La proliferación de las dietas de adelgazamiento como debate

Dieta_MarinLa disparidad de dietas de adelgazamiento es, teniendo en cuenta todas las variables implicadas, casi infinita. O al menos todo apunta a que se han propuesto todas las variantes posibles: dietas disociadas; dietas ricas en y bajas en hidratos de carbono, grasas y proteínas; de bajo y muy bajo aporte calórico; dietas que encumbran a determinados alimentos, dietas que prohíben otros, etc. A mi modo de ver, en la relativamente corta vida de existencia de las dietas de adelgazamiento como fenómeno de masas se “ha apostado” por todas las combinaciones posibles en un momento u otro. Sin embargo, las cifras de obesidad entre la población general no bajan, o más bien al contrario, aumentan. Algo falla.

Además, en esta situación y en los últimos años, tanta proliferación ha dado pie a una creciente preocupación por parte de instituciones sanitarias, incluidas aquellas de la administración (pero menos) que pone de relieve que aunque se pueda probar de todo… no todo va a funcionar y menos por el hecho de que antes no se hubiera intentado. Por tanto es frecuente que diversas instituciones científico-sanitarias a lo largo y ancho del planeta (bueno, casi solo en los países del primer mundo) pongan el acento en lo peligroso de seguir determinadas estrategias adelgazantes. La mayor parte de ellas fruto de la moda. Moda que al igual que la pata de elefante, los jerseys en pico o los tonos pastel responde a variaciones relativamente impredecibles. Todo ello junto a la cada vez mayor expansión de mitos y errores sobre alimentación.

No es de extrañar por tanto que D. Roberto Sabrido, exdirector de la AESAN, dedicara estas palabras en el prólogo del documento de Recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos (Consenso FESNAD-SEEDO):

Otro factor que aumenta la confusión en este campo es la multiplicidad de voces que se consideran autorizadas para suministrar consejos y prescribir dietas: pocas personas se atreverían a ofrecer recomendaciones sobre cómo puede construirse un cohete espacial; sin embargo, en nutrición ocurre todo lo contrario, pues todo el mundo cree saber de esta materia basándose en su propia experiencia al alimentarse. Este hecho favorece la existencia de multitud de mitos y prejuicios, incluso entre profesionales sanitarios, así como la proliferación de dietas milagro, algunas realmente pintorescas.

Otra muestra más de la preocupación a la que me refiero la podemos encontrar en el reciente Libro blanco de la nutrición en España de la Fundación Española de Nutrición. Se trata de un extenso informe (y podría haberlo sido más) en el que se analizan aquellos aspectos más importantes que sobre la cuestión de la nutrición planean sobre los españoles. Entre sus más de 60 temas no podía faltar aquel referente a “errores, mitos y fraude en materia nutricional”. En su introducción se vuelve a hacer hincapié en este tema:

Los errores, mitos y fraudes en materia nutricional son motivo de preocupación para las autoridades sanitarias, colectivos profesionales y comunidad científica. La proliferación de mensajes no basados en el conocimiento científico compromete el adecuado aporte de nutrientes y favorece la aparición de situaciones de malnutrición, como consecuencia de dar continuidad a pautas equivocadas, que alteran las condiciones de dietas equilibradas, poniendo en peligro el estado nutricional.

[…] La constante aparición de mensajes diversos produce escepticismo entre la población. Dado que ninguna relación parece bien establecida, que las certezas de ayer son falacias de hoy, la población se siente legitimada para hacer caso omiso de mensajes que no se correspondan con sus esquemas cognitivos, con sus gustos, con sus estrategias identitarias o con constricciones, apuestas y placeres de su vida cotidiana.

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Por todo ello no es infrecuente que se celebren reuniones, foros y jornadas para poner en común ideas y puntos de vista. En especial para abordar aquellos que más moda están. Y volviendo a hablar de moda, en la actualidad no se puede perder de vista el papel que se les atribuye a las proteínas como elemento para todo en esto de la dietética. Un servidor ya lo puso de manifiesto en su día en estas dos entradas (la una y la otra) y resulta que en el mencionado libro blanco de la nutrición en España se hace especial hincapié en esta proteínica cuestión al mencionarlo dentro de las amenazas en este campo (cada tema es abordado desde el análisis DAFO) que dan pie a la proliferación de errores, mitos y fraude. Y lo hace de la siguiente forma…

[Es una amenaza] La mitificación de las proteínas como base de la alimentación. Las evidencias referidas al consumo de proteína total y su efecto en la disminución de peso o en la prevención de exceso de peso en adultos, son insuficientes para establecer ninguna recomendación. No es de extrañar, por tanto, que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considere que no existen pruebas científicas para asociar el consumo de proteínas con ventajas en el control del peso.

Al hilo de este debate quiero utilizar esta entrada para dar a conocer la Jornada verdades y mentiras sobre las dietas de adelgazamiento el próximo 4 de julio en Madrid organizada por la Cátedra Tomás PascualUniversidad CEU San Pablo y en las que tendré el gusto de participar. La inscripción es gratuita y la jornada dará comienzo a las 10:00 en el Salón de Grados del Campus de Moncloa de la Universidad CEU San Pablo. Puedes ver aquí el programa completo y si quieres te puedes inscribir aquí.

Vaya por delante mi agradecimiento para los organizadores a la hora de contar conmigo y con tantos otros interesantes ponentes. Espero además que sea una ocasión idónea para “desvirtualizarme” con una buena cantidad de compañeros a los que solo conozco a través de las redes sociales.

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Fotos: marin, Apolonia via FreeDigitalPhotos.net