Demoledor, como la propia autora, es el primer libro de Lucía Martínez, conocida entre otras cosas por su blog Dime que comes. Dietista-nutricionista, Técnica Superior en Dietética, Cocinera y por encima de todo (o además) divulgadora, Lucía se caracteriza por dar unos sopapos con la mano abierta que tiembla el misterio. Nutricional y divulgativamente hablando, claro. Estoy convencido que si alguien me hubiera enviado el manuscrito sin tapas, sin saber la autoría, estoy casi seguro de que la hubiera adivinado. Esta es Lucía, pocas dudas al respecto. Y ninguna de que la cosa cambie.

Desde el más estricto punto de vista de la divulgación, es decir, el que te apetezca seguir leyendo un libro o escuchando un programa sobre algo que no conoces demasiado o que estás medianamente interesado, este libro merece un 10. Invita a ser leído. Frases cortas, directas, epígrafes bien diferenciados y fácilmente localizables en el texto, unido a la particular personalidad de Lucía hacen de “Vegetarianos con ciencia” un libro amigable. Pero un libro marcado por la autoayuda no se acaba aquí, ni mucho menos. Al mismo tiempo tendría que aportar contenidos válidos, soportados por sólidos argumentos o lo que en este orden de cosas se conoce como la mejor evidencia científica. Una obra alejada del postureo, el magufismo, el esnobismo, las tendencias o las modas más mundanas. Solo ciencia y sentido común. Y de nuevo, en este ámbito, el libro obtiene matrícula de honor.

Pensarás que se me está yendo la pinza con eso de la adulación ya que sabes que Lucía es amiga y compañera de profesión. Y es verdad; pero como te digo una cosa te digo la otra: tampoco tenía la intención de leérmelo, sí de hojearlo y tal, pero al final me lo he tragado enterito de pé a pá. Merece la pena. He aprendido, y por todo ello sostengo que es una obra que hacía falta.

Pero que mucha falta hacía, que una obra cercana, accesible y clara abordara las cuestiones del vegetarianismo de la forma que lo ha hecho Lucía. Así, si quieres ser vegetariano o si ya lo eres, no sé que haces sin leer este libro: aclararás dudas, aprenderás de recursos varios y te pertrecharás hasta los dientes con un armamento, el de la ciencia y la lógica (¡toma redundancia!), para hacer frente a todos esos absurdos y muchas veces beligerantes argumentos de quienes sostienen que la dieta vegetariana no es sana. Déjame que traiga a colación algunos fragmentos del libro:

“Ser vegetariano implica un compromiso social, medioambiental, ético y político la mayor parte de las veces. La lucha no está en medirse con otras opciones dietéticas a ver quién obtiene mejores marcadores de salud. La lucha estriba en conseguir que nuestra alimentación mejore el mundo. Olvidaos del reduccionismo al nutriente”

“El consejo alimentario dirigido a esta población debe de empezar por el mismo lugar que empieza la del resto, porque el entorno es común, y porque los consejos básicos de nutrición también son los mismos, esto es: come verduras, frutas y hortalizas, bebe agua, obtén proteínas y grasas de fuentes saludables y de calidad, evita todo lo que puedas los alimentos malsanos. Y poco más. Tan simple y tan complicado al mismo tiempo viviendo aquí y ahora. […] Dicho esto, también es cierto que el vegetariano medio comparado con el occidental medio también puede apuntarse en su lista unas cuantas ventajas de salud. Aquí, para ser justos, hay que asumir que la dieta occidental es tan mejorable que podríamos decir que siempre pierde, la compares con lo que la compares. Comer arena probablemente mejoraría parámetros de salud frente a la típica dieta occidental (western diet) que se caracteriza por todo lo malo que hemos dicho antes: baja ingesta de alimentos de origen vegetal, alta en azúcar y grasas de mala calidad, con abundancia de productos muy procesados, etc.”

Y es que, a lo largo de todo el libro Lucía se dedica a desmontar epígrafe por epígrafe los más recurrentes sinsentidos de una población veganhater incluso entre los profesionales sanitarios, sin tener en cuenta un ilustrativo documento de postura de la American Dietetic Association al respecto de la validez de las dietas vegetarianas:

“La postura de la Asociación Americana de Dietética que las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Las dietas vegetarianas bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia, así como para deportistas”

Y por ello es imprescindible traer a colación otro fragmento del libro en cuestión que se irá desarrollando y justificando de forma detallada a lo largo de todo la obra:

“Sí, te va a faltar un nutriente. La vitamina B12. Es la única suplementación obligatoria en una dieta vegetariana. […] Cualquier otra suplementación dependerá del caso y deberá ser evaluada de forma individual por un profesional. Sí, exactamente igual que con la población que lleva una dieta tradicional. Ni el hierro, ni la vitamina D, ni el omega 3, ni el zinc, ni la vitamina A… ninguno debe suplementarse por defecto en una alimentación vegetariana. Solo cuando sea necesario. En alguno de estos micronutrientes es común que se presente déficit, como el hierro o la vitamina D, pero lo es en toda la población, no solo en la vegetariana.”

Más allá del interés que pueda tener el colectivo en cuestión, este libro debiera ser de lectura obligatoria para todos aquellos que siendo omnívoros desprecian este tipo de opciones perfectamente válidas inopinadamente… o con una opinión muy regulera. Para ellos y por supuesto para la inmensa mayoría de profesionales sanitarios en los que su formación es claramente  deficitaria, y peor aun, llena muchas veces de prejuicios hacia este tipo de elecciones personales perfectamentee justificables.

En resumen, una obra indispensable en el más amplio sentido de la palabra para todos aquellos que de una forma u otra estén interesados en las cuestiones alimentarias. Su éxito así lo avala. La segunda edición se lanzó apenas una semana después de agotarse la primera tras su lanzamiento, y sé de buena tinta que la tercera está al caer.

Vegetarianos con ciencia. Editorial Arcopress, 2016. De Lucía Martínez Argüelles. Lo tienes disponible en las principales librerías y por supuesto en forma de libro electrónico. Puedes leer otras reseñas sobre esta obra en el siguiente enlace.

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PD: Mi más sincero agradecimiento a Lucía por la consideración que ha hecho en el libro a la hora de mencionar la labor de otros compañeros dietistas-nutricionistas, incluida la de un servidor.