Dime qué comes… y te diré qué pienso de ti (según yo coma)

Existe una especie de deporte nacional que consiste en criticar, normalmente con aire censurador, las elecciones alimentarias de terceras personas cuando estas no coinciden con las propias. En realidad, para tu tranquilidad, has de saber que no es tanto una costumbre patria sino un hábito internacional (ya sabes, aquello de mal de muchos consuelo…)

Los hábitos dietéticos de una persona o comunidad suelen ser, muy a menudo objeto de crítica por parte de aquellos que no los comparten. De hecho, pocas veces podemos ser testigos de una mayor exhibición de prejuicios que cuando determinadas personas prejuzgan e incluso desprecian a terceros en sola referencia a su patrón dietético.

Y, aunque sea muy típico, no está bien eso de tener prejuicios o prejuzgar. Lo digo porque al menos en el caso de los prejuicios dietéticos sobre cómo comen otras personas, se suelen verter opiniones basadas en un dogmatismo indocumentado, pero sobre todo de una forma contundente, sin dobleces, despreciando el modo y manera que otros tienen de alimentarse y se hace así, a menudo, sin conocer suficientemente esas otras opciones dietéticas y sus posibilidades reales.

Te cuento todo esto, porque el otro día descubrí en Twitter una simplificación humorística de cómo es apreciado un determinado colectivo en base a su forma de comer y en función también de quién sea, o mejor dicho, de cómo coma el que opina. Se trata del siguiente cuadro que en buena medida me parece que retrata de forma bastante adecuada nuestra realidad (lo cual no quiere decir que esté de acuerdo). La viñeta es obra de Eduardo Salles @sallesino y su Cinismo ilustrado con sus tiras y viñetas que bien merecen un vistazo.

 

 

De cualquier forma hay un aspecto que me estoy encontrando últimamente bastante a menudo y que aborda subliminalmente este algoritmo. Como se puede contrastar en la imagen se representan tres patrones dietéticos: el vegetariano, el vegano y el carnívoro. Dentro de este universo los vegetarianos serían aquellas personas que solo comen alimentos de origen vegetal con contadas excepciones sobre productos de origen animal, normalmente y dependiendo de los casos, huevos y lácteos, aunque puede haber otros productos presentes, como por ejemplo la miel. Los veganos serían aquellas personas que no hacen excepciones y no aceptan en su dieta ningún producto de origen animal, venga de donde venga. Ambas opciones, bien planificadas, pueden ser perfectamente válidas y compatibles con un adecuado estado de salud siempre y cuando se adopten algunas precauciones: además de esa adecuada planificación, la de incorporar por el medio que sea una fuente apreciable de vitamina B12.

Sin embargo, con lo que no estoy de acuerdo es con la propuesta que del término “carnívoro” hacen algunos cuando lo contraponen al de seguir un patrón dietético vegetariano, y no digamos vegano. Y es que no, en el ámbito dietético y de la nutrición humana el concepto contrario de vegetariano es omnívoro… y no carnívoro. Algo que se puede leer debajo de “carnívoro” en la viñeta y de lo cual me alegro.

Sobre esta cuestión terminológica y práctica, asumido en sus últimas consecuencias el patrón carnívoro, sí que dudo mucho que pueda ser saludable a largo plazo. Si bien supongo que también se podría recurrir a la suplementación (como los veganos y vegetarianos harían con la B12) en el caso del carnívoro auténtico, me da que la cantidad de suplementos sería bastante más elevada. Empezaríamos por la fibra (los alimentos de origen animal carecen de fibra) y seguiríamos con algunas vitaminas y sustancias de carácter antioxidante. Si bien las últimas no son consideradas nutrientes esenciales, sí que su consumo está bastante asociado con el mantenimiento de un adecuado estado de salud, prevención de enfermedades, etcétera. Y claro, la fuente de todos estos nutrientes es eminentemente vegetal.

Además, si bien un vegetariano o vegano si que se niegan (por los motivos que sea) a consumir productos de origen animal, un carnívoro humano, es decir, un omnívoro, no se niega a comer productos de origen vegetal, simplemente come carne y otras cosas. O a la inversa.

