Lo “fácil” de despotricar contra algo y no aportar soluciones

No es la primera vez, pero sí espero que sea la última, en la que termino contestando un comentario de un lector a resultas de la entrada de ayer. Muchos me dicen que no hago bien al entrar al trapo. Que sepáis que lo he tenido en cuenta, no obstante, me ha parecido una ocasión estupenda como para dejarla escapar y así aclarar un par de cosas: contestar un argumento recurrente de mis “trolls” más íntimos y para arrojar algo de luz sobre cómo es la labor de algunos dietistas-nutricionistas que entienden la profesión de una manera similar a la mía.

En resumen, la entrada es esta y el comentario en cuestión este que copio-pego tal cual. Mi respuesta está a continuación.

“hola” dijo:

Jo tio eres un manta de tu profesión.

¿Por qué existen todas las dietas del mundo? habiendo profesionales tan bueno como tú?

Simple. porque tu NO ERES UN PROFESIONAL DE NADA.

Como ir a tu consulta solo sirve para tirar el dinero (la verdad es que creo que no tienes ni consulta propia), la gente en su desesperación hace cualquier cosa.

Si fueras un mínimo de bueno, con tanta gente deseando adelgazar TE FORRABAS, pero como solo eres otro sacacuartos, así te va, tienes que publicar chorradas aquí para que te paguen algo e ir tirando, que la vida esta muu mala, no??

Anda listo, dinos que hay que hacer para adelgazar, tu te metes con todas las dietas PERO NO APORTAS NADA DE NADA.

DINOS UNA DIETA QUE FUNCIONE Y DEJATE DE DIETAS QUE NO FUNCIONAN TIO MEDIOCRE.

Si, suma y sigue. Dentro de una semana volverás a poner otro estúpido comentario sobre otra dieta, es lo tuyo, para otra cosa no sirves.

enfado

Hola “hola”, gracias por tu comentario. No te lo tomes por lo personal, mi respuesta es general para la gente como tú, aunque parezca que solo te hablo a ti.

Quizá te sorprenda si te digo que tienes toda la razón. Para desasosiego tuyo te diré que soy consciente de tus argumentos desde hace tiempo: qué fácil es despotricar contra algo y, al mismo tiempo, no ofrecer una solución “tan eficaz” como aquella contra la que se despotrica… Que sería, un poco en resumen, tu línea argumental (eres libre de decirme si en algo estoy equivocado)

Ahora bien, “hola”, las formas te pierden. Como sabes, no nos conocemos y sobre dichas formas te diré que te libra el que este blog esté alojado en un medio de comunicación al que de una forma u otra debo pleitesía, sea esto dicho sin empaque de ningún tipo. En otro caso, si el blog fuera estrictamente personal, quizá me arrancaría a decirte lo que pienso de ti en ese terreno, a pesar de no conocerte más allá de lo que tus apenas 12 líneas de comentario dejan entrever. Lo haría tal y como como tú lo has hecho; que sin tomar en consideración estas premisas te has atrevido opinar en lo personal. Es lo que de alguna forma creo que te mereces, sí. Pero no lo voy a hacer. En su lugar te voy a decir lo que pienso.

Si te hubieras tomado la molestia de saber un poco más de mí en vez de lanzarte de forma furibunda a cuestionar mi profesionalidad, te hubieras percatado que efectivamente tengo una consulta abierta al público. Y, si más allá de lo que “google search” te puede aportar, te hubieras interesado solo un poquito en indagar sobre el modo y manera que tengo de conducir dicha consulta te hubieras dado cuenta que tus palabras no tienen mayor sentido salvo que no sean para autorretratarte como un “troll” de wikipedia. Soy consciente que con esta respuesta incumplo la primera norma a la hora de tratar con estos, que es sencilla: no alimentar los trolls. No sé si convendrás conmigo, pero al igual que las dietas al uso, las normas están para cumplirlas casi siempre, y para saltárselas de vez en cuando y de forma discrecional. Sopesando ventajas e inconvenientes. Hoy estás de suerte, vas a tener taza y media de tu natural sustento.

