Tengo la tensión arterial baja (hipotensión), ¿puedo tomar toda la sal que quiera?

MareoLa lógica subyacente aparenta no tener fisuras: si a las personas con la presión arterial alta se les recomienda de forma habitual el restringir la cantidad de sal en su dieta… a las que tienen la presión arterial baja podría recomendárseles el tomar más sal de la habitual. Si… pero no.

Antes de continuar es preciso hacer una aclaración importante: además de poder tener la tensión arterial alta (algo relativamente habitual en nuestro medio) o baja (algo relativamente poco frecuente) hay más posibilidades, entre ellas, la de tener una tensión arterial considerada normal o entre valores “adecuados”. Aquí, gran parte del problema viene de creer que si no la tengo alta… la tengo baja, cuando no es así.

Al mismo tiempo hay que tener en cuenta otra importante consideración. El consumo de sal por parte de la población general está muy por encima de las recomendaciones, así pues, lo que debería hacer la gran mayoría es reducir su consumo, y tener en cuenta que los que verdaderamente tengan la tensión arterial baja (no normal, si no baja de verdad) lo más probable es que ya hagan un consumo de sal por encima de las recomendaciones. En cuyo caso no veo nada razonable el darle importancia al mensaje de aumentar su consumo.

De todas formas veamos qué es eso de la tensión arterial baja.

Conociendo un poco la hipotensión

La definición de hipertensión o presión arterial alta es unánime. Para creo todo el mundo los criterios diagnósticos para esta situación están meridianamente claros, tener la tensión alta implica realizar lecturas constantes y en distintas ocasiones de valores de 140 / 90 o superiores. Se trata de un criterio objetivo basado en valores absolutos.

Curiosamente, este tipo de criterios no sirven para definir y establecer los casos de tensión arterial baja o hipotensión. Partiendo de lo que he mencionado antes, lecturas de la tensión arterial por debajo de 130 / 80 son consideradas normales y deseables. Por debajo… y punto, nada más, ni hasta cierto límite inferior, simplemente por debajo. No obstante, sin ser criterios universales se considera en general que se tiene la tensión arterial baja cuando se observan valores por debajo de lecturas de 90 / 60. No obstante y tal y como anticipaba, cuando se trata de calcular la incidencia de hipotensión de una muestra o población dada, lo que se suele hacer es distribuir dicha población en percentiles y atribuir a aquellos que están por debajo del percentil 5 la condición de hipontensos. Por ejemplo, en este caso, se terminó concluyendo que eran hiponesos aquellos varones que tenían valores de tensión arterial diurna por debajo de 114,7/69,7 y nocturna de 97/56; y por su parte las mujeres con tensión arterial diurna por debajo de 104,6/64,6 y nocturna de 91,6/52.

El tener una tensión arterial baja suele propiciar síntomas como mareos, pérdida del equilibrio, pérdida de la consciencia y por tanto desmayos, confusión, visión borrosa, palpitaciones cardiacas, náuseas y debilidad en general.

Por su parte, las causas más habituales de sufrir de hipotensión pueden ser más o menos inherentes a la propia persona y difíciles de modificar: la propia genética, la hora del día (más baja por las mañanas), la edad (la tensión suele aumentar con la edad), el estrés, el ejercicio (la actividad física aumenta la tensión arterial), la temperatura (el frío hace descender la presión arterial) y el comer (las digestiones hacen descender la tensión); o bien circunstanciales y debida a “elementos externos”: ciertos fármacos, padecer un cuadro de deshidratación (menos volumen de sangre, menos tensión arterial), ciertos trastornos neurológicos, problemas hormonales, pérdida de sangre o líquido importantes por traumatismos o quemaduras, shock anafiláctico, infecciones bacterianas masivas o shock séptico,

La hipotensión y la sal

Las posibles herramientas terapéuticas de los cuadros tanto crónicos como agudos son variadas. Además de algunos fármacos existen ciertas medidas de estilo de vida que pueden ayudar a sobrellevar o mejorar los estados hipontesivos. Entre estas últimas medidas el incremento del consumo de sal es una de ellas en determinadas circunstancias, en especial cuando dicha hipontensión está causada por una deshidratación… pero difícilmente lo será en otras circunstancias.

