Tal es casi la pregunta que el Congreso de los Estados Unidos debatió hace ya ocho meses. Si bien no halló respuesta, el caso es que esta institución terminó por decidir que las raciones de pizza en los comedores escolares de los niños y adolescentes estadounidenses habían de ser consideradas como portadoras de una ración de alimentos vegetales. Sí, como lo leen, el Congreso de los Estados Unidos decidió que la pizza “pasa” a ser considerada como alimento vegetal. “Pasa” relativamente porque lo que en verdad ha sucedido es que sigue conservando ése estatus que ya tenía.
La polémica decisión tuvo su origen cuando el Departamento de Agricultura de este país (la USDA) auspiciado por su Primera Dama (Michelle Obama) quiso cambiar la consideración que hasta entonces tenía la pizza con respecto a que una octava parte de ella, en concreto la referida a “la ración” de pasta de tomate que lleva cada trozo de pizza en un comedor escolar, fuera tenida en cuenta como media ración de vegetales. Es decir, se pretendió que al comer una porción de pizza no se considerara que los niños y adolescentes estaban comiendo media ración de vegetales si no más bien una octava parte de una ración típica de vegetales.
Como pueden imaginarse fue que no, el lobby (=grupos de presión que se aúnan para bloquear o hacer avanzar las leyes en el Capitolio) de la industria alimentaria logró echar para atrás a los senadores, en especial republicanos, que también estaban detrás del cambio. En este caso las empresas de congelados, asociaciones de agricultores, etc. lograron a través de su presión dar al traste con la propuesta y, por tanto, la pizza sigue ostentando la categoría de alimento vegetal en los comedores de los Estados Unidos. Tal y como dijo en su día Margo G. Wootan perteneciente al Centro para la Ciencia en el Interés Público en relación a este tema: “El Congreso ha puesto por delante el interés de las empresas fabricantes de pizza antes que la salud de los niños”. No olvidemos que además de las no pocas calorías que proporciona una porción de pizza en un comedor escolar, esta, al mismo tiempo, aporta casi la totalidad de las grasas saturadas que se deben ingerir en un día.
Pero ya saben, estas cosas sólo pasan en Estados Unidos… hasta que llegan, y no creo que falte demasiado tiempo para terminar cayendo por aquí en estulticias de semejante envergadura. Ya estamos maduros para ello.