Dos preguntas para intuir las calorías en un alimento

No siempre los alimentos que adquirimos vienen con su etiqueta, y por tanto no podemos comprobar las calorías que aporta con los cálculos mencionados anteriormente. Lo habitual es que aquellos que compramos en comercios minoristas y en fresco (carnicerías, pescaderías, fruterías, etc.) o a peso, no tengan etiquetado. Entonces, ¿cómo tener una idea de su valor calórico?

La verdad es que se puede tener una cierta idea con la respuesta a dos sencillas preguntas, eso, y con un poco de hábil observación. quizá no tanto salir de dudas de una forma precisa, pero si al menos contar con una solución aproximada.

Las preguntas son las siguientes:

1. En el alimento que voy a consumir, ¿constituye el agua un porcentaje significativo de su peso? Porque a mayor porcentaje de agua en el peso del alimento, menos probabilidad habrá de que haya “cosas” con calorías, es decir, menos proporción de principios inmediatos, y

2. En el alimento que voy a consumir, ¿qué cantidad de grasa hay? Porque cuanta más grasa contenga, más probabilidad habrá de encontrarnos ante un alimento rico en calorías, ya que las grasas son el principio inmediato que más calorías aporta.

Para terminar de entender estas dos cuestiones y tener una visión más práctica de la influencia de la composición del alimento en cuanto a su contenido en agua y grasa, y de su participación en las calorías que aporta, merece la pena invertir 5 minutos en comprender el mensaje del siguiente gráfico (*). De manera visual quedan patentes las dos ideas generales que deben ser consideradas:

  • A más agua en el alimento, menos calorías y,
  • A más grasa en el alimento, más calorías.

Porcentajes de agua y grasa en los alimentos y su papel en las calorías

(*) Datos adaptados de tablas de composición de alimentos españoles (mataix, j. y cols) 3ª edición
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