No es infrecuente que cuando conducimos un carro de la compra busquemos alimentos y productos “complicados”, con alegaciones o mensajes especialmente técnicos, que en materia de nutrición nos “solucionen” la vida o anestesien nuestra conciencia tras hacer elecciones más o menos inconvenientes. Sin embargo, como bien sabes, yo soy más de hacer las cosas mucho más sencillas, y es que considero que con lo que hoy sabemos de estas cuestiones, el mensaje que ha de prevalecer es el sencillo, frente al complicado.
Por este motivo he confeccionado este esquema para facilitar las cosas en el momento de hacer la compra. en realidad, aunque parece muy enrevesado, no tiene nada de complicado. Es más, creo que se podría resumir estupendamente con aquella elocuente sentencia que invita a que comamos “comida” o, más bien, solo de aquellos alimentos que nuestras abuelas identificarían fácilmente como comida.
Es preciso aclarar que este esquema no es infalible y si se le buscan las cosquillas, se le encuentran sin demasiada dificultad, ahora bien, creo que en esencia este es el mapa que yo recomendaría usar a todo el mundo usar a la hora de decidir qué comprar para comer. esta característica, aderezada con un toque de humor, es su esencia.
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Imagen: thaikrit vía freedigitalphotos.net
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