hoy me meto en jardín ajeno y sinceramente no sé como saldré de él. quiero decir que hoy pretendo acercar hasta el blog un tema que desde luego sobrepasa las cuestiones estrictamente nutricionales, dietéticas o de seguridad alimentaria. por lo menos las más técnicas. pero que de un modo u otro las afecta de forma importante… tanto desde una perspectiva profesional como, sin duda alguna, personal; y por consiguiente, al menos en este último sentido, también te afectan a ti en la misma medida que a mí.
me quiero referir a lo que se conoce como el tratado de libre comercio entre la unión europea y estados unidos, (transatlantic trade and investment partnership, abreviado como ttip) aunque la verdad sea dicha… conocerse, lo que dice conocerse, se conoce bastante poco.
si tú eres de los que, como yo, se desayunó hace poco con la existencia de este tratado te pongo al día brevemente de lo que buenamente he podido llegar saber. aquí tienes la escasa información oficial que brinda la propia comisión europea desde su web. es decir, informan de los avances en anteriores rondas de negociación pero no informan demasiado de su naturaleza y fines. así pues me lanzo a la piscina y te lo explico yo.
en general este tratado (ttip) pretende con sus negociaciones progresar en el libre comercio e inversiones entre la unión europea (ue) y los estados unidos (eeuu). en esas negociaciones las cuestiones alimentarias no son ni mucho menos el único de los temas a tratar pero sí, uno de los que más implicaciones tiene habida cuenta de las más que notables diferencias existentes en estas materias entre la ue y los eeuu.
así dicho la verdad no suena nada de mal, es más, para los que somos lectores habituales de ciencia ficción el tema del libre comercio, por ejemplo de alimentos, en un planeta tierra único sin mayores diferencias geopolíticas es algo observado como natural. pero el caso es que no estamos hablando de ciencia ficción y quizá aun falta demasiado para ese utópico futuro. o al menos las actuales circunstancias hacen muy difícil imaginarse cómo se pueden salvar las diferencias abismales en cuestiones de producción, comercialización y etiquetado referidos a los alimentos entre ambas entidades.
más en detalle, me refiero a que las normas… e incluso las políticas de la ue y los eeuu son diametralmente opuestas en estas cuestiones: el uso de pesticidas, de hormonas y antibióticos en la producción animal, la comercialización de alimentos irradiados, la de los transgénicos y el propio etiquetado de todas estas cuestiones son terriblemente diferentes entre europa y estados unidos. aquí se sigue una política mucho más garantista (en relación a proteger la salud de los ciudadanos) a partir del uso, en no importa que área de estas cuestiones del conocido como principio de precaución, a diferencia de en eeuu en donde su política al respecto de estas cuestiones es mucho más liberal. para que se comprenda mejor, y entiéndase que es una frase hecha, en la ue no se permiten ni la mitad de la mitad de las cuestiones que en materia alimentaria se permiten en eeuu. sin embargo, o precisamente por ello el ttip pretende ser un cauce para limar esas diferencias y conseguir, de un modo u otro, que lo que se produce en un lado pueda ser comercializado sin mayores cortapisas en el otro y viceversa.
la cuestión no es baladí ya que en palabras de justicia alimentaria global (vsf), uno de los sectores más críticos:
“el ttip es una especie de tratado-ómnibus en el que viajan algunas de las normativas que más protegen a la ciudadanía y al medio ambiente y el destino de ese ómnibus es el desguace”
a este tenor, te sugiero muy encarecidamente que leas este extenso escrito de esta organización en el que concreta muchas de las cuestiones en juego ya comentadas.
lo peor del asunto, lo más turbio… lo más conspiranoico si lo prefieres es que todo este tema parece estar orquestado, principalmente, por las grandes corporaciones alimentarias. hasta el punto que ni siquiera los miembros del parlamento europeo pueden acceder a los borradores de las negociaciones… y de las organizaciones sociales o de la prensa ya mejor ni hablamos. sin embargo, los que sí están muy bien enterados y forman parte de esas negociaciones son al parecer las organizaciones que representan a los intereses de las corporaciones que, ya desde el año 2012, están intercambiando información con los equipos negociadores sobre los temas clave del tratado. un hecho que contraviene, por ejemplo y a modo de muestra el convenio de aarhus, un convenio promovido por naciones unidas y firmado por la ue (no por los eeuu) que la compromete a garantizar el acceso a la información, a la participación y, si fuera necesario, a la justica ambiental.
qué pequeños somos, que poco contamos y cuán alargada es la sombra del dinero. yo lo dejo aquí… te lo dejo aquí, mejor dicho, para que saques tus propias conclusiones.
(en el vídeo se pueden seleccionar los subtítulos en español)
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nota: quiero agradecer a @infohosteleria (habitual en los comentarios de este blog) el haberme puesto al corriente de este tema vía twitter.
imagen:
vía wikimedia commons
El otro día hablaba con el compañero de laboratorio de esto. Como buen francés (=b) apoya totalmente el uso de no transgénicos, la agricultura bio, etc. Con esto quiero decir que es un tipo interesado por las cuestiones agroalimentarias.
Su principal preocupación es que este tratado significaría una reducción significativa de los estándares de calidad de producción y una gran flexibilización en los criterios de consumo y seguridad alimentaria. Yo, por otra parte, era más optimista. Sé que la UE tiene una de las políticas más estrictas en este tema, y me parece raro pensar que sea una carta que esté dispuesta a intercambiar en las condiciones de este tratado.
Lo que no sabía es el secretismo con el que se está llevando. Pensaba que la falta de información se debía a una extrema precaución por llevar el acuerdo con pies de plomo, pero me has dejado de piedra al ver que ni los propios europarlamentarios conocen los detalles de lo que se cuece…
Me hace sentir mucho más pesimista, la verdad.
Espero que al menos en este tema la UE se plante.
Gracias por la mención Sr. Revenga, sin duda me complace que a través de este blog se le dé algo más de visibilidad a un asunto que por lo que se ve no interesa que se sepa y que nos afecta negativamente a todos los europeos.
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¿Por qué aparece en este blog publicidad de un producto funcional como el MegaRed, de dudosa utilidad?
Buenos días,
Como dices que no es un tema que domines, te paso el link a nuestro boletín, donde encontrarás información actualizada sobre el tema en el apartado de COMERÇ EXTERIOR por si te interesa saber más: http://blogs.uab.cat/cdeuabinfo/category/comerc-exterior/
Saludos cordiales,
Vaya tela…me pasa en parte como al usuario del primer comentario, remie, que quizás pequemos de inocentes y de creer en la honestidad a los que se les otorgan responsabilidades; la verdad es que es un cachondeo, y eso que con lo del etiquetado siempre he estado dando la tabarra, y en alguna tienda he visto productos que efectívamente suponía que eso estaba bajo control
Como tampoco entiendo que la UE tenga una normativa, bastante dura parece ser, sobre acuicultura pero luego gran parte de la que consumimos venga de luegares con otra, por ejemplo Sudáfrica. Me pregunto ¿Quien vigila esto?, porque ellos no tiene la misma normativa y por lo poco que he podido averiguar no se asemeja en casi nada.
Saludos y buen fin de semana.