¿Será por fin la alimentación saludable una asignatura en los planes de estudio?

Casi con lágrimas en los ojos, no exagero, leo esta nota de prensa de Euroefe que se hace eco del siguiente hito:

Los eurodiputados de la comisión de Cultura y Deporte del Parlamento Europeo (PE) dieron hoy luz verde a un informe que pide incluir en los planes de estudio de los Veintiocho una asignatura sobre hábitos alimentarios saludables.

Comedor escolar_EFE_Archivo

Ya era hora, bravo por ese equipo de eurodiputados y Comisión de ¿Cultura y Deporte? Ahora solo faltaría que dicha petición se archive y el informe se olvide pasando a engrosar alguna estantería… lo que no suele ser infrecuente en estos casos.

En cualquier caso de la nota de prensa al completo de la que se han hecho eco unos pocos (muy pocos) medios de comunicación  (será que la cuestión no afecta suficientemente a las cuestiones “importantes” como la macroeconomía y demás) me gustaría destacar algunas cuestiones. Entre ellas el que el informe al parecer destaque a su vez la importancia de esta medida dado el valor económico y cultural de la gastronomía en Europa¿el valor económico y cultural de la gastronomía en Europa? ¡Caramba! si de comer se trata creo que hacer valer estas cuestiones está de más… ¿acaso esos valores no son idénticos en otros continentes? Yo diría que sí. Lo digo porque me extraña que se destaquen cosas que a mi juicio son poco destacables o intrínsecamente obvias.

En la misma nota, afortunadamente, se afirma que:

La formación sobre una dieta saludable en las escuelas mejorará la salud y el bienestar de la población europea”, sobre todo teniendo en cuenta que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen 1.200 millones de personas con sobrepeso y el mismo número con desnutrición.

Y por aquí sí que creo que se debería justificar esta magnífica propuesta. Tal y como explica el eurodiputado español del PP D. Santigo Fisas, al parecer principal autor de este informe (¡bravo!): no tiene sentido que nuestros estudiantes dediquen años, meses, días y horas a estudiar multitud de materias y no dediquen el tiempo necesario a aprender a comer en todos los aspectos, nutricionales y dietéticos, sociales y culturales, sensoriales y placenteros. Un argumentario que un servidor ha hecho valer en infinidad de ocasiones y que es compartido por muchos compañeros de profesión. Quizá, y solo quizá, se dedican demasiados esfuerzos a explicar materias y aprender conocimientos que no van a tener una utilidad práctica en el día a día de esas personitas en formación. De este modo se dejaría pasar la oportunidad de abordar cuestiones que tiene una eminente utilidad e impacto en la vida cotidiana, como son todos aquellos aspectos relacionados con el comer y los hábitos alimentarios. Unos argumentos, entre muchos otros que se pueden ver en el magnífico documental “Mas allá del peso” sobre nutrición y alimentación infantil que compartí la semana pasada en el blog.

Al final de la nota se vuelve a hacer hincapié, de nuevo y para mi desasosiego, en las cuestiones económicas y culturales… que sí, que están ahí, pero no creo que sean los motores principales que debieran hacer poner en marcha esta fantástica iniciativa que a mi modo de ver no debería mezclar el turismo (sic) con la salud.

Lamentablemente no he podido encontrar y por tanto no he podido leer este informe ni nota de prensa alguna en la página web del Parlamento Europeo, ni siquiera buceando entre sus comisiones (de entrada, algo descorazonador resulta el contrastar que la mencionada Comisión de Cultura y Deporte citada en la nota no existe como tal, lo más parecido podrían ser las de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, y la de Cultura y Educación). Así pues, si alguien es capaz de encontrar el informe en cuestión que alude a la inclusión de esta asignatura en las escuelas y compartirlo en este medio, le estaría muy agradecido.

Por último, y de salir adelante esta petición, no puedo dejar de hacer constar mi preocupación por la incertidumbre que me genera la formación de las personas encargadas de impartir esta nueva asignatura (hábitos de alimentación saludable)… ¿Apuesta alguien conmigo a que el posible papel de los dietistas-nutricionistas en la impartición de estos contenidos será cuando más anecdótico y, cuando menos inexistente? Ojalá pierda esta apuesta.

Nota: quiero agradecer a una buena compañera dietista-nutricionista, Sabina Escortell Mut ?@SabinaEsMut, el haberme echo llegar esta noticia para poder compartirla.

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Imagen: Vista del comedor del colegio Gabriela Mistral de Madrid. EFE/Archivo