El dietista-nutricionista: un profesional sanitario ninguneado

Ya perdonarán ustedes, pero hoy desentierro el hacha de guerra. Sé que la entrada de hoy hará aflorar susceptibilidades, pero bueno, en peores jardines me he metido con este mismo tema y aquí sigo, reivindicando aquello que a mi juicio es de justicia reconocer. Justicia. No más, pero tampoco menos.

Antes de meterme en harina, es posible que piensen que la opinión aquí vertida surge de mi interés particular y del de mis compañeros de profesión (muchos de ellos en paro) por hacernos un hueco laboral en la maltrecha sanidad pública. Y tendrán razón, no lo voy a ocultar. Aunque también he de decir que no me veo yo a estas alturas en un centro de atención primaria o en un hospital ejerciendo de dietista-nutricionista; así que en cuanto a interés particular, sí, lo hay, pero no es tanto.

Pero también ustedes podrían resultar beneficiados de nuestras reivindicaciones. Por ejemplo, ¿acaso les gustaría que cuando fueran al taller oficial a que revisen su vehículo les atendiera un recién licenciado en ingeniería aeronáutica? que saben un huevo eso sí, y que están preparadísimos, pero también es probable que de los problemas particulares de su coche no tenga ni idea. Pues cuando ustedes van a cualquiera de los servicios la sanidad pública pretendiendo recibir consejo nutricional en la sanidad pública sucede parecido: El profesional que les atiende no es el idóneo para resolver sus problemas.

Me explico, los licenciados en medicina no reciben en su currículo formativo ninguna (o muy escasa siendo generosos) formación en dietética, dietoterapia, bromatología y nutrición. ¿Qué no me creen? Métanse en cualquier página web de cualquier universidad que tenga estudios de medicina y compruébenlo ustedes mismos. Aunque hay más ejemplos, también pueden fiarse de lo que dijo el otro día el Dr. Morejón en el programa “+ Gente” (ver 44′ 25″) de Televisión Española que dijo textualmente que: “en las Facultades de medicina no están reglados los estudios de nutrición” (¿no les resulta ahora cuando menos curioso ése consejo tan generalizado que se suele dar al respecto de  que si se quiere adelgazar se hable con el médico?) A propósito, el Dr. Eduardo Morejón, el del video, pese a corroborar el dato de que no hay “nutrición” ni “dietética” en las facultades de medicina españolas, “se le olvida” mencionar a ése otro profesional universitario, el dietista-nutricionista que sí está preparado convenientemente y con el que no se cuenta institucionalmente… curioso.

¿Y el personal de enfermería y de farmacia? Pues tampoco. Sí es cierto que reciben alguna formación en su carrera relativa a estos temas pero que resulta anecdótica y desde luego incompleta si se compara con la formación que recibe un dietista-nutricionista en su preparación universitaria, un grado de cuatro años (antes diplomatura) especialmente volcado en la formación integral e integradora en estas materias. ¿Ven por dónde voy?

Bueno, pues lo que hoy les vengo a traer es un escrito que el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de las Islas Baleares (sí, como lo leen, también hay Colegios Oficiales) ha elaborado a colación de lo que a ellos les parece esta situación. Se titula “La Sanidad Balear o el perro del hortelano”. Elocuente.

Pero no se piensen que esta postura es la de un alocado y solitario Quijote; no, ni mucho menos. Sin ir más lejos, hace un mes la figura de “El Justicia de Aragón” (nombre que recibe El Defensor del Pueblo en la Comunidad Autónoma de Aragón) reclamaba tanto el estatus de “profesional sanitario” para el dietista-nutricionista aragonés como su inclusión en las unidades de nutrición hospitalaria con estas palabras: “[… la Ley de Ordenación de Profesiones sanitarias] impone la existencia en el equipo competente de una pluralidad de especialistas, entre los que debe incluirse necesariamente a los dietistas diplomados o técnicos en dietética”. Y si se lo están preguntando, ya se lo contesto yo: no, no hay dietistas-nutricionistas en estas unidades. Ni en los centros de salud. Por lo menos en su más amplia mayoría.

