Más que sorprendido me quedé el otro día al leer esta noticia que me llegó vía twitter: “9 de cada 10 médicos de atención primaria aconsejan agua mineral”. En ella se hace una especial y concreta promoción del consumo del agua mineral natural (de la embotellada) para mantenernos correctamente hidratados. Al perecer, según el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), promotor de la encuesta, debe ser difícil mantener una correcta hidratación utilizando el agua del grifo. insisto que es una cuestión de apariencia, en la que el agua mineral sale beneficiada haciéndonos creer que esta es la mejor opción para mantenerse correctamente hidratado. No estaría mal el saber de las razones de ese 90% de médicos para mantener esta postura.
Ya comenté en esta entrada que sobre el agua mineral natural se dicen o se sugieren muchas tonterías y que por eso me gustaba tanto aquella publicidad en la que se decía explícitamente que “el agua mineral natural no hace maravillas”.
El sinsentido del titular de “9 de cada 10 médicos recomiendan…” se pone de manifiesto con el dato que aporta el artículo referido a que el 85% de los encuestados (médicos) recomienda beber 8 vasos de agua al día. Pues bien, es un mito del que solo deben estar al corriente el 15% de los médicos encuestados. Y por tanto no me extraña que aquellos que siguen anclados en el pasado con respecto a lo de recomendar beber 8 vasos (unos dos litros) de agua al día hagan también recomendaciones con respecto a lo beneficioso que además sea agua mineral natural. hace un par de años una atrevida médico de familia escocesa puso en pie de guerra a toda la industria del agua embotellada al señalar en un editorial publicado en el British Medical Journal que esta recomendación genérica por un lado carece de sustento científico y, por el otro, parece estar cuajada de intereses comerciales .
Sin duda alguna, cuando de hidratarse se trata, la mejor opción es el agua. Venga de donde venga (siempre y cuando sea potable, claro está). Así que si tienes acceso a una red de abastecimiento de agua potable y esta no sabe de forma desagradable no dudes en recurrir a ella para hidratarte. Tu sed, si eres una persona sana, es el mejor indicador para que bebas. Esta consideración se menciona en el artículo “Importancia del agua en la hidratación de la población española: documento fesnad 2010” cuando se afirma que para una persona sana la sed es una guía adecuada para tomar agua, con las posibles salvedades de los bebés, los deportistas y una buena parte de personas enfermas y ancianas en los que podría ser necesario “programar” una ingesta de líquidos más allá de su sensación de sed.
Tal y como comenté en twitter en respuesta a la mencionada noticia, si de mí dependiera le hubiera dado otro titular a la encuesta de marras, algo así como: “solo 1 de cada 10 médicos tiene suficiente seso como para no recomendar el agua mineral por sistema”.
Nota: para ver alguna implicación más en la promoción de las aguas minerales embotelladas puedes echarle un ojo a esta entrada “Próxima parada en el sinsentido: el mundo del agua mineral” en el siempre interesante blog de Scientia
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