no sé si te habrás fijado, pero desde un tiempo a esta parte observo una especial proliferación de pequeños negocios (o no tan pequeños) que tienen a las frutas y hortalizas como objeto de ese negocio. un poco si me permite la comparación como lo que ocurrió en su día con los videoclubs, los establecimientos de “todo a 100” (pesetas, claro) o las tiendas de chucherías y frutos secos a peso, que tuvieron su momento dorado.
es algo que me gusta, ya sabes mi especial predilección por este tipo de productos como elementos indispensables que han de estar presentes de forma importante en nuestra alimentación cotidiana; recuerda el plato de la alimentación saludable de la escuela de salud pública de la universidad de harvard. por tanto, creo que una mayor presencia en nuestro entorno de este tipo de comercios favorecerá la posibilidad de que los consumidores recurran a ellos.
las formas de negocio son variadas, desde establecimientos minoristas a pie de calle como la foto de esta magnífica tienda que tengo a dos pasos de mi consulta, hasta las empresas que han diversificado su negocio haciendo llegar sus productos a los clientes a través de internet, como esta de aquí.
además, normalmente ponen el acento en el producto local y de temporada algo que, más allá de lo que ocurre habitualmente en las grandes superficies suele ofrecer unas mayores garantías en cuanto a calidad y, a veces, precio.
hablando de precio, no puedo entender lo que me ocurrió el pasado mes de septiembre en el aeropuerto de barajas en el que en uno de sus múltiples establecimientos para comer del tipo self-service o autoservicio había raciones de fruta (la de la foto) al increíble de precio de 4,40€ los 150g, es decir a más de 29€/kg… ¿pero están locos, qué se creen, que se trata de caviar? lo pregunto indignado porque además la calidad de aquella macedonia de frutas dejaba bastante que desear (el melón “baboso”, la piña con partes duras, etcétera)
desde luego que esos precios no invitan nada a su elección… sobre todo cuando las raciones de todo tipo de aperitivos y dulces procesados estaban más baratos que la ración de fruta en cuestión. desde aquí invito a los responsables de estos establecimientos o a las empresas de catering que les suministra el producto a que reflexionen sobre este particular.
otro de los aspectos para reflexionar sobre estas cuestiones es lo de la fruta en los supermercados que en ocasiones aun estando de temporada, por ejemplo las naranjas en españa en este momento, te encuentras con que las naranjas del súper vienen de argentina, algo que me parece inconcebible (tal y como ocurrió el año pasado en el súper de debajo de mi casa durante casi toda la temporada invernal)
como ya he dicho en alguna otra ocasión, afortunadamente, suelo tener la posibilidad de acceder a otros puntos de venta para hacer la compra de este tipo de alimentos. normalmente es en el mercado y rara vez en el supermercado. también estoy valorando la posibilidad de hacer algunas compras por internet, directamente a los productores ya que, en algunas ocasiones, cuando he recibido algunas muestras de productos como es el caso de hermeneus o naranjas palau he de decir que la calidad era soberbia, para disfrute propio y el de mis hijas… suculentos cítricos donde los haya.
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