Insisto, como ya dije, en que no me entusiasma seguir dando la matraca con Dukan y su universo; todo lo que tenía que decir ya está dicho y no me arrepiento, más al contrario, me ratifico.
Esta situación me empieza a recordar las historietas de Disney que leía de pequeño en los Don Miki, más en especial a las diatribas que cruzaban el Tío Gilito y Rockerduck… o si lo prefiren, cambiando de marco, la eterna rivalidad entre, por ejemplo, Superman y Lex Luthor, los Jedi y los Sith y, por supuesto mis preferidos, Coyote (Carnivorous vulgaris) y Correcaminos (Acelleratii incredibus). Tenía, y tengo, mis preferidos entre estas parejas de “enemigos íntimos”, no creo que a esta alturas tenga que verbalizar a base de golpe de tecla cuáles eran… y siguen siendo los elegidos. Por supuesto, acertaron.
Pero la no actualidad manda. Y digo la “no actualidad” porque en España, por lo que a mí me consta, no ha habido la más mínima noticia de lo que sí ha sido noticia en otros países, y con grandes titulares, ya no sólo en el país vecino (Francia), sino también allende los mares. Entre otros:
- La noticia en 20minutes (Francia)
- La noticia en Le Figaro
- La noticia en TF1
- La noticia en La Croix
- La noticia en The Telegraph
- La noticia en Daily Mail
- La noticia en ABC News
El caso es que tal y como el título apunta el Sr. Dukan ha abandonado l’Ordre des médecins. Es decir, ha abandonado el equivalente al Colegio de Médicos español, ésa institución que, entre otras cosas, agrupa a los profesionales médicos y les permite ejercer la medicina. Esta salida se ha producido a petición del propio Dukan que, inmerso en un procedimiento investigador sobre la “curiosa” forma que él tiene de entender la medicina y sobre sus polémicas declaraciones al respecto de la obesidad, ha decidido que es mejor irse a qué que te echen. Por tanto, ha preferido marcharse antes que el procedimiento investigador en el que está inmerso se convierta en procedimiento sancionador. Un proceso, éste último, que tenía al parecer muchos visos de concluir con su expulsión, supongo.
Pero hay más, me temo que por lo menos de momento se esté creando la figura de una especie de mártir, quién sabe si incluso un mesías a juzgar por sus Dukanistas seguidores, y que se termine por sentir lástima. Y no crean que exagero, el propio Dukan ya está explotando esta posibilidad y ha llegado a proclamarse como un Robin Hood de la causa obesa. Ay Dios.
Antes de despedirme hoy no quiero dejar de trasladarles mi, curiosidad, desasosiego, preocupación, incertidumbre… y no sé cuántas cosas más, por el hecho de que en España no se haya hecho el menor movimiento informativo para acercar a la ciudadanía esta noticia, siendo qué, como digo, en el resto del mundo civilizado sí que ha sido noticia y, en concreto, hace una semana. Quizá, sabiendo que la parafernalia Dukan tiene en España uno de sus más afamados valedores, lo que a lo mejor sucede es que “el resto del mundo” no está tan podridamente civilizado como España. Quién sabe.
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