Más fogones y menos tocar los…

pochas (640x480)esta semana que nos deja me ha traído un “run-run” sordo en la cabeza un tanto molesto, o por lo menos preocupante. comentaba en twitter con buenos compañeros y seguidores lo irritante que supone el saber que las soluciones que se plantean al problema de la obesidad en el mundo son de todo de menos soluciones. es decir, estamos preocupados por una determinada situación, el inexorable aumento de la obesidad, y las acciones que se llevan a cabo para atajarlo se muestran objetivamente inútiles. no sirven y a las pruebas me remito. es más, hay quien incluso propone que las soluciones que actualmente se aplican no es que no ayuden si no que solo sirven para agravar el problema, lo retroalimentan, lo que sería ya el colmo. estamos en un punto de la historia en la que nadie en el mundo, ningún gobierno, puede levantar los brazos a modo de victoria y decir que ellos han podido con el problema de forma general o decir haber dado con la solución. nadie.

campañas en negativo

las campañas criminalizadoras, aquellas que se encargan de hacernos ver los peligros a partir de historias de fracaso con finales dantescos, tratan de atemorizar a la población con el fin (supongo) de que el miedo a lo que se les avecina sirva de acicate para cambiar sus hábitos y conductas en lo que al comer se refiere. sin embargo, rara es la vez en la que se evalúa el impacto de esas campañas, y por tanto no podemos saber si sirven para algo. aunque de nuevo y a tenor del actual panorama, parece que no. llegado este punto te recomiendo que eches un vistazo a este post de luis jiménez, titulado “¿funcionan los anuncios y campañas para prevenir y combatir la obesidad?” como punto de partida para reflexionar sobre esta cuestión.

mensajes en positivo y las guías alimentarias

al mismo tiempo los mensajes en positivo, los que no atemorizan sino que se dirigen a la población general para indicarle la mejor forma de estructurar su alimentación en el día a día, tienen desde la perspectiva de no pocos profesionales serias lagunas o incluso “errores”. es lo que sucede con las más elementales guías dietéticas que conocemos en españa, personalizadas en forma de la archiconocida “pirámide de la alimentación saludable” (ver página 20) elaborada por la sociedad española de nutrición comunitaria, o la “pirámide de la dieta mediterránea” elaborada por la fundación homónima. son conocidas mis no pocas discrepancias con las consabidas pirámides. no me parecen ni el mejor de los iconos ni tampoco contienen a mi modo de ver las mejores indicaciones.

a día de hoy otros gobiernos e instituciones han dado un paso adelante, cambiando el contenido y el continente y, por ejemplo, han elaborado una guía básica, cambiando la pirámide por un plato y lo han dotado de mejores contenidos otorgando a los alimentos de origen vegetal un muchísimo mayor protagonismo en esa dieta “ideal”. sobre el tema de “los platos” puedes leer más en este post la era de los “platillos nutrientes” teniendo en cuenta que de entre los actualmente existentes el que más me convence sin lugar a dudas es este (aunque también podría matizarse)

mi aportación: cocina lo que comes

no pretendo con este post desmontar los contenidos de las guías alimentarias más representativas de nuestro país. más al contrario, voy a aportar un mensaje que hasta el momento es obviado en estas guías, tanto nacionales como de cualquier otro país y que me parece sumamente interesante. creo que se está dejando de pasar una magnífica oportunidad para, con estas guías, hacer llegar un mensaje en positivo que hasta la fecha a nadie se le ha ocurrido mencionar. antes de que me lance a contártelo recordemos que en todas las guías alimentarias del mundo (salvo contadas excepciones) también se aprovecha para dejar un mensaje que trasciende las cuestiones alimentarias. me refiero al mensaje relativo a seguir un patrón de vida activo en lo que se refiere a la actividad física. pues bien, estando de acuerdo con él creo que estas guías se enriquecerían mucho con otro mensaje, y es…

niñas cocina (480x640)

poner el acento en que la población general cocine más lo que come. veamos, ya he comentado en alguna ocasión que resulta paradójico que el alejamiento de los fogones de la población es inversamente proporcional a su acercamiento a los televisores para terminar viendo como cocinan otros mientras nos comemos una pizza de encargo (por ejemplo). esto es significativo.

