Es tiempo de solanáceas y por tanto temporada de pimientos

solanaceasla familia botánica solanaceae aglutina una cantidad importante de especies que ofrecen un interés (y qué interés) alimentario. aunque no te lo parezca, tanto tomates, como pimientos, patatas y berenjenas pertenecen a esta suculenta familia que en esta época del año nos ofrece sus mejores frutos. y hablo de frutos porque en la mayor parte de las especies es precisamente este órgano el que termina en nuestro plato con la excepción hecha de la patata de la que nos comemos el tubérculo (no el fruto de la planta) es decir, el engrosamiento del tallo que se realiza por debajo de la superficie del suelo y que, resumiendo mucho, tiene la finalidad de almacenar nutrientes de reserva.

sin hacer de menos, solo faltaría, las otras solanáceas me gustaría romper una docena de lanzas para hablar de los pimientos, en general de los verdes y más en concreto de las variedades más pequeñas que en esta época del año se nos presentan en su mejor momento y por los que, al menos en mi casa sentimos una especial debilidad. me refiero a todos esos pimientos que acogidos de forma típica a una denominación de origen o a una indicación geográfica protegida (la mayor parte de ellas en galicia salvo una en el país vasco) nos ofrecen los típicos pimientos pequeñitos para consumirlos frescos, lo más habitual una vez fritos.

aunque mucha gente los conoce y llama a todos por un igual, pimientos de padrón, ya estén acogidos a una determinada denominación de origen o indicación geográfica protegidas o a ninguna, es preciso aclarar que esta forma genérica de nombrarlos no es del todo correcta. en líneas generales por un lado están los pimientos de este tipo sin padre ni madre (sin dop o igp) que no es preciso hacerlos de menos (ni mucho menos); y por el otro están los que tienen un sello de calidad y que se comercializan solo en épocas concretas del año (como esta) y que creo merecen una especial atención. me refiero en concreto a:

pimientos de padrón

la mayor parte de ellos hacen destacar entre sus características su escasa cuando no nula pungencia o picor, fruto de una cuidada selección de aquellas variedades con el mencionado rasgo. de todas formas hay que mencionar que cuando más extremada es su recolección acercándose a su límite último, normalmente a finales del verano principio del otoño, más probable es encontrase con algún ejemplar “picoso”.

y si no que se lo digan a mi hija carolina de 5 años que una de sus descolocadoras expresiones cuando el otro día nos recreábamos con unos genuinos pimientos de herbón y sentenció en voz alta:

yo ya he probado la ira del pimiento… ¿y vosotros?” mientras acto seguido y tras un vaso de agua y un chusco de pan para refrescarse el gaznate, se aplicaba a coger uno más.

extraña expresión en una niña de 5 años que, sinceramente, no sé de dónde habrá sacado y que pone de relieve su asombrosa imaginación para establecer típicas asociaciones, amén de su buen gusto en la mesa.

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imágenes: juan revenga @juan_revenga