“La formule” como solución a la hora de comer fuera

 

Cerca de mi domicilio hay un establecimiento, un bar con restaurante, por el que suelo pasar por la puerta con mucha frecuencia y que me llama poderosamente la atención. Se trata de un local inspirado en la tradición francesa. No tanto en su decoración y demás ya que en este aspecto es bastante sobrio o incluso “apátrida” si se le pudiera aplicar esta circunstancia a un bar.

Lo que más me llama la atención y que hoy quiero poner en valor es la estrategia que sigue este local a la hora de proporcionar una comida al medio día. El sistema se basa en ofrecer “la formule”, que por aquí no es muy frecuente, de hecho creo que es el único establecimiento que conozco en España que usa “la formule”, algo bastante frecuente en Francia, para abordar el trámite del comer a medio día.

¿Qué es “la formule”?

“La formule” en este sentido podría ser traducido como “la solución”. Una solución rápida, económica, eficaz, suficiente, normalmente variada y llegado el caso equilibrada para todas aquellas personas que tengan o quieran comer fuera de casa un día determinado. “La formule” consiste en un único plato que se acompaña en ocasiones de una guarnición. Por si lo están pensando no se trata en sentido estricto de “un plato combinado”; “la formule” no suele contener tantos elementos como este y suele ser una receta con entidad propia, tenga o no guarnición. Además en el precio de “la formule” se suele incluir el pan y una bebida.

Todos los días, en el establecimiento al que me refiero, hay una pizarra en la puerta del que anuncia en qué consiste “la formule” ése día. Muchos días al pasar le hago una foto al establecimiento en cuestión con el fin de ilustrar un día una entrada como esta.

 

Entre las ofertas, abundan los platos de pasta con verduras, raciones de carne o pescado con ensaladas diversas, sándwiches mixtos con huevo (el famoso “croque madame”)… es decir algo que con frecuencia podemos encontrar en los bistrós del país vecino.

¿Cuáles serían las ventajas de una solución como “la formule?

Son varias, pero me gustaría destacar tres:

1º La contención en la cantidad de comida, es decir, esta propuesta incluye en un único plato una ración de alimento suficiente pero sin ser escasa. Creo que ya he comentado en alguna ocasión que no se debe buscar el “equilibrio” nutricional teórico en una ingesta del día y mucho menos en una receta aislada. Más bien nuestro patrón dietético vital (el que caracteriza nuestra vida en dicho aspecto) es el que ha de resultar adecuado. Así, “la formule” en el marco de un planteamiento dietético que incluya, por ejemplo, el comer 5 veces al día, con su almuerzo y su merienda y que además todas estas ingestas puedan ser adaptables a las circunstancias diarias, puede constituir una muy buena opción para no excedernos en las cantidades… algo bastante fácil en nuestro tiempo.

En segundo lugar es una opción económica, normalmente más que los menús al uso, cuestión que en los tiempos que estamos no es tontería.

Y el último aspecto que quiero resaltar es que no es para nada absurdo contemplar la cuestión de la eficacia, de la agilidad que supone esta propuesta si se tiene prisa o poco tiempo para seguir con la jornada laboral (y además no sentirse pesado). No hay que decidirse en el qué pedir (sólo hay esa opción) y además, eso: se pide, te lo traen, pagas y te vas. Sin esperar a que se te lleven el 1º, te traigan el 2º, te lo retiren, te traigan el postre, etc.

No obstante, es posible que haya quien considere que con “un plato hace corto”. Pues bien para estos casos este establecimiento sigue algunas estrategias que conservan muchas de las características mencionadas. Por ejemplo, hay opción de pedir una taza de caldo casero a un precio conveniente, menor que el de un refresco, que en verano suele sustituirse por la respectiva taza de vichyssoise fresquita. Además, también están presentes, insisto en este establecimiento, el tema de los huevos duros, para comer así, en un “aquí te pillo aquí te mato” en claro reflejo de esa tradición francesa de la que les hablaba.

 

En fin, no estaría mal que ya no el vocablo en sí (“la formule”) si no el concepto calara un poco en la voluntad de aquellos hosteleros que se dedican al “menú del día” ya que considero que bien llevado tendría bastante éxito entre el público. Todo ello, eso sí, sin olvidase de las buenas manos y del buen gusto que tiene que haber al frente de los fogones. Aún no he tenido la oportunidad de comer en el “Café volante” que es el nombre del lugar al que me refiero y que he tomado como ejemplo, pero sí he entrado y puedo decir que lo que allí se sirve tiene un aspecto que invita a comer.

———————–

Foto 1: Fernando Galeano