No sé si alguna vez te has parado a pensar con cierto detalle la “maravilla” que supone eso de “funcionar” como funcionamos. La pregunta es rara, lo sé; me refiero a si alguna vez has considerado el “milagro” de cómo damos respuesta a nuestras necesidades energéticas. Los coches necesitan gasolina, las televisiones enchufarlas a la red, el mando de estas las pilas, etcétera. y nosotros… solucionamos esos requerimientos energéticos con comida. A diferencia de los elementos citados, en nuestro caso, con la ingesta de alimentos obtenemos esa energía que nos hace falta para funcionar día a día. Así, de forma genérica, a estas alturas ya sé que lo sabes, se estima que una mujer media necesita unas 2.000 kcal/día y un varón medio entre unas 2.300-2.500 kcal/día.
A lo que voy, ¿te has parado a pensar realmente cuánta energía es esta? es decir, ¿has reparado alguna vez en, por ejemplo, cuántas pilas tendríamos que ponernos todos los días si toda esa energía que necesitamos hubiera que aportarlas con pilas alcalinas como las del mando de tu televisor?
Bien, te diré que los cálculos son sencillos, pero hay que tener una mínima base sobre las unidades físicas, así que vamos a intentarlo, ¿te atreves? vamos con ellos:
Lo primero que hay que hacer es pasar esta incómoda unidad que son las calorías a la del sistema internacional de unidades, es decir a julios (J). si pensabas que la caloría era una unidad pequeña de energía, espera a ver el julio, te lo digo porque…
1 caloría = 4,18 julios
Para que te hagas una idea el julio es tan pequeño que equivale, más o menos, a la energía necesaria para lanzar un metro hacia arriba una pelota de béisbol o también la energía gastada por una mujer media en una centésima de segundo mientras está en reposo.
Con este dato podemos decir tanto que 2.000 kcal/día es el gasto medio de una mujer media, como que es de 8.360.000 julios/día (ocho millones trescientos sesenta mil julios al día, o bien 8,36 x 106 J/día)
Vamos con las pilas:
Vada pila del tipo AA (las de tu mando de televisor) proporcionan una carga eléctrica de unos 2,4 amperios-hora (Ah), teniendo en cuenta que tienen un voltaje de 1,5 voltios (V) y sabiendo que en términos de electromagnetismo 1 vatio(W) es igual a 1 voltio por 1 amperio, tenemos que una pila puede llegar a aportar 3,6 vatios-hora (=1,5V x 2,4Ah)
Sabiendo que en la mecánica clásica 1 vatio es igual a 1 julio/segundo y que una hora tiene 3.600 segundos tenemos que esa pila aa de nuestro mando aportará una energía equivalente a la de 12.960 julios.
Y ya solo nos queda lo más sencillo: si una pila aporta 12.690 julios, para llegar a aportar 8,36 x 106 julios (que es lo que necesita nuestra mujer en un día) harán falta nada más y nada menos que… ¡645 pilas aa para un día! (=8,36 x 106 / 12.960)
En resumen: la energía que precisa el patrón medio de las mujeres, 2.000 kcal/día podría ser aportada por unas 645 pilas alcalinas del tipo AA. y en el caso de un varón medio a razón de 2.500 kcal/día se necesitarían unas 806 pilas del mismo tipo.
Como verás a continuación hay algunas ventajas interesantes en funcionar con comida y no con pilas. Por ejemplo, los aspectos económicos de la cuestión; todos sabemos de lo cara que está la cesta de la compra, lo que ha subido el pan, el aceite y la leche, y que si mira Ramón a cuánto está el salmón, etcétera. Pero por mucho que suba será difícil que se llegue a tener que invertir más de 500 € al día las mujeres y más de 630 € los hombres… que es la cifra que necesitaría invertir en pilas en vez de en alimentos. Al año, más de 182.500 € las mujeres; y cerca de 230.000 € los hombres.
Otra de las ventajas es que, probablemente, el quitarse y reponer todos los días de 645 a 806 pilas fuese más lento que seguir con nuestro rudimentario sistema de comer y obtener la energía de los enlaces químicos de los principios inmediatos de los alimentos. ¿Te imaginas que mientras estás acabando de ponerte las pilas estas “salten”? Por cierto, si esto se hace por las mañanas, antes de ir a trabajar, las mujeres en este caso tardarían menos que los hombres en salir del baño (tendrían que reponer menos pilas).
Después de tanta greguería energético-alimentaria, sólo me queda por aclarar que todos estos cálculos se han realizado contando que los seres humanos seríamos tan ineficaces en la obtención de la energía de las pilas como lo somos al hacerlo desde los alimentos. Para que te hagas una idea, solo el 20% de la energía química contenida en los alimentos que ingerimos es aprovechada en forma de energía mecánica o calorífica. Si fuésemos 100% eficaces en la obtención de la energía de las pilas “solo” necesitaríamos el 20% de las cantidades señaladas, es decir, 129 en el caso de las mujeres y 161 en el caso de los hombres.
——————————–
——————————–