nuestro actual patrón de alimentación ha evolucionado con el de respecto a hace un par de décadas (o más) introduciendo más alimentos procesados, más manipulados y menos frescos. todo ello implica, sobre el papel, una mayor libertad y de este modo no se le presta al acto alimentario la importancia que tiene ya que siempre habrá algún sistema al que echar mano para proveerse del cotidiano sustento… y en esta situación hay muchas más probabilidades de hacerlo “a salto de mata”. en este sentido el animar, fomentar y promover que la población cocine tendría, desde mi modesto punto de vista, dos ventajas casi casi incontestables:

por un lado de forma general, se incluirían más alimentos “normales”, más carnes, pescados, verduras, hortalizas, legumbres, etcétera… y menos alimentos procesados y precocinados. y por el otro, y al mismo tiempo, implicaría que las personas que se encargan de proveer el diario sustento en una casa hicieran un acto de previsión de qué se va a comer en los días venideros. si se come lo que se cocina y no otra cosa salvo excepciones, el diseño de las listas de la compra sería, casi seguro, mucho más acertado. de este modo, la población, invitada y promovida de forma adecuada a cocinar haría mejores elecciones y además no se daría al traste con nuestra cultura culinaria… algo también en claro retroceso en nuestros días.

esta reflexión surgió en una de las mesas de debate que se celebraron en la i jornada de dietética sin patrocinadores que se celebró a mediados del mes pasado y gozó de bastante buena acogida entre los asistentes. si de mí dependiera y en el marco de la enorme cantidad de medidas que habría que establecer para aportar una solución al problema de la obesidad, el tema del cocinar sería sin lugar a dudas una de ellas.

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imágenes: @juan_revenga

16 comentarios en “Más fogones y menos tocar los…

  1. Si está todo muy bonito, pero aquí se obvia algo que está a la orden del día: NO hay tiempo.

    Voy a exponer mi caso: trabajo todos los días una media de 9h (el que menos), al igual que mi pareja.
    Lo más pronto que llegamos a casa es a las 6 de la tarde (habiendo salido a las 7 de la mañana).
    A partir de esa hora, según nos “recomiendan” los “expertos” hemos de comprar productos frescos en tiendas de barrio o mercados locales (que son los buenos), para después cocinarlos… y así todos los días.
    La realidad: voy al súper de la esquina y compro congelados, conservas y en general comida no perecedera (al menos en tiempo corto) para poder prepararme los tuppers de todos los días.
    De vez en cuando sí, algún cocido o plato que lleve más tiempo (algún domingo por la tarde) preparar para varios días o si tengo suerte mi madre o mi suegra (que ellas no trabajan y sí tienen tiempo de hacer comida más elaborada) me dan algo más elaborado.

  2. Buenos días Juan, me parece que lo que propones es ni más ni menos que el proyecto que inició hace años Jamie Oliver en el Reino Unido, “Ministry of Food”. Consiste también en abordar la obesidad desde la cocina familiar, enseñando técnicas de cocción y el valor de los alimentos frescos y preparados en casa. Desde mi punto de vista es la clave para prevenir y corregir los problemas de sobrepeso y malnutrición asociada a la alimentación deficiente. Saludos!

  3. Marta trabajo lo mismo o más que tú y cocino, puedes comprar fresco y congelar, y que se tarda en hacer una parrillada de verduras, los huevos una semana te aguantan, y para cenar tampoco te vas a hacer un cocido, conozco gente, que el domingo hace toda su comida para la semana, es sacrificado sí, pero se puede. TA las 6 todavía estan las tiendas abiertas, por cierto, yo eso si que no puedo porque salgo de casa a las 7.50 y vuelvo a las 21 h. No es lo mismo comprar algo congelado que comprar chuletas o filetes de pollo y congelarlos y descongelarlos

  4. Muy buen artículo.
    Marta, se puede cocinar los fines de semana.
    Y hacer una carne o un pescado con unas verduras es algo que no lleva ni 10 m en un wok, por ejemplo.
    Los guisos de cuchara se pueden hacer hasta de noche a fuego mínimo, etc.
    Con los congeladores actuales se puede hacer compra de carne y pescado 1 vez cada dos meses, etc.
    Hay grupos de consumo para hacer compras, se pueden hacer pedidos por internet…
    Es pensar un poco en ello y no resulta tan difícil.
    Y la verdad, merece la pena muy mucho.
    Vas a comer mucho mejor y más a gusto.

