China considera saludable y segura la comida rápida

 

Opino que la población occidental tiene bastante bien interiorizado que la comida rápida, así en general, no es especialmente saludable  (ahora es cuando ustedes evocan sus hamburgueserías, pizzerías y demás franquicias favoritas). En este sentido, cuando a uno le piden que escoja imágenes relacionadas con la alimentación saludable lo más habitual suele ser que se dejen a un lado las de las grades cadenas por todos conocidas, las que se acaban de imaginar más o menos. Y es que no será por casualidad que en muchas ocasiones este tipo de comida, la denominada rápida, se confunda o se asocie con otro adjetivo de tintes mucho más peyorativos, la comida basura.

Pues bien en China no es así, si no todo lo contrario. Los consumidores chinos confían en las genuinas marcas americanas más que las suyas propias, según sostiene Shaun Rein, fundador de China Market Research, que estudia el comportamiento de los consumidores chinos. Por ejemplo, Rein afirma que según sus estudios, en China, la multinacional McDonald es contemplada como un proveedor de alimentos tanto seguros como saludables.

Para lograr lo que para muchos de nosotros es un hecho insólito, las últimas campañas comerciales de la multinacional están cuajadas de imágenes en las que se hace un especial hincapié en la presencia de verduras de brillantes colores, tomates frescos rociados por una fina lluvia (similar a algunos que ya pudimos ver hace años). A pesar de que muchos de los potenciales consumidores conocen que este tipo de comida tiene un alto contenido en grasa y azúcares, es preciso considerar que al hablar de China implica hablar de un país en el que los escándalos alimentarios (en especial los referidos a la seguridad) son el padrenuestro de cada día (el caso más palmario fue el de la melamina en la leche, pero hay muchos más). Con este panorama no es de extrañar que la población asocien las marcas occidentales de comida como aquellas con un estándar más alto, al menos en lo que se refiere a su seguridad.

Pero una cosa es la seguridad alimentaria y otra muy distinta la saludabilidad. Desde la perspectiva occidental y tradicional los chinos siempre han sido identificados como una población delgada cuando no famélica (¿se acuerdan de las huchas del Domund con la imagen de un oriental?). Cierto es que los tópicos suelen ser peligrosos al invitarnos a generalizar y con ello a cometer errores, pero es igualmente cierto que suelen tener algo de verdad y, en este caso, los datos estadísticos apoyan y prueban que la población china está engordando a un ritmo pocas veces observado. De hecho la edición china del prestigioso British Medical Journal se hizo eco ya en 2006 de un estudio que sostiene que en el periodo de tiempo comprendido entre los años 1985 y 2000, el número de niños con sobrepeso y obesidad se ha multiplicado nada más y nada menos que por 28. El investigador de este artículo considera que entre las causas de este espectacular crecimiento se encuentran fundamentalmente los cambios en una alimentación cada vez más occidentalizada, la falta de ejercicio de una población acostumbrada a trabajar físicamente para poder comer y un incremento en el uso de vehículos para realizar unos desplazamientos que anteriormente se realizaban a pie. ¿Son las altas cifras de obesidad un peaje obligatorio para ser un país desarrollado? Aunque las opiniones son diversas, los hechos apuntan sólo en una dirección. Parece que sí.

 

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Foto 1: BYTE RIDER

Foto 2: Bitácora de Cora