el otro día, al hacer la entrada sobre recomendaciones dietéticas en el caso del paciente diabético mencioné que en realidad es la población normal quien debería comer como come un diabético.
¿es eso cierto, debemos comer como lo haría un diabético?
en cierto sentido sí. una diferencia importante entre el colectivo de diabéticos y la población no diabética está en las consecuencias que tiene el no seguir las más claras recomendaciones generales acerca del comer de forma equilibrada. al mismo tiempo, este consejo ha de observarse, en el caso del diabético, en base también a su pauta de insulinoterapia concreta y/o al resto del tratamiento farmacológico que se le haya pautado.
por lo tanto, entre una persona sana y otra que tenga diabetes el no seguir las recomendaciones sobre el seguimiento de una correcta pauta de alimentación marcará las diferencias que van a quedar patentes en el momento de “transgredir” la norma, el tiempo en el que se van a presentar las consecuencias y la gravedad de las mismas.
este hecho lo explicaba de forma maravillosa un estupendo profesor que tuve en la carrera, en la asignatura de fisiopatología, el dr. juan josé barbería, de la siguiente manera y en relación a la diabetes de tipo 2:
las personas sin diabetes pueden cometer ciertos excesos alimentarios en la confianza de que su salud soportará dichas “agresiones”, pero han de ser conscientes que el número de estos excesos y su magnitud no les van a salir gratis. esos excesos se cargarán inmediatamente en el saldo de la tarjeta de crédito de su salud.
en sentido contrario los diabéticos de tipo 2 son personas a las que se “les ha retirado” la tarjeta de crédito y sólo cuentan con un capital de salud en efectivo y que además, no es mucho. por tanto, si estos pacientes diabéticos “se pasan” del saldo asignado al no seguir las recomendaciones se quedarán rápidamente sin “capital” de salud y podrán tener, con bastante probabilidad, una crisis aguda en forma de hipoglucemia o bien hiperglucemia en forma de grave riesgo inmediato. todo ello, insisto, en referencia a las consecuencias más inmediatas. pero además, el banco de su salud les puede poner en un grave aprieto si han realizado pequeñas transgresiones a lo largo de su vida como diabéticos y, con mayor probabilidad que en el resto de personas no diabéticas, les podrá “sancionar”, con angiopatías de origen diabético (retinopatía, neuropatía, nefropatía, arteriosclerosis periférica, afectación coronaria…)
el mensaje de hoy más que a los diabéticos, que también, está especialmente dirigido a todos aquellos que no lo son y que, claro está, tienen la poco deseable posibilidad de desarrollar una diabetes de tipo 2 en el futuro.
los excesos más tarde o más temprano se pagan, por seguir con el símil, algún día habrá que liquidar la cuenta con el crédito cargado a nuestra tarjeta emitida en el “banco de la salud”. si tenemos un saldo suficiente en el banco, podremos seguir más o menos bien, pero si no lo hay, nos retirarán la tarjeta de crédito, pasaremos a ser diabéticos y a funcionar con el monedero. entonces sí que de manera “obligada” se deberá seguir un estilo de vida más saludable si no queremos males aun mayores.
un poco de estadística
sabemos que la forma en la que comemos afecta a nuestra salud, pero ¿somos conscientes hasta qué punto? la diabetes mellitus de tipo 2 tiene múltiples factores etiológicos, pero uno de los que más influencia tiene, además del componente genético, son los referidos a los estilos de vida y por tanto todo lo relacionado con la alimentación y la actividad física.
la organización mundial de la salud (oms) cita algunas cifras que quizá sirvan para aumentar la sensibilidad sobre esta enfermedad poniendo en evidencia sus importantes riesgos:
- en el mundo hay más de 346 millones de personas con diabetes (dato de 2011). el tipo 2 representa aproximadamente un 90% de todos los casos mundiales de diabetes.
- se calcula que en 2004 fallecieron 3,4 millones de personas como consecuencias del exceso de azúcar en la sangre.
- la diabetes se ha convertido en una de las causas principales de enfermedad y muerte prematura en la mayoría de los países, sobre todo debido al aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- se prevé que la diabetes se convierta en el año 2030 en la séptima causa mundial de muerte ya que se ha calculado que las muertes por diabetes aumenten más de un 50% en los próximos 10 años.
- además, la diabetes es una causa importante de ceguera, amputación e insuficiencia renal.
una llamada a la esperanza
la diabetes de tipo 2 es prevenible: según la oms, treinta minutos de actividad física de intensidad moderada casi todos los días y una dieta saludable pueden reducir drásticamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. la diabetes tipo 1 no puede prevenirse, los factores genéticos y ambientales son determinantes.
por tanto, la dieta saludable, la actividad física regular, el mantenimiento de un peso corporal normal y evitar el consumo de tabaco pueden prevenir la diabetes de tipo 2 o al menos retrasar su aparición. y es que la diabetes se está convirtiendo en una epidemia mundial relacionada con el rápido aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física; por tanto…
comamos voluntariamente como un diabético para no terminar comiendo así por prescripción médica o de forma imperativa.
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foto 1: alícia
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