Mucho se escribe sobre las cuestiones nutricionales… que si la lactancia, que si los deportistas, que si la alimentación infantil, que si la dieta para esta enfermedad o para aquella otra, pero qué poca tinta se gasta con la alimentación de las personas más mayores. Practicamos esa absurda filosofía del avestruz… si metemos la cabeza en un agujero o si no mencionamos el problema, parece que este deja de existir. Y en este sentido la condición humana es por lo general terriblemente egoísta y hedonista: nos mola solo lo esbelto, joven, pulcro y perfecto. Un punto negativo para nuestra conciencia, que se puede poner de relieve no solo con la nutrición si no cuando cualquier aspecto de nuestra realidad afecta a las personas mayores.
Es por tanto el colectivo más ninguneado al respecto de la nutrición y la divulgación de sus problemáticas, siendo que la realidad nos indica que debiera ser justo lo contrario ya que es este colectivo el que más atención debiera requerir en virtud de los amplios cambios fisiopalógicos que pueden alterar su estatus nutricional. Máxime si tenemos en cuenta que no hay “dos personas mayores iguales”, y sí una miríada de problemas que pueden o no incidir en cada persona particular, o en cada caso.
Este fue el punto de partida con el que abordé el pasado mes de junio en Madrid una charla para Geriatros-SARquavitae (una entidad centrada en ofrecer a las personas con dependencia, a las familias y a la sociedad, una plataforma integral de excelencia en servicios de asistencia y cuidados en su domicilio y centros especializados) bajo el título: “Luces y sombras de las recomendaciones dietéticas para personas mayores” y que puedes descargar de forma íntegra en este enlace.
Tal y como suele suceder en mis presentaciones, me gusta dejar sobre la mesa cuatro o cinco ideas básicas bien definidas que en este caso fueron:
- Aportar 10 datos demoledores sobre el envejecimiento y la salud tomando los datos de la OMS.
- Trasladar al auditorio los principales cambios fisio-patológicos que de modo general son frecuentes en las personas mayores y van a condicionar en buena medida su estatus nutricional y por tanto su pronóstico de salud.
- Señalar que el identificar la situación individual y particular de cada persona habría de ser el primer objetivo. Y para ello se ofrecieron tres de las más habituales y elementales herramientas para la valoración del estatus nutricional de las personas mayores (o no mayores), y…
- Hacer mención de apenas tres mitos muy extendidos en cuanto a la alimentación de las personas mayores referentes a las complacientes sentencias que ponen en alza la ínclita pirámide alimentaria; los famosos desayunos y máquinas de vending, así como el consumo indulgente de bebidas alcohólicas entre este colectivo.
Para terminar y a modo de resumen o de mensajes para llevarse a casa, mencioné la importancia de ese primer cribado que ayude a situar el caso de cada persona en relación a sus “riesgos” nutricionales; defendí el abandono de herramientas de recomendaciones dietéticas totalmente obsoletas y contraproducentes como es el caso de la famosa pirámide de los alimentos e invité al uso de otras más actuales y respaldadas por la evidencia como son “el plato” (además de estar menos condicionada por intereses comerciales); y por último, hice un llamamiento del placer (gastronomía) como una herramienta casi indispensable para alcanzar un adecuado estatus nutricional, preparando recetas equilibradas a la par que sabrosas. Y como no, mucho amor y mayor atención por este colectivo tantas veces ninguneado.
Desde aquí mi agradecimiento a la organización del evento y espero poder compartir con todos vosotros el vídeo de mi presentación cuando este esté disponible.
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Genial. Tomo nota de todos los consejos. Gracias primo.
Gracias Pedro! cuando quieras, ya sabes, en persona.
Un fuerte abrazo!
Una forma diferente y muy didáctica de presentar el Problema Nutricional en los Adultos Mayores. Me gusta! Muy de acuerdo en la manera de evaluar el estado nutricional de este grupo etareo, lo tomare en cuenta.
Felicidades!
Gracias Vilma!
De eso se trataba. Un cordial saludo
Esperando ese video con ansias me quedo, gracias
Toda la razón del mundo, hasta el punto que ni habia pensado jamás en que en la senectud fuere necesaria una dieta, cuando es el momento en que más observancia deberíamos tener. Gracias por hacerme pensar.
Felicidades por el artículo, todo un mundo la nutrición para personas mayores 🙂
Muchas gracias por el artículo. Muy interesada estoy en este tema y poco se encuentra. Incluso pregunté pero sin respuesta, pues mi querido padre estaba débil y yo sabía que tenía que haber una dieta apropiada para el, ligera sobre todo y nutritiva.
Ya es tarde para el, pero quedamos los demás.
este colectivo es ninguneado porque…
pues porque se supone erróneamente que ya pueden comer lo que le da la gana que total… como ya les queda poco…