¿Hay alimentos o ingredientes que sean realmente adictivos como lo son las drogas?

gordito con patatasEl debate no es nuevo para nada. De un tiempo a esta parte hemos leído no pocos titulares de algunos medios de comunicación en los que, sin ambages, señalaban a determinados alimentos o ingredientes contenidos en estos como causantes de una verdadera adicción similar a la que se le atribuye a algunas drogas y sustancias estupefacientes. Así, las grasas (en especial las saturadas), determinados aditivos como el glutamato monosódico y por no hablar del azúcar han sido tildados poco menos que de drogas o de generar una adicción en el más estricto sentido de la palabra. De ser así, según estos planteamientos, la adicción a alguno o varios de estos elementos ayudaría a explicar en cierta medida el constante incremento de las cifras de obesidad.

A mí, sin mayores argumentos en la mano, estas fatalistas perspectivas siempre me han parecido un tanto desproporcionadas… exageradas si se prefiere. En este sentido un reciente y muy interesante artículo ha estudiado estas asociaciones (las de observar los alimentos o algunos de sus ingredientes como si de drogas se trataran) y ha concluido que con lo que actualmente se sabe, eso de que los alimentos generen o fomenten una adicción hacia ellos tiene pocas probabilidades de ser cierto, pero… eso sí, que la adicción a la comida o al comer (en general) sí que podría tener mucho más sentido. Que parece que es lo mismo, pero no.

Esta cuestión es un problema emergente con no pocas repercusiones, entre ellas una de las más importantes, el tratamiento que se le pueda dar a los pacientes si se establece como cierta esa relación entre “sustancias alimentarias” y adicción. Así pues, el artículo en cuestión ha observado la “adicción alimentaria” en sus dos posibles vertientes: la de que sean los alimentos concretos (o sus ingredientes) los que propicien esa supuesta adicción o que exista una adicción conductual hacia la comida en general.

Con esta perspectiva las conclusiones han sido básicamente dos:

La actual evidencia disponible al respecto de una adicción “sustancia (o alimento) dependiente” es escasa. Esto, sin embargo, puede ser así porque hay pocos estudios que hayan abordado esta cuestión.

No obstante, sí que se muestran más receptivos a la hora de reconocer conductas alimentarias adictivas y para ello remarcan que al igual que sucede con otros comportamientos, el acto de comer también puede ser observado como un comportamiento adictivo en individuos predispuestos y en circunstancias ambientales específicas.

En resumen, y estaría bien que tomaran buena nota algunos, los autores desaconsejan el uso de términos como “la adicción del chocolate, del azúcar, de las grasas, etcétera” al haber poca evidencia científica para poder establecer estas relaciones y considerar que “apetecer” algo en términos de alimentos no significa ser adicto a ése algo, con todas las connotaciones sanitarias que tiene el término “adicción”. En lugar de esta terminología, sí que se muestran conformes en reconocer la “adicción a comer” poniendo el acento en la adicción conductual del acto alimentario.

En cualquier caso los autores apuestan por seguir investigando en este terreno y alcanzar una mejor definición de criterios, algo especialmente importante cara al diagnóstico y futuro tratamiento de los pacientes en estas circunstancias.

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Imágenes: Marin vía Freedigitalphotos.net

16 comentarios en “¿Hay alimentos o ingredientes que sean realmente adictivos como lo son las drogas?

  1. Adictos tal vez no, pero hay alimentos que te llaman poderosamente a consumirlos y que habitualmente no son precisamente sanos; en mi caso los “Risketos” y el Helado de Coco del Mercadona me vuelven loca, la opción, no comprarlos ni pasar cerca de ellos.

  2. si, las galletas!!! ya no se como liberarme de ellassssssssssssssssssssss

  3. lo que es adictivo es mirar los alimentos como si solo fueran un laboratorio químico.

  4. por supuesto que existen, sobre todo si tienen aditivos, ya que esos aditivos pueden ser perfectamente drogas.
    cómo se calificaría una comida que te encanta, que la comes siempre que puedes y que quizá no es demasiado beneficiosa para tu organismo?
    patatas fritas, tortillaza de patata, bacon, chocolate, café, pipas

  5. Mas que alimentos que producen adicción yo diría que hay gente adicta a comer. Cualquier cosa que produzca placer es susceptible de enganchar (y no placenteras pero ese es otro tema), y ahí ya es la madurez y la responsabilidad de cada uno lo que te hace cuidarte y comer bien. Todos nos pasariamos el dia comiendo pasteles o lo que nos gusta, si no fuera malo…
    Cuando uno es adulto que ya tienes la cabeza en el sitio te cuidas, pero los niños y adolescentes pocos tienen ese autocontrol y ahí los padres han de intentar controlar un poco, pero muchos no tienen tiempo o están muy ocupados, y los niños ya desde pequeños cogen el vicio de comer, por eso hay tanto niño gordito… Y luego ya eso se perpetua con los años… en fin, es cuestión de cultura, responsabilidad y de educación…
    Y ahora con toda la industria de la bolleria, los snacks etc… trufados de productos químicos diseñados para producir placer (saborizantes de esos o como se diga) ya ni te digo… la solución: educación, educación y mas educación.

