Confieso que hasta hace relativamente poco tenía una gran afición y esta no era otra que coleccionar, y por supuesto leer, el Libro Guinness de los Records. Este gusto por las historias rocambolescas, a veces inverosímiles, los prodigios de la naturaleza y sus innumerables demostraciones de fortaleza y determinación se me despertó muy pronto cuando […]