Cómo liar y confundir al consumidor con los lácteos sin lactosa

Vaso de leche_Sprogz

Me sorprendió el otro día leer la publicidad de una conocida marca de productos lácteos a tenor de un producto a base de leche sin lactosa de la que se afirmaba ser mucho más “ligera y digestiva”. En concreto, esta publicidad la vi en el suplemento XL Semanal nº1325 (tercera semana de marzo de 2013)

Me da la impresión que la utilización de estas dos características “ligera y digestiva” no se ajusta a la realidad. Entre otras cosas por que ambas no están relacionadas en la frase. Es decir, no se afirma que favorezca “digestiones más ligeras”. Se dice que es ligera por un lado y digestiva por el otro. Yo al menos así lo veo. Vamos por partes.

 

 

¿Es más “digestivo” un producto sin lactosa que cualquier otra leche?

Pues podría serlo para la población que es intolerante a la lactosa, pero no para la generalidad de la población. El no hacer ninguna distinción al respecto de este beneficio entre la población sin intolerancia y la que sí la tiene, me da la sensación que puede llegar a confundir al consumidor medio que sin mayores problemas de intolerancia observe en esta publicidad una ventaja que no es real al consumir este tipo de productos. Es más, en otra publicidad de esta gama de productos se dice textualmente que es:

“tanto para las personas que presenten cierto grado de intolerancia a la lactosa como las que quieren cuidar más su organismo […]”

Ya comenté algunas de las particularidades de la intolerancia a la lactosa en este enlace y en este otro. Más en concreto señalé y sigo manteniendo que no son pocas las personas que teniendo unos síntomas más o menos inespecíficos y relativamente similares a los de la intolerancia a la lactosa se “creen” intolerantes, cuando en verdad no lo son. Además, la prevalencia de la intolerancia a la lactosa en nuestro entorno (Europa occidental) es relativamente baja sobre todo si la comparamos con otras partes del mundo, como por ejemplo en el lejano oriente. Me parece importante destacar también que una buena parte de los verdaderamente intolerantes a la lactosa, además, suelen poder admitir una cierta cantidad de lactosa sin experimentar molestias.

En resumen sobre la cuestión de la digestibilidad, primero: hay bastantes personas que se creen intolerantes sin serlo, digamos que solo lo sospechan; segundo: los verdaderamente intolerantes en nuestro entorno son pocos; tercero: incluso muchos de los que lo son pueden consumir la cantidad de lactosa contenida en un vaso de leche sin experimentar las molestias típicas y; cuarto: la población no intolerante no va a observar ningún beneficio en su digestión por el consumo de este preparado lácteo sin lactosa en lugar de la leche normal, y por tanto, su consumo en estas personas, no implica en ningún caso el cuidarse más.

¿Es este producto más “ligero”?

Lo cierto es que la expresión “ligero” dentro de la publicidad de un alimento está sujeto a una concreta regulación. Para poder decir que un producto es más “ligero” se han de cumplir las mismas condiciones que las establecidas para el término “contenido reducido”; asimismo, la declaración deberá estar acompañada por una indicación de la característica o características que hacen que el alimento sea “light” o “lite” (ligero)… y no es el caso de este producto. Por tanto, creo que la cualidad “ligera” no se le debe aplicar, al menos sin ofrecer más explicaciones.

Además y por último, la publicidad no debería referirse a este tipo de productos como “leche” porque en realidad no lo son, en sus ingredientes hay otros elementos además de leche, por lo que a tenor de la legislación no debería etiquetárselas como tal. Legalmente se trata de bebidas a base de leche, un preparado lácteo si se quiere, en el que su ingrediente principal es la leche, pero no lo es. Es una bebida láctea sin lactosa, y parece que se les olvida.

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Foto: Sprogz