  6. ¡ATENCIÓN! Comentario laaaaaaaargo
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    La adicción es un fenómeno complejo que, como tantos otros y tan desafortunadamente, suele tratarse con cierta banalidad por parte de los medios no especializados.

    Para empezar, uno no aprende a ser adicto (sí, la adicción se aprende) de la noche a la mañana y únicamente mediante el uso de una sustancia. Por eso es tan importante resaltar (y a la gente que estudia o hemos estudiado la conducta adictiva nos gusta recordar =b) que no es lo mismo USO, ABUSO, o ADICCIÓN. En esta última entran en juego varios factores, como la genética, el modo de consumo y varios procesos de plasticidad neuronal que no tienen porqué darse en los casos anteriores.

    Antes que nada, hay que decir que no se puede hablar de adicción a una sustancia principalmente porque no es posible reproducir totalmente la adicción en modelos animales. Sí se puede reproducir ciertos aspectos (muchos, de hecho) de la conducta adictiva, pero “adicción” queda todavía un poco grande.

    Aún así, como símil se podría decir que la adicción es una lotería en la que dónde compras el billete sería la genética [hay establecimientos (genes) con más probabilidad de que toque que otros], cuánto se compra y de qué forma sería el modo de consumo (todas las semanas, sólo para “El Gordo”, etc), la precaución con la que uno guarda el billete sería la plasticidad neuronal (imagina alguien que compra un billete, gana y lo pierde), y el tipo de lotería a la que se juega sería la sustancia.

    Ahora, uno puede pasarse años comprando boletos de la ONCE todas las semanas en el establecimiento con más éxitos en la historia, guardar el billete siempre al lado de la foto de su hija y nunca ganar la lotería. Por contra, uno puede ir de vacaciones de pascua a un pueblo perdido de la mano de Dios, comprar un billete de Euromillón por hacer la gracia y que le toque. Y así, todas las combinaciones que uno pueda pensar. Obviamente, no comprar es asegurarte que no te toca. Pero quien más compra, más probabilidad tiene de que le toque. Y no es la misma probabilidad un sorteo nacional que uno Europeo.

    La conducta adictiva a ciertos alimentos (principalmente el azúcar) sí se ha demostrado capaz de reproducir conductas similares a aquellas que se observan en modelos de adicción a otras sustancias (cocaína, anfetamina), como autoadministración compulsiva o neuroadaptaciones en las mismas rutas de refuerzo que las que producen otras drogas.

    Desde el punto de vista conductual, en humanos es mucho más difícil investigar esto, ya que no es ético someter a nadie a un programa de ingesta de X para ver si se hace adicto como podría serlo a la coca, y sólo se puede estudiar la conducta más global, que es comer. Aún así, con estas observaciones no se puede decir que no existan ciertos alimentos que favorezcan la conducta adictiva, ya que, casualmente, la mayoría de personas que presentan adicción a comer, suelen tener dietas que contienen buenas cantidades de uno o varios de estos ingredientes potencialmente adictivos.

    Como podéis ver, es un tema que personalmente me apasiona =b. Adicción y nutrición? Bring it! XD

  7. Supongo que la “adicción” lo da el grado de ansia con la que comemos o consumimos un producto o servicio así como su ausencia. ¿no?

  8. Yo sí creo que ciertos alimentos son adictivos, al igual que el café o los refrescos de cola, existen alimentos que contienen, ya sea de forma natural o producto de un laboratorio, sustancias adictivas, aunque personalmente creo que son más los que provienen de laboratorio. Acaso cuando hablamos de drogodependencias hablamos de hábitos de esnifar o pincharse antes que de la sustancia misma que esnifan o se pinchan??. Obviamente esnifar o pincharse no son necesidades básicas como lo es el acto de comer pero ha de cambiar la perspectiva del estudio por eso?. Un tema muy interesante Sr. Revenga!!

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  9. Yo si creo que hay alimentos adictivos, aquellos que son de fabricación industrial, que se les añaden aditivos que enganchan para potenciar el consumo y aumentar los beneficios económicos de unos pocos.

