esta expresión, “cuando seas padre comerás huevos” deriva tal y como explica a la perfección mi vecino alfred lópez en su blog “ya está el listo que todo lo sabe” de otras épocas en las que no había ni mucho menos la disponibilidad alimentaria con la que ahora contamos. afortunadamente, los tiempos han cambiado y ya no hace falta reservar unos recursos alimenticios escasos para mantener mejor nutrido al “cabeza de familia” con el fin de que este pueda asegurar el jornal.
no sé qué dirán mis padres cuando lean estas líneas al decir que un servidor tiene un vago recuerdo de haber escuchado esta expresión en casa cuando era pequeño, aunque también con sinceridad, he de reconocer que no recuerdo las circunstancias concretas que propiciaron su uso (si al final mi memoria no me falla, cosa que tampoco tengo muy claro). también es posible que me fuera dirigida con otros fines distintos de los nutricionales, para aludir más probablemente a la prohibición de dejarme hacer algo por falta de edad o por inexperiencia.
hoy en realidad lo que quiero es haceros partícipes de una duda, que no es otra que el saber quién en vuestras respectivas casas se lleva “la mejor tajada” de un plato o alimento, quién también se come el último trozo, porción o ración de un alimento concreto. lo digo porque el otro día mientras comíamos surgió este tema de conversación entre mi mujer y yo.
en principio hay dos posibles escenarios. por un lado, el de a quién se le sirve en el plato el mejor trozo, el más jugoso, el más “limpio”, en definitiva el más apetecible y; por el otro, quién se come el último trozo de algo que a todos o a varios les apetece.
en nuestro caso, en nuestra casa, en ambas circunstancias son las niñas las que tienen prioridad, y conste que jamás lo habíamos verbalizado, siempre habíamos decidido al unísono sin la necesidad de haberlo hablado. ellas se llevan las mejores porciones, las que no tienen espinas o huesos, las que son más fáciles de comer. nos parece lo más evidente. además, basta que manifiesten su interés por seguir comiendo que aunque sea el último trozo o ración, será para ellas. a partir de ahí, si hay algún descarte de las peques, y sólo quedamos mi santa y un servidor en la ecuación, decidimos sobre la marcha con una especie de “hoy por ti y mañana por mí” de buen rollo. nunca hemos discutido por estas cuestiones… por estas.
así que por lo que yo conozco, la expresión de “cuando seas padre comerás huevos” ha pasado a la historia y, más al contrario, hoy se podría hacer buena la contraria, alguna que plasmara que los bocados más predilectos, apetecibles y llegado el caso nutritivos se reservan para los hijos.
y vosotros, ¿cómo lleváis en casa lo del reparto de la comida más apetecible y el de las últimas raciones?
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foto: schultzlabs