adelanto desde ya que es posible que un servidor esté equivocado, por lo tanto os ruego que os toméis esta entrada más como una consulta pública, para conocer vuestras opiniones y posibles soluciones, que como la constatación de un imposible que, en principio, es lo que a mí me parece (y su implícita falta de profesionalidad)
en principio el problema es fácil de entender, otra cosa es que tenga una explicación lógica. en todos, absolutamente todos, de los cafés comercializados a partir de la marca de distribuidor (café de barca “blanca”) de una conocida empresa de distribución de alimentos española aparece lo que para mí no es otra cosa que un sinsentido, un imposible: en su correspondiente tabla de “información nutricional” cuando se citan las kcal del producto y se enumeran las correspondientes cantidades de proteínas, hidratos de carbono, grasas y demás resulta que, al hacer el desglose de las grasas, la suma de las distintas fracciones (la cantidad de los distintos ácidos grasos que caracterizan esa cantidad de grasa total dada) es mayor que el propio total… y no por poco precisamente.
lo puedes ver en las fotos de dos presentaciones distintas del distribuidor, uno de café molido y otro de café en grano. tomando como ejemplo el caso de la foto de la derecha, nos dice que del total de las grasas 0,16g contenidas en 100ml de bebida obtenida con ese café hay saturadas 0,77g; monoinsaturadas 0,20g; y polinsaturadas 0,82g. más o menos te viene a decir que:
0,16 = 0,77 + 0,20 + 0,82 (¿?)
no estando muy conforme con esta suma lo primero que hice fue contrastar si mi método de cuantificar (el normal) era el mismo que el que utilizaba este distribuidor en otros de sus productos de “marca blanca”. para ello cogí un paquete de galletas del mismo distribuidor y contrasté su “tabla de información nutricional” y que hallé… pues lo que sigue:
que en 100g de esas galletas dicha tabla declaraba que contenían 16,6g de grasas totales, de las cuales saturadas eran 8,3g; monoinsaturadas 6,7 y polinsaturadas 1,7
en el caso de las galletas sí que 16,6 = 8,3 + 6,7 + 1,7 (aprox)
es decir lo normal, lo esperable.
entonces es cuando llamé al servicio de atención al cliente del conocido distribuidor (que tiene fama de atender muy bien). en él una telefonista solícita tomó nota de mi duda y me respondió que en menos de una semana recibiría una llamada del mencionado servicio de atención al cliente. como así fue. me llamaron y una empleada, menos amable y más seca que la primera, me dio dos explicaciones… bueno en realidad dos excusas. la primera que según sus datos el etiquetado del café cumplía punto por punto la normativa (será la normativa pero no la lógica) y segundo que, en el caso de estar mal (cosa que en ningún caso admitió) la responsabilidad es de los laboratorios a los que mandan sus productos para obtener los correspondientes datos bromatológicos expresados en la tabla. agradecido, que no convencido, le pedí si por favor me podría dar esa misma respuesta por escrito, para lo que le aporté mi correo electrónico. me contestó “que haría lo posible”. bien, pues no debe de haberle sido posible porque ya ha pasado un tiempo más que prudencial y el correo no ha llegado.
en fin, querido lector, si sabes o se te ocurre alguna explicación para justificar el diferente proceder a la hora de contabilizar las grasas en el café y en las galletas de este distribuidor, no me importaría nada que la compartieras en los comentarios. gracias.
antes de despedirme… en el caso del dato relativo a los hidratos de carbono a pesar de ser “lógico” no aporta ninguna información, más bien, la que aporta es absurda. en la misma etiqueta comentada afirma que 100ml de su café aportan 1,81g de hidratos de carbono y que de ellos son azúcares menos de 2,5g… nos ha fastidiado.
nota: esta inexplicable etiqueta (entre otras) llegó a mi conocimiento como fruto de un trabajo en grupo de los alumnos de 2º de enfermería en la asignatura de nutrición y dietética humana de la universidad san jorge (¡gracias!)
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