La “Última Cena” reinterpretada por David Muñoz y Miguel A. Almodóvar

David-Muñoz

 

Qué mejor ocasión que la del Viernes Santo (si acaso su víspera) para traeros un suculento menú basado en una reinterpretación de la Última Cena relatada en la Biblia. Se trata de un menú de cinco platos del vanguardista cocinero David Muñoz (dos estrellas Michelin) inspirada en las sagradas escrituras (no solo en la Última Cena) gracias a la investigación histórica de la mano del periodista Miguel Ángel Almodóvar. Todo ello ha cuajado además en una serie documental impulsada por Canal Historia.

No deja de llamarme la atención la habilidad que tenemos para establecer relaciones de cualquier cosa que suceda a nuestro alrededor y vincularlas a la cuestión gastronómica. En este caso a aquellas de índole religioso, lo que no deja de ser curiosos cuando se desarrollan en el seno de una sociedad cada vez más laica. Al final, lo que se pone en alza es la curiosidad, la novedad por unos asuntos que probablemente no entiendan y/o compartan una buena parte de los posibles usuarios.

Se trata de un menú compuesto por cinco pases: un falso entrante, dos entrantes, un plato principal y un postre que necesitan de una amplia explicación para comprender tanto los ingredientes utilizados, su preparación y la recreación en su presentación de imágenes propias de aquellos hechos que se relatan en la Biblia entorno a los últimos días de Jesucristo.

Ya sea por la utilización de determinados ingredientes, poco usuales en nuestras recetas en el día a día, sus sabores, o por el uso crematístico de unas creencias que algunos fieles puedan tildar de irreverentes o improcedentes, el caso es que este menú es poco probable que deje indiferentes a muchos.

Sea como fuere, el menú es el siguiente:

Falso entrante (otros lo llamarías aperitivo): Anguila y angulas a la mantequilla negra. Naranja sanguina y palo cortado. Dumpling de sus pieles.

Primer entrante: Erizos con ketchup de tamarillo y tabasco. Alga nori y caviar de montaña.

Segundo entrante: Ensalada de flores y hierbas anisadas, amargas y agridulces. Zanahorias y leche de cabra. Trucha y crestas de gallo.

Plato principal: Cordero lechal al carbón. Kimchie de fresitas silvestres y coco. Lenguas de pato.

Postre: Pan y vino con nueces y miel. Chiles ahumados.

Qué, ¿te atreves? Yo sí, más en concreto, me encantaría probar el entrante de los erizos, #slurpslurp