Etiquetado nutricional para el olvido: snack de gambas… pero sin gambas

Menos mal que uno ya está de vuelta de ciertas cosas y en vez de enfadarse con el universo pues me da en ocasiones por tomármelo a cachondeo. Como digo, divertido cuando menos me resultó este envase de un aperitivo del tipo “patata frita” que se auto promociona en la bolsa como Prawn cracker spicy flavour  que viene a ser algo así como “Pan/galleta de gambas, sabor picante”.

Se trata de un producto de importación, elaborado según parece en Filipinas, que me encontré en el típico ultramarinos “chino” de barrio. No voy a entrar demasiado en la idoneidad nutricional (que es como para hacerse el seppuku si un día te enteras que una de tus hijas ha probado estas cosas) y sí pretendo dirigir vuestra atención hacia la existencia de unos elocuentes mensajes en la bolsa más falsos que una patada de culebra, y que nos recuerdan la presencia en el alimento de unos de sus ingredientes principales y que luego, en la propia lista de ingredientes no aparece por ningún lado.

Pan de gambasImagen1

Veamos, en el anverso se vierte claramente un mensaje que deja poco espacio para la duda: “solo camarones naturales” (Only natural shrimps) y en el reverso algo parecido, en este caso además acompañado de una jugosa imagen de unos camarones: “Los camarones son recolectados vivos y posteriormente congelados para asegurar toda su frescura hasta el día que son utilizados para elaborar tu pan/galleta favorito de gambas” (shrimps are harvested and frozen to lock-in freshness until the day it is made into your favourite prawn crackers)

Bien, hasta el momento una declaración que nos hace el fabricante de las excelencias que nos quiere hacer destacar de su producto. Vayamos a ver la “información oficial” de la lista de ingredientes a ver si tanta gamba se refleja de algún modo. Veamos lo que pone en esa lista.

Ingredientes: Harina de trigo, almidón de tapioca, aceite vegetal (puede consistir en aceite de coco y/o aceite de palma) almidón de maíz, azúcar, fécula de patata, sabor camarón, sal yodada, potenciador de sabor E-621, acetato sódico, ajo en polvo, especias (chile y pimienta), pimentón , inosinato sódico E-631, guanilato sódico E-627, ácido cítrico E-330, vitamina A, colorantes E-102, E-129 y BHA como antioxidante.

Ole, ole y ole… ¿dónde están esos camarones, solo los naturales, recolectados vivos y congelados para la elaboración de las galletitas estas?

Y qué decir de su valor nutricional: féculas, almidones, azúcares… qué maravilla; sabiamente combinados con grasas (seleccionadas solo entre las menos recomendables), saborizantes, potenciadores de sabor, colorantes, antioxidantes, especias (sin duda lo único salvable) y por su puesto una buena dosis de vitamina A (insisto, entre los ingredientes, no presente de forma original) para poder cascarle la correspondiente pegatina al producto de rico o fortificado con vitamina A y hacerlo pasar por “saludable”… porque “natural” ya sabemos que lo es.

Este producto, en mi opinión,  podría ser empleado como el vivo ejemplo de los productos que de forma típica caracterizan la industria del tentempié; es decir, tal y como puse de relieve en esta entrada mucho de todo lo que no es bueno y, además con una nefasta y engañosa publicidad.

Solo espero que la entrada en vigor del nuevo reglamento europeo sobre la información vertida al consumidor en el etiquetado y demás sea suficiente para prohibir la importación de este tipo de basuras nutricionales. Solo faltaría que los de casa cumplieran con la normativa y al mismo tiempo se pusiesen a la venta productos importados que la incumplieran de forma flagrante. Hay determinados producto basura en los que lo importante es quitarlos de en medio sea como sea o, al menos, hacerlos lo menos presente posible. Si para ello hay que recurrir a lo falaz o fraudulento de su etiquetado… pues adelante.

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