Etimología, latín y alimento: Lo que te hace crecer

yo me enamoré del latín cuando lo oí sonar en manos de “les luthiers”, ellos lo definían como el “violín de lata

no, ahora en serio; el latín, como lengua, nunca ha sido mi fuerte. no obstante, las cuestiones etimológicas siempre me han llamado la atención entendiendo que se puede (y debe) hacer un acercamiento a una determinada materia a partir de sus raíces etimológicas. esto es así hasta el punto que a mis alumnos de los grados de farmacia y enfermería de la universidad san jorge les invito a que busquen estas raíces con el fin de relacionar temas, empezar a hallar respuestas, etc. tanto el griego como el latín han aportado mucho al mundo de las ciencias. algo evidente porque fueron unas de las primeras civilizaciones en empezar a dejar plasmado por escrito sus hallazgos, incluidos los de índole científica.

aprovecho esta entrada para contaros que reciente y muy felizmente formo parte del equipo de colaboradores del programa “no es un día cualquiera” de rne, dirigido por pepa fernández, con la sección “el comesutra”. en este equipo, entre otros monstruos, está también emilio del río (@emilio_delrio) un doctor en filología clásica y profesor de filología latina en la universidad de la rioja, que además codirige la colección quintiliano de retórica y comunicación.

el caso es que el otro día quería hacer referencia en el programa al “codex alimentarius” y, aunque me parecía que tenía una fácil traducción (como así luego se demostró) no quise meter la pata y por tanto le pedí ayuda a emilio y le pregunté por su correcta traducción. esta fue su enriquecedora respuesta. hoy la traigo a este blog para poner en evidencia la importancia de conocer nuestra lengua, sus orígenes y lo enriquecedor que resulta saber estas cosas. pues eso: ¿cómo se traduce “codex alimentarius”? he aquí su respuesta:

codex” significa “códice”, viene de “codex, codicis”. a partir de ahí se forma “codicullus”, y la forma sincopada “códicus”, de donde viene “código“. en uno de sus significados es “conjunto  de reglas o preceptos sobre cualquier materia” (el primero es “conjunto de normas legales”).

en latín “códex” es también “código”, como conjunto de reglas, además de significar en primer lugar “códice”: “libro manuscrito de cierta antigüedad o libro anterior a la invención de la imprenta”. tenemos el codex iustinianus, como ejemplo de “conjunto de normas legales”. como ejemplo, no de recopilación de normas, sino de manuscrito, tenemos el famoso “codex calixtinus” que tanto ha ayudado a conocer el que lo robó hace unos meses en la catedral de santiago.

alimentarius”, es un adjetivo que significa “alimenticio, que alimenta”, es decir, “relacionado con los alimentos”, viene de “alimentum“, que procede  del verbo “alo, alis, álere, alui, álitum” que significa “alimentar, hacer crecer“. (en latín no existen los acentos, pero los he puesto por si lo has de pronunciar). por cierto, del participio de pasado, “álitum” viene la forma “altum“, que es lo que se es cuando uno se ha alimentado (en español “altum”>”alto”). fíjate que “alimentum”  tiene el sentido de “hacer crecer“, es decir, lo que comemos está orientado a hacernos crecer, a que nos desarrollemos, a darnos la vida, “alimentum” es lo que necesitamos para vivir, no es lo que “nos engorda”, no tiene el sentido de comer por comer o por gula o por divertimento, o por aburrimiento, sino de crecer, de poder vivir, de estar sanos.

se pronuncia: “kódex alimentárius” y por todo lo dicho lo traduciría como “código de los alimentos” es decir, “el conjunto de reglas o preceptos sobre los alimentos”.

los romanos eran unos auténticos obsesos de las leyes (suyo es uno de los principales inventos de la civilización: el derecho), y de los códices legales, así que es justo que se pusiera el nombre en latín. he visto que se puso en marcha en 1963, y que es un organismo importante para los intercambios comerciales. por cierto, que los primeros intercambios comerciales de la humanidad fueron de alimentos y ganado.

bueno, espero haberlo aclarado, ya siento el coñazo que te he metido. encantado y no hace falta que te diga que estoy feliz de poder ayudar.

un abrazo fuerte. emilio

pues bien, después de tanta información, en el programa no pude decir otra cosa que la traducción correcta del término y punto, sin meterme, evidentemente, en semejantes berenjenales. fundamentalmente por que soy incapaz de relatar su respuesta sin la soltura necesaria. una soltura y amenidad que desde luego a emilio no le falta al abordar estos temas.

les invito a que sigan su sección, “verba volant” a las 9:30 en sábados alternos dentro del programa de fin de semana “no es un día cualquiera”. si además quieren enriquecerse con sus aportaciones pasadas, no olviden consultar el podcast del programa.

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foto: jen marquez