exclamaciónEntérate bien. Yo no respondo por el resto de dietistas-nutricionistas de este país, pero sí respondo por mí, y para tu particular solaz te diré que yo no tengo la clave para adelgazar a nadie. A nadie. Ahora bien, sé muy bien, y me enorgullezco de ello (a pesar de considerar la posibilidad de equivocarme) reconocer cuáles son las típicas estratagemas para aprovecharse del candor general de alguien quien, sin mucho espíritu crítico desea adelgazar, o de quien demuestra más deseo que lógica en esta empresa. Estadísticamente, habiendo tantos obesos como hay, son bastantes los que podrían picar.

Como te digo yo no tengo la clave para que nadie pierda peso. Adelgazar es jodidamente difícil, en especial si se quiere hacer con salud. Y yo no sé como conseguirlo. ¿Lo ves? Si quisiera “forrarme” con este tema te diría, esgrimiría, que yo sí conozco la piedra angular del adelgazamiento, y para ello pondría todo mi empeño con el fin de sacar tajada. Con estas metas podría hacer publicidad, declaraciones, difusión de mis éxitos (ya sean reales o ficticios, en este mundillo da lo mismo, la impunidad está casi asegurada) etcétera. Entérate bien: Yo no doy ni pongo dietas. Yo no aseguro pérdidas de peso meteóricas (ni de las otras). Yo no tengo primeras consultas gratuitas. Yo no vendo, recomiendo ni dispenso suplementos ni complementos. Yo no pacto ninguna cantidad de kilos perdidos en un determinado lapso de tiempo. Yo no “fidelizo” al paciente (seguro que tu prefieres llamarle “cliente”) con “X” seguimientos semanales, quincenales o mensuales. Yo no me dedico en exclusividad a la pérdida de peso. Yo no tengo consultas de 10, 15 ó máximo 30 minutos. Yo no quiero volver a ver en mi consulta a mis pacientes. Yo no doy menús diarios. Yo no aporto soluciones. Ni las aporto, ni las prometo, ni por tanto, las ofrezco.

Un servidor ofrece, como buenamente puede, herramientas a quien las precisa y a quien al mismo tiempo quiere utilizarlas y sentirse parte, la más importante, de su proceso en el cambio de hábitos dietéticos. Y a pesar de ello no siempre funciona, ni tan siquiera la mayor parte de las veces, sin embargo, yo sigo fiel a mis criterios. Los que considero deontológicamente adecuados y veraces, aunque poco rentables, eso sí. Quizá por eso mi consulta está semivacía. Y quizá por esos mismos principios me importa un carajo que así esté. Si mis planteamientos profesionales en el terreno de la dietética no son suficientes para ganarme con ellos honradamente la vida ten por seguro que buscaré otra forma de ganármela. No sería la primera vez.

alegría en internet

Si no te gustan mis entradas en este blog te sugiero que no entres a leerlo, hoy por hoy Internet ofrece millones de alternativas distintas a la que hoy te has atrevido, quiero pensar que inconscientemente, a criticar y que posiblemente sean de tu agrado. Úsalas y deja en paz este blog bienintencionado.

Si decides insistir por este barrio, déjame decirte que serás bienvenido, siempre y cuando tus comentarios sean educados, sin prejuicios y sin juicios de valor carentes de pruebas y basados en meras conjeturas. De otro modo, siguiendo las muy fácilmente comprensibles normas de este medio para realizar comentarios, serás vetado (hoy tienes tu ración, pero a pesar de ser viernes, no te pienses que todos los días van a ser domingo). Reconozco que esta no es mi casa, pero aun ejerciendo de invitado, no voy a permitir que un donnadie (recuerda que no te identificas) utilice este espacio para menospreciar de forma injustificada mi trabajo o para insultarme.

Saludos.