Islandia: Sin rastro de carne en las empanadas de carne, tampoco de caballo

Empanada de carne_Herman SaksonoLa cuestión de la trazabilidad y el etiquetado en los productos que incorporan carne procesada ha dado un giro surrealista en Islandia. Al parecer, un análisis aleatorio impulsado en cierta medida por el reciente revuelo de la presencia de carne de caballo en productos que no debieran contenerla ha obtenido resultados agridulces para los intereses de las autoridades sanitarias locales y, evidentemente, también para los consumidores.

Por un lado, el análisis ha puesto de manifiesto que las empanadas de carne analizadas no contenían carne de caballo. Esta es la parte buena. Pero por el otro, la sorpresa morrocotuda la ha dado el conocer que tales empanadas de carne, no contenían carne de ningún tipo. Algo bastante chocante ya que en principio el alimento analizado se supone que es considerado un producto de alta gama y que en su lista de ingredientes declara que contiene una cantidad de al menos un 30% de carne de vacuno.

El análisis fue realizado por la Autoridad Islandesa sobre Alimentos y Veterinaria (MAST) a finales de febrero y lo cierto es que sus resultados no han tenido una excesiva repercusión fuera del país. Estos sorprendentes resultados se obtuvieron tras analizar una muestra de los productos de la empresa Gaedakokkar especializada en la elaboración de productos ecológicos.

Al parecer y según las explicaciones que ha aportado uno de los responsables de la empresa, en la elaboración de estas empanadas hay una etapa manual, lo que según él podría explicar estos resultados. Así, es posible que el operario que rellenó las empanadas analizadas pudiera no haberlo hecho con una mezcla homogénea de los ingredientes originales. Además, a esta circunstancia se le añade que desde un tiempo a esta parte, a consecuencia de la crisis financiera del país, la empresa decidió incorporar para el relleno de las empanadas proteína de soja, todo ello con el fin de abaratar el coste del producto.

Sea como fuere, se pone de manifiesto una vez más la incertidumbre de los consumidores a la hora de elegir un alimento procesado frente a su alternativa, el consumo de alimentos frescos, o al menos más frescos. Incluso, aunque la marca esté rodeada de una aura de excelencia.

Hasta el momento y por lo que sé, no ha habido ninguna decisión oficial de las autoridades sanitarias islandesas al respecto, pero aunque nos toque de lejos, la compartiré con vosotros si llega a mis oídos.

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Foto: Herman Saksono