dos de las modas dietéticas que más fuerte han pegado este año, y siguen haciéndolo, son la de los zumitos de frutas/hortalizas y la de la desitoxicación. la segunda como concepto genérico y la primera frecuentemente argumentada en base a esa búsqueda de “depuración” o “desintoxicación”. tal es así, que en lo que respecta a un servidor y de la mano de otros compañeros en este año que ya llevamos finiquitado he atendido varias peticiones de artículos o entrevistas en las que se cuestionaban estas modas. tienes aquí algunas muestras en el país semanal, para el suplemento “buena vida”, para el blog comparte mi moda, etcétera, al tiempo que en este blog también hice mi aportación al respecto en la entrada dietas depurativas: tan abundantes como absurdas.
como decía la cuestión desintoxicante nos está intoxicando. lo hace porque se saca de contexto el concepto de “dieta depurativa o desintoxicante”, un elemento que ni tan siquiera tiene un reconocimiento en el terreno de la medicina y dietética “como dios manda”. en sentido contrario, se trata de poner en alza un concepto molón, que transmite una especie de tranquilidad espiritual a aquellos que con más ganas que puntería tratan de purgar sus pecados dietéticos en el contexto irreal de una fisiología demasiado mecanicista con un nulo respaldo científico.
sea como fuere es cuestión de modas y siendo así la conducta poblacional adquiere una actitud de brazos caídos ante la que ningún argumento lógico suele servir, por racional que este sea. no obstante y haciendo buena la práctica de la dgt a la hora de dirigir campañas de seguridad vial centrándose en el mensaje escabroso (ya sabes, con imágenes de accidentes, escenas de dolor, etcétera) voy a ver si el caso real que hoy traigo hasta el blog le sirve a alguien para tentarse la ropa. ya que con argumentos no se logra demasiado, veremos si las experiencias reales son capaces de reconducir conductas absurdas y como ahora veremos incluso peligrosas cuando se llevan al extremo.
me refiero a esta noticia de hace ya unos años: mujer de 52 años que fallece tras iniciar un régimen desintoxicante y fallece por intoxicarse con agua. y no, el agua no estaba contaminada, la señora se intoxica y muere en gran parte debido a la ingente cantidad de agua que ingirió en un breve lapso de tiempo con el fin de depurarse. supongo que en cierta medida sus condiciones personales también determinaron el fatal desenlace.
el mecanismo fisiológico es sencillo de comprender: una excesiva ingesta de agua, conduce a una dilución especialmente baja de sodio en la sangre (hiponatremia) y de otros solutos, que a su vez conducen a diversas complicaciones fisiológicas: edema cerebral, fallo renal, cardiaco, etcétera que en ocasiones, cuando la “intoxicación desintoxicante” es suficientemente importante o prolongada en el tiempo puede provocar la muerte del individuo.
este ejemplo no es el único, hay muchos otros casos conocidos de intoxicación por la alta ingesta de agua, sea por el motivo que esta se haya producido. depurarse es el caso de hoy, pero hay quien también lo ha hecho por ganar una apuesta (a ver quién bebe más cantidad de agua) en el transcurso de pruebas deportivas, etcétera (se relatan varios ejemplos de estos casos en este enlace)
así pues, dejando dos telegráficos mensajes como ítems para llevarse a casa, recuerda:
- las conocidas popularmente como estrategias desintoxicantes carecen, en el plano dietético, de respaldo científico y además pueden ser perjudiciales para la salud.
- la sed ha de ser el mejor motor para la ingesta de líquidos salvo en algunos casos excepcionales en los que se ha de invitar a beber a pesar de, o bien no tener sed (caso relativamente frecuente entre la población de edad avanzada que puede tener “estropeado” el mecanismo de la sed) o bien no manifestar querer beber (caso de los bebés que aún no hablan y que por tanto no pueden pedir beber; en estos casos basta con dejar a su alcance una fuente de hidratación adecuada –el típico beberito-)
———————————
quizá te interese consultar estas otras entradas:
- cuando más no es mejor: el agua, la l-carnitina y el quijote como ejemplo
- bebe agua sin la necesidad de hacer caso a “9 de cada 10 médicos”
- dietas depurativas: tan abundantes como absurdas
- beber zumo de fruta no equivale a comer la fruta
- ¿puedo beber agua de mar, tiene algún beneficio? (parte i)
- ¿puedo beber agua de mar, tiene algún beneficio? (parte 2, la dieta del delfín)
- ¿compensar… o volver a descompensar?
nota: quiero agradecer a la dra. valdez (@tu_endocrino) su aportación para esta entrada
———————————
imagen: khunaspix vía freedigitalphotos.net