  10. todo aquello que nos produce placer, si se abusa de ello dando su consumo como algo que sirva de repuesta a lo contrario al dolor tanto psicológico como físico, creara adición, de eso seguro, nuestro cuerpo funciona así, es mas nuestra mente no lo olvida y como respuesta al dolor nuestra mente buscara esa sustancia y el azúcar sobretodo es una de ella de la misma forma que los es el alcohol o la cocaína, es una hipótesis totalmente lógica y supongo que comprobable, otra cosa es que las multinacionales que vive de este alimento, haga todo lo posible por difamar esos estudios o simplemente eliminarlos

  11. No sé, Juan, te sigo desde hace algunos meses, me encantan tus artículos, que como mínimo están muy documentados y analizados antes de publicarlos, cosa que se agradece, e incluso intervengo con cierta frecuencia, pero últimamente la preocupación general -no sólo tuya- por la obesidad, el sobrepeso, la alimentación sana… me parecen un refinamiento venenoso del cinismo de la cultura occidental. El colmo del ombliguismo, y no lo digo específicamente por ti.

    Ayer vi un anuncio de una campaña contra el hambre y pensé en eso, en el hambre. Las imágenes de niños con el vientre hinchado, desnutridos, a punto de morir, con esas miradas totalmente perdidas, como si vieran ya el final, me dejaron chafado. No tienen ninguna oportunidad.

    Todos esos niños cambiarían sin dudarlo una malsana nutrición occidental a base de grasa y azúcar por el hambre que están sufriendo. Nos pasamos la vida discutiendo si el azúcar es malo, si el chocolate adictivo, si los vegetales ecológicos, si veganos o carnívoros… mientras que el hambre antiguamente cosechaba cierta atención en los medios a base de campañas, pero que en los últimos tiempos son simplemente ignoradas.

    Tras miles de muertos por ébola en África, sólo nos ha interesado el tema cuando se han producido contagios en Europa y EEUU. Sólo nos ha interesado el hambre infantil cuando descubrimos que muchos vecinos de nuestros municipios no tienen nada que comer.

    Con estos mimbres, si determinado sector de la sociedad está nadando en la “opulencia” y ahogándose en ella a base de comida monoinsaturada o de las dudas sobre los transgénicos, me da cada vez más igual. Que se ahoguen, como el tío Gilito en sus piscinas de dinero..

    “Hambre de guerra tenías que haber pasado”, me decía mi padre -que pasó hambre en la guerra- y en aquel momento no entendía a qué se refería realmente. Nos hemos acostumbrado tanto a la suerte que tenemos no ya de llenar un plato tres veces al día, sino de hacerlo con lo que queramos, que hemos perdido el valor de lo que hemos conseguido. Y cuando lo hemos conseguido, preferimos olvidarnos selectivamente de los que ahora mismo no tienen nada.

    Bueno, no me hagas mucho caso, repito que no es una crítica a tu blog o a tus artículos, sino a esa absurda preocupación general por “comer bien, nutritivo y sano”… qué ciegos estamos.

  12. Gracias Warp por tu comentario,

    Tienes toda la razón. Tan solo apuntarte que en este blog también se han tratado temas relacionados con el hambre… el hambre, esa que tan lejana nos queda y me refiero a la que mencionaba tu padre u otras bien similares.

    Tienes razón y no te puedo decir más.

    Gracias!

  13. “Adicción” no sólo significa que tenga que haber una “sustancia” de por medio… es lo más frecuente o conocido, por lo de adicción al alcohol, al tabaco, a la cocaína, etc. Pero hay que tener en cuenta otro tipo de adicciones, donde no hay sustancias, sino hábitos: una también muy reconocida es la ludopatía (adicción al juego) y otra que se está cada vez evidenciando más es la adicción al móvil (a mensajearse, por ejemplo) o a los videojuegos…
    Pues la comida tiene ese componente adictivo también: hay personas las que el mero hecho de COMER lo que les gusta, les calma, les reporta bienestar, al menos en ese momento… Quizás luego venga la culpa, etc (de ahí tantos negocios con el tema “dietas”) pero luego siguen recayendo una y otra vez.. el componente adictivo va más allá de que haya un componente u otro en lo que se ingiere…el tema es la adicción del sujeto hacia esa acción de comer como “escape” a sus ansiedades, angustias o temores…

  14. Yo creo que todos lo son, sobre todo los que nos complacen, nuestro cerebro nos premia con placer, pero no evoluciono a los problemas de la abundancia actual.

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