Todo el mundo necesita vitaminas, pero no es necesario engañarse con los suplementos

Según Euromonitor, una compañía especializada en estudios de mercado, los españoles nos gastamos cerca de 259 millones de euros el año pasado en suplementos vitamínicos y dietéticos que, en realidad, aun nadie ha demostrado fehacientemente que sirvan para hacer-nada-bueno. Entiéndase esta afirmación referida a nuestro entorno, en un marco de superabundancia alimentaria y con un acceso general a los alimentos que para sí quisieran otros países menos favorecidos.

Plato de suplementosLo más curioso de este dato es que según esta empresa que analiza el consumo en distintas regiones del mundo España es uno de los países que más margen tiene para “crecer” en este sentido (entiéndase por “crecer” gastar aun más dinero) si se compara con el gasto que se destina en otros países de su mismo ámbito al este concepto de la suplementación. Para que te hagas una idea los norteamericanos en el mismo periodo de tiempo se gastaron 25 mil millones de dólares. Si lo ponemos todo en las mismas unidades, esto significa que en España tuvimos un gasto per cápita de unos 5,6€/año en estas zarandajas mientras que en EEUU el gasto per cápita fue de unos 70€/año. Una diferencia importante y es que el caso de los norteamericanos es por demás…

Pero bueno, el caso que más me preocupa es el que me toca más cerca, el de España, pero también y viendo las diferencias con otros países, la que se nos echa encima. Sin ir más lejos, según la opinión de Euromonitor, se espera que los españoles nos gastemos hasta 10 millones de euros más en estos decorativos nutrientes al llegar a 2019.

Decía un poco más arriba que en referencia a los productos multivitamínicos y multiminerales apenas hay pruebas de que sirvan para nada bueno, pero sí alguna de que pueden hacer más mal que bien cuando su uso se cronifica. Tengo pruebas.

Suplementos: Un mal gesto
Suplementos: por lo general, un mal gesto

Esta importante publicación del año pasado Vitamin, Mineral, and Multivitamin Supplements for the Primary Prevention of Cardiovascular Disease and Cancer (Suplementos de vitaminas, multivitaminas y minerales para la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular y el cáncer) concluye que:

Hay muy pocos ensayos que hayan estudiado los efectos de los suplementos dietéticos en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular y del cáncer. De todas formas, entre estos, la mayoría no encontró ningún beneficio en sujetos sanos. […] Además, los resultados obtenidos en otros ensayos realizados sobre poblaciones en riesgo de estas enfermedades desalientan realizar más estudios en la población sana […]

Pero hay más; esta otra publicación de hace apenas dos años (en forma de resumen) Daily multivitamins to reduce mortality, cardiovascular disease, and cancer (Suplementación diaria para reducir la mortalidad, la enfermedad cardiovascular y el cáncer) no lo puede dejar más claro:

La actual evidencia no apoya el uso rutinario de suplementos multivitamínicos para reducir la mortalidad, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer en el caso de personas de países desarrollados.

Pero en el análisis que se hace por separado en este último estudio de algunos aspectos particulares se encontró además que aunque de forma poco acusada el uso de ciertas vitaminas aumentaba el riesgo de mortalidad total, en concreto el uso de vitamina E, beta-caroteno y altas dosis de vitamina A… sin haber encontrado efecto alguno sobre la mortalidad total en el uso de la vitamina C y el selenio.

Haz como este chavalote: di NO a los multivitamínicos
Haz como este chavalote: di NO a los multivitamínicos

Está claro que todo el mundo necesita vitaminas, al igual que minerales esenciales y al igual… qué-sé-yo que necesitamos el aire para respirar. Pero de igual modo que nadie necesita suplementos de aire (en condiciones normales, me refiero) tampoco, en condiciones normales y en nuestro entorno necesita suplementarse con vitaminas ni minerales si hiciera bien las cosas. Cierto es también que los análisis que se han hecho de nuestra forma de comer años atrás han detectado algunas posibles carencias en colectivos concretos… En estos casos, el problema suele ser una incorrecta pauta de alimentación y, por tanto la solución más barata, efectiva y creo que placentera es adecuar esa pauta de alimentación a esas necesidades concretas. Por ejemplo, si el problema fuese aflojar una tuerca rebelde y cuentas con la posibilidad de usar una llave inglesa (o fija)… no seas manazas y deja a un lado los alicates para tales menesteres, ¡usa la llave, joer!… por muy molones que sean esos nuevos alicates que te has comprado.

Esto se acaba señores y no me quiero despedir sin volver a repetir uno de mis mantras: ningún suplemento ha igualado mejorar una alimentación incorrecta, al menos con las garantías que ofrece el comer de forma equilibrada. La consigna pues: más alimentos (que no digan las vitaminas que tienen) y menos vitaminas.

