(Artículo con material descargable)
Nunca el mensaje fue tan claro… y que a pesar de repetido conviene recordar para no perder el norte: con el fin de reducir el riesgo de diabetes tipo 2, la población no diabética debiera seguir las mismas recomendaciones que se dirigen a aquellas personas que ya padecen diabetes. Y es que, no es ninguna tontería, entre 7 y 8 de cada 10 casos de diabetes tipo 2 se podrían evitar si se siguieran esas recomendaciones.
Es decir, las recomendaciones concretas que tanto en el terreno dietético como en el del resto de los estilos de vida (mantener un patrón de vida activo, no fumar y restringir la ingesta de bebidas alcohólicas) se dirigen de forma indefectible al paciente diabético en su tratamiento son las mismas, idénticas, que aquellas recomendaciones que desde las instituciones sanitarias se dirigen de forma general al resto de la población con el fin de optimizar su salud (y, “ya de paso”, reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2)
De esta forma tan sencilla se contrasta lo que para unos, los diabéticos, es una parte de su tratamiento, para el resto es una forma de prevención… sin matices, sin salvedades: come como un diabético para disminuir el riesgo de serlo, o si lo prefieres para evitar que se tenga que comer y que vivir como tal de forma “obligatoria”. Si quieres, podemos volver a traer a colación algunos vídeos que ilustran esta cuestión de forma espléndida. Allá va el primero:
No sé a vosotros, pero al menos desde mi punto de vista con el tema de la diabetes tipo 2 la población general vive en cierta medida con una venda en los ojos al respecto de su importancia y consecuencias. Las cifras cuando son conocidas impresionan bastante pero lo peor como digo es que pasan inadvertidas buena parte de los ciudadanos:
- Se estima que el 95% de todas las diabetes diagnosticadas son de tipo 2, es decir, ese tipo de diabetes sobre la que de algún modo las personas individuales tienen un importante margen de maniobra para evitar o retrasar su debut… a diferencia de la tipo 1 cuya aparición depende casi en exclusiva (o al menos eso se cree hasta la fecha) de factores no modificables.
- La mayor parte de la población diabética de tipo 2 apenas realiza cambios en sus hábitos de vida. Hábitos que con toda probabilidad habrán contribuido a terminar padeciendo diabetes y que de mantenerse una vez diagnosticada agravarán el pronóstico de la enfermedad y aquellas consecuencias que implicarán un menoscabo importante tanto en la calidad como en la esperanza de vida.
- Actualmente se calcula que hay 387 millones de personas en el mundo con diabetes de las cuales, 52 millones son europeas. En concreto en España más de 3,7 millones de personas están diagnosticadas y se estima que hay cerca de 1,3 millones sin diagnosticar.
- Las previsiones con respecto al aumento de los casos de diabetes en el mundo son alarmantes: para 2035 se prevé que 4 de cada 10 personas en el mundo padezca diabetes.
Hablábamos de vídeos para ilustrar el tema… refresquemos nuestra memoria con otro:
Pero hay buenas noticias y ya te las he contado: la diabetes tipo 2 (la más abundante de largo y la protagonista de las cifras comentadas) puede prevenirse en buena medida con unos adecuados estilos de vida… ¿cuáles? pues los que hacen referencia al seguimiento de las más elementales recomendaciones y que en el plano dietético se concretarían en:
- Prescindir de alimentos superfluos y procesados: bebidas azucaradas (refrescos, zumos de fruta, batidos lácteos, bebidas energéticas), aperitivos comerciales dulces y salados, carnes procesadas, platos preparados, comida rápida, bebidas alcohólicas etcétera.
- Evitar por sistema cualquier alimento con azúcares añadidos sea la forma que sea en la que se han añadido (fructosa, jarabe de arce, de maíz, miel, melaza, dextrosa, azúcar moreno, ecológico …) así como los alimentos habitualmente etiquetados “para diabéticos”.
- Incluir de forma sistemática y diaria una abundante de alimentos vegetales frescos en forma de verduras, hortalizas y frutas… sin excepción y sin salvedades.
