Los tratamientos fraudulentos contra el ébola salpican a las cuestiones nutricionales

ÉbolaLa realidad de la expresión “a río revuelto ganancia de pescadores” se pone de manifiesto cada vez que una crisis golpea nuestra existencia y, en este sentido, las cuestiones nutricionales no son una excepción.

Recientemente estamos siendo testigos de algunas opiniones vertidas en no pocos blogs en las que se manifiesta que la epidemia de “ébola” no es sino un nuevo montaje de las autoridades sanitarias, y que lejos de tratarse de una infección vírica de difícil tratamiento hay a quien no le tiembla el pulso al asegurar que el ébola se podría tanto prevenir como curar con éxito a partir de distintos remedios alternativos, entre ellos: el café, la soja fermentada, el veneno de araña homeopática o la vitamina C. Sí, has leído bien “veneno de araña homeopática” y no “veneno homeopático de araña”, es decir, según estos señores debe de existir alguna especie de “araña homeopática”. Curioso.

Pues bien, más allá de la hilarante proposición de lo de la araña (o de lo homeopático) y sin olvidar otras propuestas alternativas como el uso de soluciones con nanopartículas de plata tenemos que al parecer algunos proponen una solución nutricional a la epidemia del ébola: café, soja y mega dosis de vitaminas C y D (muchas veces administrados estos últimos por vía intravenosa).

En este contexto, la administración norteamericana para el medicamento y los alimentos, la conocida como FDA, ha emitido una declaración en la que advierte que desde que el brote de ébola estalló en África Occidental, la FDA ha recibido y atendido numerosas denuncias de consumidores al respecto de diversos productos que afirman ya sea prevenir el virus o bien tratar la infección; y hace destacar que a día de hoy, no hay ninguna vacuna ni medicamento, ni tratamiento que hayan demostrado de forma universal prevenir o tratar el ébola. Aunque sí se están formulando vacunas y tratamientos experimentales contra el virus, estos productos de investigación se encuentran en sus primeras etapas de formulación, y por tanto su seguridad y eficacia no han sido examinadas del todo. Además que, ciñéndonos al cuerpo legislativo estadounidense (y al europeo), los suplementos dietéticos no pueden afirmar que previenen o curan enfermedades.

Por estas razones, esta agencia insta a los consumidores que hayan visto estos productos fraudulentos o estas falsas afirmaciones al respecto de curación o prevención del ébola a que los denuncien ante la FDA.

Como no cabía esperar de otro modo, esta declaración de la FDA advirtiendo sobre remedios fraudulentos para el tratamiento y prevención del ébola ha sido observada por algunos como una forma más de darles la razón en su conspiranoico planteamiento de la realidad. Teniendo en cuenta su opinión referente a que el ébola puede ser un negocio en tanto en cuanto las autoridades sanitarias controlen “la solución”, la declaración de la FDA no haría sino ratificar los postulados más delirantes en el momento que las autoridades sanitarias se empeñan de acallar cualquier tratamiento que alejado de la medicina “ortodoxa” pudiera hacerles polvo el chanchullo.

Ni que decir tiene a estas alturas del cuento que el estado nutricional de un individuo condiciona en no poca medida la posibilidad de verse afectado por una infección incluida la del ébola. Pero de ahí a afirmar sin ningún tipo de duda que el ébola puede controlarse a partir de maga dosis de algunos nutrientes o alimentos no hace sino volver a poner de manifiesto los pocos escrúpulos de algunas personas a la hora de sacar tajada de la situación de indefensión de algunos ciudadanos. Bien sea por su precaria situación socioeconómica, o bien a la hora de jugar con el miedo comprensible de quién habita en una zona de alto riesgo de contaminación en la que el alto nivel de formación no es precisamente una de sus características.

Para más dudas sobre el ébola me ha parecido especialmente interesante este enlace a la web de la OMS en el que aborda alguna de las preguntas más frecuentes sobre esta enfermedad, así como su propia hoja informativa:

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Imagen:  David Castillo Dominici vía freedigitalphotos.net