el consistorio de nueva york con su alcalde bloomberg a la cabeza sigue con su batalla particular contra la excesiva oferta alimentaria de productos poco recomendables. poco recomendables al menos para que estén presentes en determinados sitios y en la medida que lo están. se trata en líneas generales aquellos más azucarados y con más grasas. en esta ocasión, sin embargo, parece no tanto el desterrarlos o prohibirlos en su totalidad (más le vale que no sea así ya que encontraría una todavía más fuerte oposición) pero si por lo menos minimizar su presencia en determinados entornos “sensibles”.
en esta ocasión se pone en la picota la oferta alimentaria de los centros sanitarios y los hospitales ya sean públicos o privados. algunas opiniones acordes con este tipo de medidas afirman que resulta un contrasentido el que algunos pacientes estén por ejemplo esperando un tratamiento para su obesidad y mientras se están atiborrando de chocolatinas y refrescos procedentes tanto de la cafetería del centro sanitario como de las máquinas expendedoras.
esta iniciativa, a diferencia de las meramente prohibicionistas, tiene algunos detalles que me parecen bastante interesantes. por un lado implica a los servicios de cafetería en los que además de relegar los alimentos fritos y aquellos más procesados a un segundo plano, de manera obligada se va a promover el aumento de la oferta con el fin de poder encontrar entre esta opciones más saludables. de este modo, aunque no lo crean, saltan a la palestra alimentos típicamente españoles tal y como se puede leer en algunos medios estadounidenses (pollo mediterráneo con tomates y olivas, y la española paella) además de ensaladas, pollo tandoori, etc. lo que más me gusta es que las opciones más beneficiosas (frutas, verduras, etc.) cuenten con un descuento especial. es decir, “premiar” con el precio las opciones más saludables en vez de “castigar” con un impuesto especial o un sobreprecio los productos o raciones “menos adecuadas”. así sí que me gusta más: ¿ustedes no están acaso hartos de que toda medida reguladora pase por subir precios, de lo que sea, de lo que toque? ya se podrían aplicar el cuento por estos lares. las medidas en las cantinas incluyen la posibilidad de poder optar por medias raciones incluidos los bocadillos y que además, al menos la mitad de ellos se presenten hechos con pan integral.
y por otro lado, además de la oferta cafeteril, está el de las máquinas expendedoras. no se trata de proscribir artículos en este tipo de dispositivos ultra-abundantes, la idea es ampliar la oferta de forma que entre sus lineales (las opciones de cada una de las máquinas) no haya más de dos posibilidades de encontrar bebidas azucaradas en formato xl y que incluyan más “lineales” de agua. al mismo tiempo, aquellas máquinas que contengan chocolatinas y aperitivos típicamente fritos habrán de ir haciendo sitio a otros posibles picoteos más saludables tipo barritas de cereales, frutos secos, etc. (aunque la verdad sea dicha no sé yo si con este cambio van a solucionar el tema de las calorías, ya que el aporte energético de las “nuevas” alternativas puede asemejarse mucho al de las “viejas”). además, las opciones menos saludables deberán colocarse en los lineales inferiores de la máquina expendedora, dejando a la altura de los ojos, a primera vista las mejores posibles elecciones.
en resumen, este tipo de medidas me gustan. son aquellas que tratan más de “bonificar” y facilitar las buenas elecciones entre los consumidores que de aquellas otras promovidas a base de subir impuestos o poner una tasa especial en lo “que no te conviene”. igualito que por aquí.
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foto 1: delishus demon
foto 2: s.c. axman
foto 3: luxuryluke