquella persona cuyo patrón de alimentación se caracteriza por el “uso” de grandes raciones a la hora de comer, de repetir una o más veces, etc. Un perfil que podría traducirse, con todos los respetos, como tragón, pozo sin fondo, etc.

  • Snacker: Sería aquella persona en la que el picoteo es su rasgo diferencial. El estar comiendo a todas horas, visitando continuamente la nevera, “haciendo la escoba” con las sobras de la comida de los niños, comiendo constantemente, mientras se cocina, etc.

  • Sweet-tooth: O más directamente laminero, goloso, que se las pirra por los dulces, chocolate, chucherías, bebidas azucaradas, etc.

  • Dieter: Es el perfil de aquellas personas que han seguido multitud de dietas, que las han probado todas y que no pueden observar su vida sin verse en “una dieta” constante, la que sea.

De esta forma se le solicita al propio paciente que sea él mismo el que diga, hasta completar un 100%, cuanto tiene de estos cuatro perfiles. Puede haber perfiles generales 50-10-40-0; 0-70-0-30; 25-0-25-50; etcétera.

En definitiva, se trata de una estrategia muy eficaz para que la persona interesada tome conciencia de sus errores y para que, al mismo tiempo, este pueda entender mejor las soluciones propuestas por el dietista-nutricionista dentro de un plan personalizado y dirigido hacia una correcta educación nutricional; alejado de “las dietas” (aquellas del tipo: hoy empiezo y dentro de un tiempo la acabo).

Tal y como sentenció en 2009 la Asociación Americana de Dietética (American Dietetic Association, hoy Academy of Nutrition and Dietetics): “The goals of weight management go well beyond numbers on a scale, whether or not weight change is one of the management objectives” (Las metas a la hora de bajar peso han de centrarse más en los cambios que lo propician -y mantener dichos cambios, se entiende- que en los kilos que marca la báscula). El documento al que me refiero en concreto es: “Position of the American Dietetic Association: Weight Management” Dicho de otra forma, para subir una montaña es más efectivo centrarse en el camino, en hacerlo constantemente bien, que el obsesionarse en el ritmo de metros por minuto que se suben. Si al final planificamos y hacemos la travesía bien hay más garantía de éxito que estar constantemente con la vista fija en el altímetro (actitud con la que además uno se pierde las vistas).

Ya lo saben, si están en este tipo de situaciones, respóndanse ustedes mismos a estas preguntas y tomen las medidas que racionalmente crean oportunas, en ocasiones, si se interioriza bien la situación, no hace falta más. Y si sí es necesario más, póngase en manos de un profesional de la salud especializado en nutrición humana y dietética, no admita sucedáneos.

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Foto 1: Joelk75

Foto 2: Marshall Astor – Food Fetishist

Foto 3: anyjazz65

Foto 4: Smabs Sputzer

Foto 5: Nesster