 

Antes de que me caliente más les dejo con él escrito del Colegio Balear de dietistas-nutricionistas que, por si lo desean pueden consultarlo directamente aquí, en su fuente.

 

La Sanidad Balear o “El Perro del Hortelano”. Así podría comenzarse la historia de los dietistas-nutricionistas de Baleares. Mientras que la Sanidad de nuestra Comunidad, y también las del resto del Estado, siguen sin ofrecer entre sus prestaciones la atención a los ciudadanos por parte de dietistas-nutricionistas colegiados,  otros profesionales sanitarios ejercen en estos campos sin la formación idónea ni la capacitación profesional correspondiente.

Esta es una de las noticias que se extrae de la entrevista al presidente del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Illes Balears (CODNIB) publicada hoy día 1 de junio de 2012 en El Mundo de Baleares.

Tal cual “El perro del Hortelano” que ni comía ni dejaba comer, nuestro servicio de salud ni atiende en nutrición y dietética a sus ciudadanos ni deja que los profesionales idóneos se integren en el sistema para que se intenten solucionar los problemas más acuciantes, desde una perspectiva multidisciplinar. Pero incluso podemos otorgar aun más facultades a este singular “Perro del Hortelano”: su comida se la da a otro. Me explico, ¿cómo es posible que una profesión sanitaria como la de dietista-nutricionista esté siendo ejercida por otros profesionales sin el título correspondiente? ¿Cómo es posible que lejos de contener esta situación, el Servicio de Acreditación de Prestaciones y Centros Sanitarios de la Dirección General de Salud Pública de Baleares, esté amparando esta situación? ¿Cómo es posible que la Ley se interprete sin tener en cuenta el global legislativo que regula a las profesiones sanitarias?  Me temo que deberemos seguir esperando, pues realizadas las  consultas, ya va para varios meses, aun ESPERAMOS.

¿Podría concebirse que mañana desapareciesen los servicios de fisioterapia o dentista en atención primaria y especializada? Por qué entonces, siendo la alimentación uno de los determinantes principales de la imparable tasa de Enfermedades Crónicas No Trasmisibles (enfermedad cardiovascular, obesidad, diabetes o cáncer), no se cuenta con los profesionales idóneos para tratar de contenerlas y prevenirlas.

Ni todos los servicios de alimentación hospitalaria y socio-sanitaria aseguran su prestación en dietética a partir de dietistas-nutricionistas, ni NINGUN dentro de Salud de nuestra Comunidad puede atender con eficacia individual o grupal,  las necesidades de nuestros ciudadanos en Nutrición, Dietética y Dietoterapia.  Eso sin contar que ni Can Misses en Ibiza, ni Son LLatzer, General, San Juan de Dios, Joan March  o Manacor en Mallorca, disponen de Dietistas-Nutricionistas en sus plantas de hospitalización, tampoco los Servicios de Salud Pública; no queremos decir que el resto de hospitales tengan cubiertos estos puesto NI MUCHO MENOS: como administrativos, becarios y enfermeros, están desarrollando su profesión nuestros colegiados en Son Espases, Inca y Mateu Ofila. Por si esto fuera poco, AUN HAY MÁS: ni el 10% de las necesidades en atención especializada en nutrición que tienen estos tres hospitales, están cubiertas por los escasos 7 dietistas-nutricionistas que ejercen en ellos.

En estos tiempo de crisis todos deberíamos poder “comer” y si es saludable, mejor

 

¡Dietistas-nutricionistas en la Seguridad Social ya! Es nuesta demanda, pero espero también que sea la de la gran mayoría de ciudadanos que tienen todo el derecho del mundo a ser atendidos en las mejores condiciones a este respecto, tal y como ocurre en la mayor parte de países de nuestro entorno… menos aquí.