tan solo una cuarta parte de los niños y adolescentes que tienen sobrepeso, así como solo una quinta de los padres de esos niños y adolescentes son capaces de valorar adecuadamente el peso de sus hijos. dicho al revés, cerca del 75% de los implicados con sobrepeso y el 80% de sus respectivos padres son incapaces de percibir su verdadera situación ponderal cuando se padece sobrepeso. unas cifras que se suavizan, aunque no lo deseable, en el caso de niños con obesidad.
esta fue una de las conclusiones más relevantes de un estudio de seguimiento recientemente publicado por el centro para la prevención y control de enfermedades estadounidense recientemente publicado.
pero no fueron las únicas. otras de las conclusiones importantes y que ponen de relieve la relevancia de estar objetivamente al tanto del peso de cada uno como del de nuestros hijos radica en saber que la adopción de medidas para controlar ese exceso de peso es casi cuatro veces más probable cuando se hace una estimación acertada que cuando se está equivocado. es decir, tanto hijos como padres se ponen manos a la obra para tratar de atajar esa situación cuando la evaluación del peso es acertada. es algo lógico por otra parte que el aporte de soluciones sea más elevado cuando se tiene constancia de la existencia de un problema y no antes.
al final, con una muestra de cerca de 2.600 participantes se obtuvieron los siguientes resultados en cuanto a la autopercepción del peso y la percibida por los padres según los sujetos en cuestión tuvieran un peso adecuado, tuvieran sobrepeso y obesidad.
habrá quien piense que estos resultados no son extrapolables a españa, y no seré yo quien le saque de su error ni tampoco el que le diga que está en lo cierto ya que no hay estudios similares realizados en españa (o yo no los conozco). sin embargo, este error en la valoración ponderal de los hijos cuando estos presentan un exceso de peso se ha contrastado en otros estudios cuando los participantes son de otras nacionalidades, por ejemplo, este de aquí en alemania, o este otro en finlandia… y no se me ocurren las razones por las que en españa este tema fuera distinto. más al contrario, y siendo como somos uno de los países europeos líderes en obesidad infanto-juvenil, todo apunta a que los resultados irán por el mismo camino. en lo personal desconozco las razones últimas de esta mala interpretación del peso propio por parte de lo chavales o por parte de los padres, pero entre la “estrategia de la avestruz”, la pereza ante las consecuencias de realizarla de forma adecuada y la vergüenza de verse reflejado uno mismo en la misma situación pueden ser parte de las claves lógicas que expliquen esta situación.
con esta realidad en el horizonte es preciso darse cuenta que de poco o nada sirven todos aquellos esfuerzos encaminados a reducir la obesidad infantil si los propios implicados no se reconocen a sí mismos como portadores del problema. y es que tal y como menciona julio basulto en este post ad hoc, hay muchos padres, y en especial muchas madres, que consideran normal… e incluso deseable que sus hijos estén “fornidos” o “rellenitos”.
el primer paso para aportar una solución es reconocer tener un problema… y así, en este terreno vamos muy mal.
valorar de forma adecuada el peso de los hijos facilita tomar las medidas oportunas.
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imagen: personal and parental weight misperception and self-reported attempted weight loss in us children and adolescents, national health and nutrition examination survey, 2007–2008 and 2009–2010 vía cdc y sippakorn vía freedigitalphotos.net