Ya nos contarás qué te ha parecido.

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23 comentarios en “Dime qué comes… y te diré qué pienso de ti (según yo coma)

  1. También hay quien no come azúcar y me acusa, cuando lo ve en mi casa, de suicida. En fin, como en otros aspectos de la vida… Lo peor de algunas de estas personas es que siempre están insistiendo para que sigas su modelo de alimentación sin que, en este caso, yo le diga lo que tiene que comer.

  2. Buenas, pese a lo divertida que es la ilustración he de decir que hay dos errores de base.

    Vegetariano es quien no come nada animal ni que provenga de animal, lo que pasa es que estos últimos años se va arrastrando el tema de los ovolacteovegetarianos y como resulta dificil el termino “ovolacteovegetariano” pues se emplea mal el termino vegetariano.

    Vegano no es una dieta tipo, ser vegano es seguir una dieta vegetariana (nada animal ni que venga de animal) y no consumir productos elaborados con animal o de su explotación. Es decir es una filosofía de vida que implica una dieta determinada, por así decirlo, y no una dieta en si.

    Un saludo.

  3. ser vegano es ser idiota y se termina antes, ser vegetariano es ser medio idiota

  4. Yo estoy a favor de los veganos, vegetarianos y otros…

    a más Jamón tocamos los demás. 🙂

  5. Hola albitaguapa2,

    Gracias por tus habituales comentarios en el blog, pero no por el de hoy. He decidido dejarlo (no lo voy a borrar) porque creo que de alguna forma ilustra a las mil maravillas parte de los contenidos del post de hoy y, en cierta medida también te retrata. No estoy de acuerdo con lo que dices y me molesta que no te ciñas a las normas de publicación del blog.

    Saludos!

  6. Lo que les pasa a las veganas es que están faltas de rabo…y después echan unos truños como bates de béisbol.

  7. Siempre se comenta que los vegetarianos somos muy pesados e irrespetuosos con los omnívoros, pero lo cierto es que casi siempre percibo los ataques al contrario ¿Qué mal hago yo a otras personas con mi dieta? Yo creo que ninguno. Come y deja comer y, de paso, respeta a los demás. Un saludo.

  8. Muchos omnívoros suelen reaccionar de forma visceral con respecto a los vegetarianos y veganos porque una alternativa a su dieta plantea una elección moral que les resulta incómoda pues les gusta el sabor de lo que comen. A nadie le gusta sentirse peor persona, por lo que optan por ridiculizar cualquier alternativa para intentar racionalizar lo que comen.

  9. La comida nunca dejará de ser motivo de disputa, al fin y al cabo la disponibilidad de ciertos alimentos y su estado en el momento de consumo, o la preparación misma de estos atiende a razones jerárquicas y culturales, por lo que el prejuicio es inevitable a menos que se coma de manera científica.
    Para tal fin habría que suponer que todo el mundo dispone de una capacidad de razonamiento homónima, habilidad que no todo el mundo dispone y aunque disponga de ella, no lo hace para todo cuanto ocurre en su vida.

    Un problema serio son los prejuicios que crea un vegetariano (más agudo el ser vegano), que por su mera existencia y sin voluntad de hacerlo despierta una carga moral en su entorno, puesto que por la naturaleza de esta filosofía de vida, comer la carne de otro ser vivo es un acto moralmente reprensible y aunque no lo haga de manera activa, crea la sensación de ser juzgado pero persona en los omnívoros (como dice un comentario anterior).

    Una dieta omnívora a menudo se traduce en excesos y descompensaciones salvajes. Los omnívoros deberíamos aprender de los vegetarianos, que emplean mucho más tiempo y recursos en estudiar y llevar un estilo de vida acorde a sus creencias y que garantice la conciliación entre estas y la salud del individuo. En el futuro nos guste o no, consumiremos esencialmente vegetales y algas junto a algún subproducto animal e insectos dado que es la única dieta que conciliará de manera más o menos efectiva nuestra sobrepoblación con abundancia, salud y sostenibilidad .

