El filete clónico o el “chuleclón” de ternera con patatas fritas

Corderos_ Dr Joseph ValksLa manipulación genética con el fin de obtener alimentos no suele dejar indiferente a nadie. Además de los alimentos transgénicos existe otra importante aplicación de esta biotecnología que comprende a los muy poco conocidos como alimentos clónicos. Tengo la sensación que la idoneidad de la clonación para la producción alimentaria es un debate que no ha llegado el nivel que ha alcanzado el de los transgénicos.

Para comprender qué es un alimento clonado solo se precisa saber qué es un clon. Si ya lo sabes, (un clon es un ser vivo o grupo de seres vivos genéticamente idénticos entre sí y que descienden de un mismo individuo con el que también comparten idéntico material genético) un alimento clonado consiste en comérselo. Así, se pueden producir clones de cerdos, vacas, etcétera con fines alimentarios cuando estos especímenes terminan en un plato.

Para hacerte una idea de cómo está el panorama en este terreno os invito a que echéis un vistazo a este interesante documental titulado “El filete clónico”.

En él se pueden comprobar las muy distintas posturas adoptadas por las dos autoridades sanitarias más importantes de nuestro entorno, la FDA norteamericana y la EFSA europea. Aunque el documental está centrado en el uso de la clonación con el fin de producir alimentos, en él se hacen algunos comentarios sobre otras posibles realidades de la clonación. Por ejemplo, además de la investigación, me refiero a la clonación de mascotas o animales de compañía en lo que, lo siento, ahora sí, me parece una frivolidad innecesaria. Algo que me recordó a la futurista en su día película “El sexto día”. No estaría mal conocer la opinión de Melisa Tuya (“En busca de una segunda oportunidad”) a resultas de la “entrañable” pareja de Florida que decidieron clonar a su mascota muerta por la módica cifra de 115.000 dólares (aunque la cifra en este caso es lo de menos).

Si quieres saber cómo anda la legislación al respecto y las probabilidades de encontrarte un “chuleclón” en tu supermercado te diré que aquí en Europa la cosa está muy verde como para que pueda ser autorizada. Todo ello a pesar del posicionamiento favorable de la EFSA al respecto de la seguridad que ofrecen este tipo de productos. El último informe de la EFSA sobre este tema lo puedes encontrar aquí (2012). Este es un resumen de lo que me ha parecido más destacado:

Con respecto a la seguridad alimentaria de los ganados vacuno y porcino clonados no hay indicios de que existan diferencias entre la carne y los productos lácteos de estos o de su descendencia en comparación con los de los animales criados de forma convencional. Los datos sobre los clones de otras especies (distintas del ganado vacuno y porcino) siguen siendo limitados y no permiten un posicionamiento claro al respecto de la seguridad alimentaria.

La tecnología de la clonación mediante trasferencia de núcleos de células somáticas produce clones de animales sanos, pero también otros que no lo son o que no terminan siendo viables. En primer lugar hay un significativo número de abortos espontáneos y, en segundo, un elevado número de muertes en todas las etapas del desarrollo (desde el período perinatal hasta la etapa juvenil). Sin embargo, la EFSA cree importante hacer constar que estos problemas no afectan a aquellos descendientes de los clones que nacen por reproducción convencional. Es decir, la descendencia “natural” de los clones que alcanzan la madurez sexual se desarrolla normalmente.

A mismo tiempo la EFSA afirma que a pesar de los escasos datos disponibles, no existen indicios científicos que sugieran un riesgo para la diversidad genética, la diversidad biológica o el medio ambiente por el hecho de producir clones cultivados en comparación con la producción de animales de granja criados convencionalmente.

En resumen, en el terreno nutricional no hay quien distinga un filete de ternera obtenido de un espécimen clonado de otro obtenido mediante reproducción natural. Tampoco hay diferencias en cuanto a la seguridad alimentaria. El único pero que pone la EFSA para su utilización es el posible sufrimiento animal derivado de los problemas que experimentan un significativo porcentaje de individuos clonados durante el periodo pre y perinatal.

La situación actual es que al menos sobre el papel es imposible encontrar un alimento obtenido por clonación (o de sus descendientes) en los mercados y supermercados europeos. Me refiero que lo haga contando con todos los beneplácitos legales, ya que también ha habido algunos escándalos con este tema al destaparse en Reino Unido en 2010 la comercialización de leche obtenida de vacas clonadas.

Por su parte la situación en Estados Unidos es completamente diferente a la europea. La FDA considera que ya que no hay diferencias nutricionales ni de seguridad alimentaria entre en filete “normal” o clonado pues tampoco debe de haber un especial tratamiento en el etiquetado sobre estos productos y por tanto ya se comercializan productos de animales clonados (y de sus descendientes) y lo más curioso es que nadie sabe cuando compra qué es lo que está comprando finalmente.

En mi opinión y tal como está la situación no le veo la utilidad al tema de la clonación sistemática de especímenes con intereses productivos por mucho que quienes la promueven digan que sí. Es cara, falla, se producen “errores” y para mí el producto final no aporta una diferencia significativa que justifique la intervención clonadora.

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Imagen: Dr Joseph Valks vía freedigitalphotos.net