la verdad es que esos anuncios a los que me refiero en el título son escasos, la mayor parte de lo que se ve en la parrilla publicitaria de nuestros televisores y que refiere a algo de comer suelen ser alimentos procesados, muchos de ellos de carácter eminentemente dulce, otros son los típicos snacks salados y los demás una amplia panoplia de alimentos también procesados (yogures de sabores imposibles, leches con súper ingredientes, refrescos a tutiplén, productos “sin” y productos “con”, etcétera) y quien dice en la tv dice también en cualquier otro soporte publicitario. es decir, pocos son los productos que a día de hoy se anuncian y que nuestra abuela podría identificar en su tiempo y en su colmado de referencia. así, entre estos tres grupos generales de alimentos se copa el prácticamente 100% de lo que se anuncia para comer. te reto a que hagas la prueba. un día coges te pones a mirar con detenimiento los anuncios y verás como todo aquello que se anuncia va a parar a uno de los tres grupos mencionados. una pena.
una pena porque como ya estarás intuyendo el perfil nutricional, en general, de cualquiera de esos alimentos es entre mediocre, siendo generosos, y lamentable, más en concreto cuando su uso está presente de forma importante en la alimentación de una persona y con su uso se juega a la mala práctica de la “compensación”… y con tanta publicidad no es de extrañar.
entre tanta vorágine alimentario-inconveniente, de vez en cuando aparece un anuncio de comida de verdad: alguna carne en particular, alguna fruta… y poco más. flor de un día que rápidamente caen en el olvido (si has tenido la rara casualidad de verla en algún momento) y que si quieres recuperar tienes que recurrir a youtube o recursos online por el estilo.
como son pocos y la cosa me mosquea suelo hacer un censo (si los veo, porque si no es imposible) para que te hagas idea ese censo es así de escueto en lo que llevamos de año: cuatro. no digo no haya más, digo que al menos yo no he visto más que cuatro en lo que llevamos de año. son estos: el de fresón de palos, plátano de canarias (este he de reconocer que es un clásico y que es el que más se renueva), otro para la promoción de la carne de conejo y otro de la de cerdo. aquí los tienes:
bien, como habrás visto los dos primeros, los de las frutas, se centran en el producto en sí, bueno, en realidad el del fresón en una promoción que ofrece la posibilidad de ganar “tablets” con su consumo, y la del plátano en su genuinidad, sabor y demás. sin embargo, los otros dos, los de las carnes ponen en el acento en los beneficios sobre la salud que tiene su consumo. un poco en la línea que tienen otros productos alimenticios de la parrilla publicitaria, la de los procesados. usan sus armas, en especial el de la carne de cerdo, en parte haciendo valer la moda del “nutricionismo” imperante (te lo conté en esta entrada). no me parece mal, tampoco lo mejor, pero no me parece mal.
si de mí dependiera promovería la aparición de más de estos anuncios, los de comida de verdad, aunque para un resultado satisfactorio habría que cambiar muchas otras cosas: los hábitos de compra de los consumidores, su conciencia culinaria… y desde luego una mayor sensibilidad, de la verdad, no de la de “pegote”, por la salud.
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nota: quiero agradecer a darío rubio (@drubis92) su aportación para este post
imágenes: stuart miles vía freedigitalphotos.net