Así pues, la respuesta rápida a título del post de hoy, de si se puede o debe tomar más sal ante los casos de hipotensión es que NO. Y, en cualquier caso, habrá de ser el médico el que valore esta posibilidad terapéutica que como tal está ahí. Habrá que considerar la ingesta actual del paciente de sal, el origen de su hipotensión y con todos los datos en la mano decidir el mejor tratamiento. Sobre todo por lo ya comentado en la introducción: la mayor parte de la gente, hipertensa e hipotensa, ya incluye demasiada sal.

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Imagen: iosphere vía freedigitalphotos.net

2 comentarios en “Tengo la tensión arterial baja (hipotensión), ¿puedo tomar toda la sal que quiera?

  1. Pues yo cuando la tengo baja m epongo un apiedrita de sal bajo la lengua, la chupo y en nada se me pone bien.
    También funciona cualquier cosa salada, pero sólo como algo puntual.
    Lo que no hago es ponerle sal a la comida más de lo necesario, incluso siempre tendiendo a poco o nada.

  2. A ver, hay un porcentaje de personas que no son susceptibles a la sal para subir la tensión, de hecho, están bastante igualado. un 46% de personas SI les afecta la ingesta de la sal en la tensión arterial, mientras que al resto NO les afecta.

    Claro que a lo anterior hay muchas cosas que pueden suceder cuando se toma más sal de la necesaria:
    – trastornos hídricos a nivel de riñones.
    – trastornos hídricos a través de un desarreglo de la hipófisis posterior.
    – trastornos a nivel de huesos, cartílagos y piel por un dessareglo en los niveles de calcio/magnesio de forma secundaria a un problema del nivel desequilibrado de Sodio/potasio, que es lo que causaría el exceso de sal.

    Que quiere decir todo esto? Pues que no siempre la tensión alta existe por culpa de la sal, pero en cualquier caso, si que causa un problema de desequilibrio químico en el proceso primario de Sodio /Potasio, que es importantísimo para el cuerpo humano, y del que dependen muchos otros procesos, como el de la asimilación del calcio, lo que implica posibles futuros problemas con los niveles químicos del calcio/magnesio, y así sin parar: un proceso fastidiado por desequilibrio, fastidia a otro proceso, y éste otro proceso fastidia a otro proceso, y así sucesivamente. Si rápidamente se arregla el problema, podría ser reversible, pero si lo dejamos estar más de meses, y luego 6 meses o más de un año, ya no hay vuelta atrás porque el daño ya está hecho: en los huesos, en la piel, en los órganos principales (riñones, hígado,etc… y cuando se ataca al hígado se produce edema, y al estar congestionado, al final sí te sube la tensión porque estás inflado hasta que no te cures el hígado, no bebas alcohol, no tomes grasas, etc).

    O sea que algo que pareció como una broma, o simplemente no querer controlarse un poco la sal, y comer de forma más equilibrada en general (aunque algún día hagas trapichonda, o si no has podido beber suficiente, o has tenido una diarrea, entonces si que conviene tomar un poco más de sal, pero vamos, que tampoco tanta!).

    El arte de hacer las cosas bien en cuanto a la salud, es la de comer y beber de forma adecuada a lo que necesites hacer y a las particularidades de tu cuerpo. Y digo esto porque hay gente que puede inflarse a no sé qué sin que le pase nada, y a otra gente que no se puede pasar de la raya porque se desequilibra… el secreto está en encontrar dónde estás tu entre esos dos extremos, y disfrutar viviendo, vamos, que tampoco hay que ponerse histérico paranoico pesando la comida 10 gramos más o veinte menos… habrás días que comerás más, otros menos y punto…

    Ahora bien, con esto del verano, la gente con tensión baja sería bueno que se llevase siempre un frasco con gazpacho, además del botellín de agua esencial en estas fechas con los calores… el gazpacho no es que suba la tensión, pero tiene de todo lo que se necesita: vitaminas, electrolitos, sales minerales, y un poco de sal para estar bien hidratado, y un poco de vinagre y/o limón que es muy útil para saciarse con el agua (secreto de senderistas cuando tienen que recorrer mucho trecho es llevarse limones y tragarse el zumo, en vez de beberse dos litros de agua del tirón!).

    saludos!

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