  10. Pues yo con el post de hoy lo que veo de fondo es algo que tiene mucho que ver con la naturaleza humana y muy poco con la alimentación. El humano es gregario y por tanto tiende a agruparse. Pero hay muchos grupos y subgrupos y sale un punto infantil no superado en la mayoría de “mi grupo es el mejor”, o “mi grupo es mejor que el tuyo”. Pasa en política (dentro de las mismas ideologías), pasa en religión (dentro de las mismas religiones), pasa en deportes, pasa en familia y pasa en todo. Y como mi grupo es bueno el tuyo tiene que ser malo. Hala, y si no me enfado y no respiro :o(

    Al final, el que es racional y tolerante, lo es con casi todo. Y el que no, no lo es con casi nada, filias alimentarias incluidas. Y ojo, que hablo de filias (o fobias), no de opciones basadas en la ciencia, la evidencia y el sentido común u obligadas por enfermedades o intolerancias.
    Supongo que en unos miles de años habremos evolucionado lo suficiente, más allá del Homo Sapiens, y estas cosas serán anécdotas de un pasado remoto.

    Un saludo.

    P.D.: Dicho esto, estoy totalmente de acuerdo con @Paco, jejejeje.

  11. Como de todo para vivir , no vivo para comer y me quedo siempre con un poco de apetito porque conocí a un señor de 104 años que se encontraba muy bien y me lo aconsejó entre otras cosas muy interesantes.

    Clica sobre mi nombre

  12. vegano, na.

    1. adj. Natural de La Vega. U. t. c. s.

    2. adj. Perteneciente o relativo a esta localidad de la República Dominicana o a su provincia.

    vegetariano, na.

    (Del fr. végétarien).

    1. adj. Perteneciente o relativo al vegetarianismo.

    2. adj. Partidario del vegetarianismo. U. t. c. s.

  13. Existen diferentes grados de vegetarianismo, pero vegano, hoy por hoy, es una palabra mal utilizada.

    Saludos.

  14. Lo que yo me pregunto es cómo influye en el desarrollo humano la ausencia de proteínas de origen animal en la dieta y me refiero desde el nacimiento, no siendo ya un adulto desarrollado (físicamente) que toma esa opción dietética voluntariamente.

    Y recuerda que si buscas Tiendas Online de Alimentación y Bebidas en España somos tu web de consulta, visítanos en http://elpedidohosteleria.com

  15. Juan, albitaguapa tendría que mirárselo, concienzudamente, es un himno constante y por cualquier blog, a la zafiedad.
    Dicho esto, las únicas personas con las que yo, personalmente, me he topado de un modo u otro, y que sacan conclusiones de mi persona en base a lo que como, son los veganos.
    Como alguien ha apuntado, ser vegano es consecuencia de una concepción de vida determinada un tanto extrema, no creo que más allá de esa concepción, los muevan además intereses dietéticos.
    En los vegetarianos, en mi opinión, sí existe ese interés, y muchos de ellos deciden hacerse vegetarianos atendiendo una inquietud que solo contempla a la dieta como instrumento para conseguir una vida más o menos saludable y sinceramente, en estas personas, no he visto un afán de censura desmedido como, sí,lo he encontrado en los veganos.
    Me sorprende que algunas personas apunten la intolerancia de los que no renegamos de nuestra condición de omnívoros para con los vegetarianos y veganos. Me sorprende y mucho, porque sí hay poca tolerancia frente a los que no opinan como ellos es en el lobby vegano/animalista, que se erige sin ningún pudor en el estandarte de las causas nobles, y que de una manera machacona apunta a la falta de moral y coherencia de aquellos que no seguimos sus dogmas de vida al pie de la letra. Solo hay que pasarse por la página del PACMA, donde participan bastantes de ellos para comprobar sus buenas maneras.
    Procuro tener una dieta equilibrada, que incluye animales, y no por ello tengo que ser señalada y catalogada por estas personas como un demonio en la Tierra, porque no lo soy. Y aunque soy omnívora, me implico en la defensa de los animales, pero lo hago sin perder la objetividad, sin ampararme en falacias y dogmas de fe que solo contemplan una parte para concluir sobre un todo. No me centro en un árbol, porque eso me impediría ver el bosque.