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Nota: Mi agradecimiento a Miguel M. Mendieta (@mmmendieta) por aportarme los datos para esta post

Imagen:  YaiSirichai vía freedigitalphotos.net y http://giphy.com/

10 comentarios en “Todo el mundo necesita vitaminas, pero no es necesario engañarse con los suplementos

  1. Perdón por salirme del asunto de este artículo (bueno, no me salgo tanto). Me encanta tu blog, me parece todo muy bien informado y precisamente por eso me gustaría saber si podrías comentar algo o hacer algún artículo sobre el Soylent: https://www.soylent.com/ a mi me resulta sorprendente y me gustaría saber la opinión de un profesional. La idea es simple: un único compuesto, casi totalmente “artificial”, que se supone que proporciona todos los nutrientes necesarios. El inventor del compuesto hace deporte, lleva varios meses comiendo únicamente eso, y sus análisis están perfectos y se encuentra mejor que nunca.

  2. ¡Estupendo artículo! De hecho, yo estaba ya muy concienciada cuando leí lo que comentabas del Omega 3, por ejemplo. Yo tengo el colesterol “bueno” bajo y el cardiólogo me recomendó más dieta en Omega 3, ¿y a que no sabes qué? ¡La leche con Omega3! Por supuesto, no me la tomo, e intento tomar más (del que ya tomaba si cabe) pescado azul y frutos secos.
    Y ahora me pasa lo mismo con la vitamina D, la tengo baja. Y la médico me insta a tomarme suplementos cada cierto tiempo. ¿Qué opinión te merece esto?
    ¡Gracias por lo que escribes! ¡Es muy clarificador!

  3. #4 Warp, Joylent es la versión europea de Soylent, que comercializan en Estados Unidos (en principio con la idea de exportar a Europa, pero finalmente no pudieron por temas legales). Otras compañías se han sumado al carro con productos como “Maná”. Puedes leer las andanzas de un compañero en sus pruebas del tema en: https://mordiendopolvo.wordpress.com/

    He probado recientemente el “Maná” por pura curiosidad… me ha venido bien para salvar alguna comida en algún viaje, pero no sería capaz de vivir a costa de eso 🙂 Pero al parecer, Maná es de las elecciones “menos palatables” del conjunto.

    Por cierto, si Juan Revenga quiere echarle un ojo de primera mano, aún tengo un par de sobres para un día por ahí 😉

  4. Es curioso, que fácil es manipular a la población.
    LOS ESTUDIOS LOS REALIZAN CON VITAMINAS SINTÉTICAS.
    La vitamina E en estado natural tiene ocho diferentes formas de isómeros, cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles, mientras la vitamina E, que fabrican los laboratorios y luego realizan los estudios con lo fabricado para desprestigiar ademas de su vitamina, a las naturales, máximo tiene dos tocoferoles, lo que produce un desequilibrio en el organismo.

  5. Hola Juan, leo tus artículos desde hace tiempo y la verdad es que me gustan mucho y agradezco que no los hagas aburridos e ininteligibles para los que no somos expertos en la materia, sino simples consumidores.

    Estoy totalmente de acuerdo contigo en el tema de la suplementación, pero cuando se trata de mi peque de 16 meses hago todo lo contrario a lo que realmente y sinceramente siento. ¡Cosas de madre supongo! El caso es que tengo un bebé de 16 meses (14 corregidos) que come sólidos desde los 12. De hecho, salvo en escasas ocasiones, come lo mismo que mi marido y yo. No solemos comprar precocinados, así que nuestra alimentación es bastante sana y variada a partir de producto fresco. Peeeeeero, mi hija rechaza cualquier fruta o verdura. Da igual que sea plátano, naranja, manzana, mandarina, mango, melocotón, tomate o lo que se me ocurra. En crudo, cocido al vapor, compota, ensalada, salteado… Da igual. Su pediatra nos ha prescrito Floradix Hierro + Vitaminas y claro, a pesar de mis convicciones, se lo he comprado. 15 eurazos nada más ni nada menos.

    En el fondo sé que eso no sirve para nada ni arregla el problema, ni siquiera me hace sentir mejor cuando se lo doy… ¿Estos suplementos en casos así (al menos hasta que sea un poquito mayor) tienen alguna utilidad? ¿O por el contrario sólo sirven para tranquilizar a una mamá temerosa como yo?

    Gracias y un saludo.

  6. Estoy totalmente de acuerdo con eso. Claro esta, lo ideal es alimentarse adecuadamente con productos ecológicos que garanticen el nivel adecuado de nutrientes, sin embargo en algunos casos se necesitan tantos que no es posible, con lo que el médico o un especialista en salud preventiva nos recomendaría un suplemento químico que apenas se absorbe con lo que ciertamente poco será su efecto y en la mayoría de los casos nos generará efectos secundarios. Pero y ¿si tuviésemos la tecnología de compactar los nutrientes directamente de los alimentos garantizando su pureza y su sistema de cultivo que garantice el máximo poder de sus principios activos? ¿estaríamos tomando suplementos o concentrado de plantas para suplir esa necesidad extra?

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