- Contar con las legumbres y con los alimentos provenientes de los cereales integrales (y no, no me refiero precisamente a los cereales de desayuno) como aliados indispensables en la planificación semanal de los menús.
- Centrar la alimentación en productos “originales” no procesados: pescados, huevos, frutos secos, carnes “básicas”…
- Ser consciente de la importancia de las raciones y tratar de controlar el peso; si se padece sobrepeso (una circunstancia especialmente frecuente en la diabetes tipo 2) tratar de controlarlo teniendo en cuenta que incluso la modesta reducción del peso puede implicar importantes beneficios en el progreso de la enfermedad y sus secuelas.
Como ya sabrás esta entrada viene a colación de que mañana 14 de noviembre como todos los años en esta fecha desde hace unos cuantos se conmemora el Día Mundial de la Diabetes (#WDD2015), inicialmente organizado por la Federación Internacional de Diabetes y con la colaboración de Naciones Unidas (tienes todo el material descargable de esta edición en español en este enlace)
Y precisamente con motivo de esta efeméride esta misma semana firmé un artículo publicado en la web de Naranjas Torres (@TorresNaranjas) y participé con el laboratorio AstraZeneca dentro de la iniciativa “En diabetes, si pierdes ganas” (@SiPierdesGanas) en un Hangout en el que hice una breve presentación de la importancia de una adecuada alimentación tanto para prevenir como para tratar la diabetes de tipo 2 con el título “Porque lo que comes hoy importa mañana”.
Así, tal y como prometí en el vídeo, a continuación te dejo mi presentación así como el material visual que empleé por si quieres aprovechar sus contenidos.
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Si te gusta El Nutricionista de la General me harás muy feliz si votas sus contenidos al Premio Bitácoras 2015 al Mejor Blog de Salud e Innovación Científica. Puedes hacerlo en este enlace
¡Gracias!
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Imagen: http://www.idf.org/WDD15-guide/facts-and-figures.html
Precisamente hablando de nutrición el otro día con unos amigos, surgió esta frase: “no comas de manera habitual lo que no comería un diabético”. Parece una simplificación, lo es de hecho, pero una simplificación que se aproxima bastante a la realidad. El problema son las presiones comerciales y sociales: mientras haya sociedades de pediatría que avalen galletitas de dinosaurios y cereales de desayuno, mal vamos.
Por cierto, acabas de recibir un voto en los premios bitácoras 🙂
Buenas tardes, estoy aprendiendo mucho con tu blog, pero tengo una duda, bueno una de muchas. Hablas de no tomar nada azucarado, ni azúcar morena, yo tomo azúcar d caña, por que la podría sustituir?..
Gracias, seguiré atenta tus entradas en el blog.
Buenas Ana, gracias por tu comentario,
Pues en principio por nada e ir acostumbrándose al sabor de los alimentos tal cual sin endulzarlos. Para ello te recomiendo, con toda calma ir bajando poco a poco la cantidad de azúcar que añades habitualmente.
Hola Antonio, también muchas gracias por tu comentario (y por el voto en los vitácoras!)
Coincido en lo que expones en tu reflexión.
Un cordial saludo a ambos
Gracias, lo intentaré , aunque costará trabajo
Un artículo muy interesante y que invita a la reflexión . Entiendo que la actividad física y el metabolismo de los hidratos de carbono sean factores clave en la prevención y tratamiento de la Diabetes tipo 2. Estoy de acuerdo en lo del alcohol, pero me gustaría saber si hay constancia de por qué el tabaco o la carne procesada influyen en la enfermedad.
Hola Juan,
Muchas gracias por todo. Estoy aprendido mucho contigo y tus posts. Desde hace unas semanas me estoy concienciando bastante respecto a mis hábitos nutricionales. Intento seguir las recomendaciones del plato de Harvard. Estoy haciendo deporte también y tengo varias dudas.
Estoy limitando todo tipo de alimentos grasos, azucarados e hidratos de carbono. Estoy perdiendo peso y eso me gusta. Sin embargo, voy a apuntarme al gimnasio y no sé qué pautas seguir para seguir con la pérdida de peso y ayudarme a coger tono muscular.
Espero que puedas orientarme. Muchas gracias y enhorabuena.