  16. en resumen los extremos son malos, a los veganos puros tb ademas de suplementarlos con B12 tb los tenemos q suplementar con hierro, calcio, vitamina D, en algunos casos con vitamina A, no hay muchos casos documentados de carnívoros puros, pero si un problema grave seria la constipacion por falta de fibra ya q no somos mas nomades si no sedentarios. hay q saber balancear la dieta para obtener los mejore resultados óptimos para nuestra salud y si no sabemos existen las nutricionistas q estudiaron 5 años para mejorar nuestra alimentación, no es tarea fácil pero se puede lograr.

  17. 1.- Quisiera ver un informe que hable de la proporción global de anomalías, enfermedades y carencias de los omnívoros respecto a los veganos y vegetarianos. Quiénes son, de los unos o de los otros, los que sustancian consultas médicas, llenan hospitales o arrastran perjuicios crónicos, por las cuitas alimentarias.

    Algo en lo profundo del estómago, llámenle instinto si quieren (podría ser hambre, a estas horas…), me dice que la frase “déjeme usted la carne roja y los embutidos” es mucho más común que la frase “debe usted renunciar a la lechuga, caballero”, en los pasillos de la orbe sanitaria.

    La falta de vitamina B12 es la “beca Errejón” del programa vegano, en el mundo de las suculentas y populares morcillas suizas.

    2.- En otro plano y esto es de mi cosecha: en el futuro (no necesariamente inmediato ni aun medio) no mataremos animales para comérnoslos. No. Ni para comerlos ni como ejercicio recreativo. Ni como arte, siquiera. Tal vez y como mucho, accidentalmente. O en defensa legítima de la vida.

    Piénsenlo: matar un animal para comerlo. Visualícenlo. Sí, ahora hay cocinas, lo sé, pero básicamente es lo mismo: trincamos al bicho, le arrancamos las plumas y “p’a dentro”. No es muy elevado, filosóficamente. No nos veo visitando Andrómena o terranizando Europa (la de Júpiter) mientras masticamos especies menores.

    3.- Entiendo el desprecio del omnívoro frente a lo diferente y nuevo. Lo entiendo. No lo justifico ni lo celebro. No es una cuestión de enhorabuena. No. Pero lo entiendo.
    Entiendo menos lo contrario, que el vegano, ovo-vio-lácteo o alfa-retro-vegetariano desprecie al carnívo. Se trata de seducir, ilusionar e informar. Se trata de creer ¿O es que un vegetariano dejaría de serlo al darse cuenta de que es el único?

    P.D.
    No digo que me guste más que el vegano, pero ojo con el encanto que tiene el invierno…

  18. monocamy

    Aunque no comparto parte de lo que dices, debo reconocer que tu gracia al decirlo, el “tono” empleado y tu apunte anterior a la posdata, que también derrocha agudeza, me hace aplaudir tu actitud.
    Obviamente, en un mundo donde siendo generosa, mil millones de vegetarianos, que no veganos en su mayoría, se sitúan enfrente de seis mil millones de omnívoros, si pueden y los dejan, las cifras generales de dolencias, excesos o carencias, apuntan más a los omnívoros. Es una cuestión de cantidad… y cuando la calidad se implica, es porque existe abuso, de una u otra parte. Lo ideal, y centrándome únicamente en la alimentación, es una dieta equilibrada con nutrientes animales y vegetales, que no nos lleve a tener que recurrir a complementos alimenticios de ningún tipo. Aunque es una suerte para los veganos/animalistas actuales, haber nacido en una época donde existen pastillitas que palían carencias. Espero que al menos, esa coherencia de la que tanto presumen les haga comprobar de dónde parten las pastillitas, no vaya a ser de algún lugar dónde se experimente con animales.
    Respecto al apunte de tu cosecha, te noto un tanto visionario, en mi opinión me parece una quimera aunque sea a larguísimo plazo, salvo, claro está que no quede otro remedio.
    El humano es un animal más, y cómo tal se comporta, en muchas ocasiones olvidando su supuesta racionalidad, pero achacar falta de moralidad a la humanidad por comer animales, aparte de estéril es injusto. Pretender aplicar la ética en conductas a las que no has llevado la evolución y la biología, me parece inapropiado. La ética debe aplicarse respecto a conductas meramente antropogénicas, en las que sí incluyo la manera en la que se trata a los animales destinados a consumo humano, pero no al hecho en sí de comerlos.
    Y los matamos, menos mal, que aunque comparto contigo que no es una escena agradable, peor sería comerlos vivos. Has visto comerse a la hienas una cría de elefante… eso sí que es duro. La naturaleza es dura e implacable.
    Y para terminar…
    Tu apartado tercero, me parece de una lucidez mental que bien podrían aplicarse los veganos más recalcitrantes, que haciendo gala de su gran ética y moralidad, insultan, amenazan y en ocasiones ponen en peligro, con sus actos, a los demás, como método de captación de adeptos. Don de gentes, no tienen, eso seguro.

