Disney mueve ficha en relación a la alimentación

La semana pasada fuimos testigos de una nueva noticia relacionada con la alimentación de la mano de Michelle Obama. En esta ocasión, la Primera Dama norteamericana fue la elegida para acompañar a los directivos de la compañía Disney en el comunicado de prohibir los anuncios de comida basura en sus programas de televisión, radio e Internet para menores de 12 años.

Como he dicho ya muchas veces, este tipo de intervenciones prohibicionistas siempre me dejan un sabor más agrio que dulce. Entonces, ¿qué es lo que ocupará el lugar de ésos anuncios en los espacios publicitarios… juguetes, otros alimentos? ¿Qué criterios son los que se van a emplear para prohibir o permitir los anuncios de alimentos en la publicidad alrededor de Disney? Y otra cosa… ¿Seguirá la compañía cediendo los derechos de sus personajes característicos para que se incluyan como regalo en menús infantiles de las empresas de comida rápida o en los productos de otros fabricantes de alimentos?

Al mismo tiempo, este comunicado se acompaña de la intención de revisar los menús y la oferta alimentaria de sus parques temáticos… algo que sí que me parece adecuado, siempre que se haga convenientemente. Estuve en EuroDisney hace muchos años ya, y me pareció de escándalo la “política alimentaria” que exigía a sus visitantes. Por un lado, la oferta que se podía encontrar dentro de las instalaciones era francamente deplorable y por el otro, no permitían la entrada de comida desde el exterior, así que si querías comer e incluso beber, tenías que ir a morir a algunos de sus chupi-establecimientos en los que la comida (y los precios) eran de todo menos chupis. Supongo y espero que la cosa habrá cambiado; como decía, hace ya bastante tiempo que fui por allí, estaba soltero y sin hijas, y ahora me toca ir con ellas. Lo cierto es que tengo muchas ganas de que llegue ese día, pero también es igualmente cierto que la cuestión alimentaria en estos macrocentros turísticos me produce cierta aprensión.

Sin salir del mundo Disney, sí que me gustaría destacar lo que a mi juicio ha sido una de sus iniciativas más brillantes en los últimos años relacionada con el tema de la nutrición. Se trata de una de sus últimas películas WALL·E. Para una buena parte de personas esta película es un alegato anticonsumista en favor del medio ambiente. Este es su tráiler.

Sin embargo, también contiene una ácida crítica sobre el futuro que nos espera en relación con el sobrepeso y la obesidad de seguir determinados patrones. No hay más que ver el aspecto de los habitantes de la Axiom (nave espacial en la que se desarrolla parte de la acción) y que se relaciona ¿subliminalmente? con su estilo de vida.

Este aspecto de la peli fue objeto de duras críticas en su día, más en concreto hubo quien sugirió que “jamás se había visto hasta ahora a una corporación gastar tanto dinero [en referencia a la producción de la película] para emitir un insulto hacía sus consumidores” en clara alusión a los usuarios de Disney.

Espero que no nos pase algo similar cuando visitemos EuroDisney.

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Foto 1: http: miss karen