  5. No se no tengo claro lo que apuntas, nuestras abuelas (hablo de hace cincuenta años), cocinaban diariamente alimento super fresco y sin embargo (la mayoría de ellas), tendían a estar gorditas (lo que para entonces se llamaba “lozana, sana y da gusto verla”), y seguro no era por falta de ejercicio (faenas hacían todas las del mundo), me temo que hacernos la comida no creo que haga disminuir la tendencia (tal vez natural y humana) de engordar.

  6. Pues aunque no sea estríctamente dietético, aunque sus buenos consejos médicos se dan, el programa de Argiñano es eso desde hace más de 20 años, sin nada más, mal que le pese a algunos o que si cae mejor o peor, también se puede equivocar, pero su propuesta debería estar incluida en la cadena estatal porque ese programa tiene más de servicio público que la mayoría de mamarrachadas que eniten.

    Siempre nos quedará internet, pero aunque sigue pesando más el protagonismo de los chefs sobre la comida, algo relativamente normal en un país que alberga una de las más importantes gastronomías del mundo, reconocida, insisto en que lo que hace es lo que hay, el problema??? pues que no mola, da pereza, no se pegan, ni se insultan y cuando te dice que tal o cual alimento hay que comerlo con moderación o utiliza el 99% de las veces verduras y vegetales pues….ya aquello no parece un programa divertido

    Publicidad por mi parte??? pues sí, XD, pero siempre que me repaso por internet su semana de programas pienso ” esto tan sencillo es la clave,no hay más” Que lo que cocina se hace con muy poco dinero, no taaanto tiempo y la sencillez y a la vez la originalidad sin cosas raras, se demuestra que es eso, y solamente eso,la clave sencilla de comer bien, disfrutar y punto, que hay mucho obeso por capricho, demasiados, con todo el respeto para quienes necesitan algo más que esto y tienen un problema para controlar su peso aún esforzándose.

    Saludos.

  7. Tal vez uno de los problemas de cocinarnos lo que comemos es que la actividad de cocinar se ve cada vez más como una actividad recreativa, un medio para el relax, y no como una necesidad diaria, en definitiva una obligación diaria. En cuanto al tiempo para hacer la compra como bien apunta Leroy cada vez se compra más por internet y aprovecho la ocasión para invitar desde aquí a todo el que quiera subirse al carro de la compra online a visitar nuestro Directorio de Proveedores y Tiendas Online de Alimentación y Bebidas en España.

    http://elpedidohosteleria.com

  8. Yo cocino todos los días, reconozco que no me agrada, pero nunca compro comida precocinada, creo que el esfuerzo merece la pena.

    Si un dia no me apetece… un huevo con algo más te saca del paso! Y está bien rico.

  9. Gran artículo, Juan. Me ha encantado porque estoy absolutamente de acuerdo contigo. Yo trabajo muchas horas al día y os aseguro que es posible mantener una dieta saludable, planificando las comidas de la semana. Yo las preparo el fin de semana y las voy sacando poco a poco. Tan solo eso, organización.

    Un saludo.

  10. Muy buen artículo y como a Juan Revenga se le sigue en varios continentes donde la terminología varía su significado es que hago hincapié en la siguiente palabra “cocinar” donde muchos la definen como sinónimo de “freir” y donde incluso las cabeza de familia piensan que si no guisan (freir en aceite) sienten que no preparan comida. Por ahi alguien comentó que con comida casera también se engorda;dentro de las multiples razones de porqué se engorda es también ésta la razón -el usar demasiado el fogón vs freír- Saludos

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