Gráfico, excepcionalmente gráfico es el mensaje que nos deja el New York City Health Deparment al respecto del impacto que puede tener el consumir bebidas o refrescos azucarados.
En palabras sencillas, si se sobrepasa con la ingesta de alimentos el número de calorías que necesitamos, estas calorías se acumularán, y la forma que tienen de hacerlo es en forma de grasa. Con independencia del origen del alimento que propicia el exceso. El anuncio, nos pone sobre aviso, y advierte qué, al usar (abusar, más bien) como recurso para hidratarse las bebidas azucaradas es relativamente sencillo sobrepasar esas necesidades calóricas de las que hablaba. Más sencillo que usando, por ejemplo, el agua.
Esta advertencia en forma de anuncio está bien, me gusta, pero no se crean que me entusiasma, a mi juicio le falta algo. En definitiva, este mismo anuncio se podría haber hecho, por ejemplo, con manzanas o con cualquier otro alimento… Si te pasas comiendo manzanas más allá de tus necesidades energéticas, también se correrá el peligro de engordar. En el caso que propongo como ejemplo habría que cambiar las posibles calorías “de más” aportadas por un refresco, por las calorías “de más” aportadas por unas dos manzanas. Pero claro, en nuestro entorno hay pocas probabilidades de que la población se forre a manzanas y, sí al contrario, lo haga con otros alimentos, entre ellos, las bebidas azucaradas. En definitiva, es más habitual llegar a superar nuestras necesidades energéticas con este tipo de productos, los refrescos, que con otros, verbigracia, las manzanas.
Las calorías que aporta una lata de refresco azucarado, creo que no hace falta que mencione marcas concretas, son más de 100 kcal. Pues bien, si de forma diaria y sistemática alguien supera en 100 kcal sus necesidades energéticas, el sumatorio resultante de las calorías excedidas en un año serán tantas como 36.500 kcal (100kcal x 365 días). Calorías qué, como decía, van a acumularse en forma de tejido adiposo. Si ahora se dividen estas calorías por las calorías que “acumula” un kilo de tejido adiposo humano (unas 7.600 kcal/kg) tenemos el resultado del exceso calórico en kilos de grasa acumulada: Unos 4,8 kg al año por ingresar metódicamente 100 kcal de más cada día durante ese año… si se hace con refrescos, con refrescos y si se ha hecho con manzanas, con manzanas. Que es, aproximadamente lo que nos dice el anuncio: Que si bebes una lata de refrescos al día durante un año puedes engordar 10 libras.
Lo que no se dice claramente, es que ese consumo diario ha de implicar un exceso en las necesidades calóricas, por que, seamos claros e imaginemos que se abandona a alguien en una isla desierta y sin recursos con 365 latas de refrescos azucarados como toda minuta para un año… me temo que a la vuelta de ese año lo último que encontraríamos sería una persona con 4,8 kg más que la “abandonada”.
Así pues, hay dos claves: por un lado evitar los excesos calóricos (con independencia del alimento o conjunto de alimentos que lo propicien) y, por el otro, que con este tipo de alimentos es más fácil, frecuente y probable alcanzar dicho exceso.