A pesar de lo mucho que reniego de la publicidad cuando de alimentos y salud se trata, este universo sigue siendo para mí un mundo fascinante. Con frecuencia caigo rendido de admiración ante determinadas campañas en las que una marca con productos que a mi modo de ver no son especialmente aconsejables consiguen proyectar una imagen positiva y así, de este modo, fidelizar a partir de una u otra estrategia su consumo. Llamémosle publicidad emocional, de la que ya hablamos hace meses. Digamos que, en ciertas ocasiones, me embelesan las armas de mi “enemigo”.
Al mismo tiempo en este terreno de la publicidad hay trabajos de fantasía, ensayos, que con frecuencia son realizados a modo de filigrana comercial precisamente confeccionadas para la promoción de sus creadores: las propias agencias de publicidad.
Hoy quiero compartir con vosotros una de estas exquisiteces publicitarias de la mano de la agencia Shakleton. Se trata de la promoción del iJam entendiendo como “promoción” el juego de salón publicitario que implica la promoción de un producto inexistente a la par que tan nuestro como es “el jamón” (te sugiero visites esta entrada: “Que no te toquen los jamones”).
Con el “lanzamiento” del iJam la agencia Shakleton demostró su capacidad de promocionar un producto dando muestra de sus posibilidades a futuros clientes. Y lo hizo de forma primorosa a mi modo de ver, jugando con una imagen y un merchandaising bien conocidos globalmente: el del universo Mac o Apple si se prefiere.
Te sugiero que visites y te auto-solaces con esta especie de artificio publicitario que es el iJam visitando su página al completo en este enlace (no dejes de visitar todas sus pestañas: iJam, iLom, Manual, Periferics, etc.). No quiero desvelarte ninguna de sus geniales ocurrencias-propuestas (he de reconocer que lo del “sistema táctil para acceder a la grasilla” y lo de la “tecnología five jeis”, a mí me puede), así que diviértete tú mismo con el video en cuestión. La idea y el guión del comercial son sencillamente geniales por lo divertido, a partir siempre de esa hierática imagen de estilo rollo sueco-minimalista, que representa el conductor del “anuncio” (de verdad que tengo que averiguar porqué, al menos yo, asocio la marca Apple y su iconografía con el universo sueco-IKEA)