    Un saludo.

  19. Efectivamente, Aura:

    En el punto 2 ejercía un poco de visionario. Digamos que confío en la evolución, en ese sentido. Gran parte de nuestro proceder, en el pasado, resulta inmoral… hoy en día. Y no tiene sentido, como dices, un juicio atemporal, porque resultaría cínico.

    Pero seguimos irrefrenablemente avanzando. Hoy los animales gozan de una incipiente protección aceptada y comprendida socialmente ¡respetada! (independientemente de que existan abusos), algo impensable en el pasado. Como ocurre con los enfermos, como ocurre con los niños, como ocurre con las mujeres, como ocurre con los estados soberanos, como ocurre con elementos de valor inmaterial (la libertad, la vida…), o material (los recursos mediambientales, el patrimonio forestal….), como ocurre con los patrones de sensibilidad diferentes (homosexualidad, religión, humanitarismo). Créeme, llegará. O llegará un asteroide de 10 km, despedazándome los planes y los de todos, no digo que no.

    En cualquier caso, es un debate más complejo de lo que parece y que presenta multitud de prismas en los que no quiero entrar por cuestiones de tiempo [… por ejemplo: ¿por qué nos “enseñan” a tomar leche toda la vida y aceptar que es necesaria… cuando no es cierto? ¿No tiene nada-nada-nada que ver que haya una industria láctea detrás?; … por ejemplo: ¿por qué te comerías un conejo y no a tu perro? ¿tiene más valor objetivo el perro que el conejo? por supuesto que no, la diferencia son los ojos con que los miras; … por ejemplo: mil “por qués” más sin responder o no planteados, siquiera].

    Te mando un saludo, muchas gracias.

  20. monocamy:

    Aunque respondería y comentaría las preguntas y afirmaciones que haces, no lo voy a hacer, porque como muy bien apuntas, este es un debate complejo, con multitud de interpretaciones y cuestiones que, sin duda, de extendernos, lo convertiría en interminable (puede que se cumpliera antes tu profecía), y como en mi ánimo no está quitarle tiempo a tus tareas, que segura estoy requieren de una atención más inmediata que este intercambio de pareceres, prefiero no seguir ahondado en el asunto. Aunque eso sí, te diré que siempre resulta agradable e interesante toparse con comentarios como los tuyos, que aunque no se compartan en su totalidad, están repletos de sentido común y respeto.
    Yo también te envío un saludo y aunque no sé si te apasionan las fechas que se aproximan, me tomo la libertad de desearte buen descanso, que me atrevo a presumir (será que a mí también me ha tentado el mundo de lo esotérico) te agradará disponer de tiempo para ello.

  21. Cada día que pasa eres más tonto
    Y es difícil mantenerse en la estupidez.
    Pero tu lo consigues sobradamente post a post, superándote día a día.
    Especialmente si consideramos que eres una MONA sin puta idea de hacer dietas.
    Que igual impresionas a dos catetos con tus enlaces.
    Pero a quien tienes que impresionar es a quienes TRABAJAN a diario en la Nutrición. Y a estos… tu opinión se la trae tan floja como tus historias sobre la “niña de las estrellas”

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