El interés mostrado por los lectores en la entrada de la mujer que quería batir el record de peso jamás alcanzado me lleva a hablarles de un spin-off surgido de aquella.
Antes de ello y antes de pasar a mayores (si cabe) les dejo este video de Susanne Eman y su estilo de vida para alcanzar su particular reto que tan amablemente me ha hecho saber de su existencia un amigo y que de alguna forma completa la entrada mencionada:
Pues bien, el tema de hoy hace referencia a quién ha sido la persona que verdaderamente ha pesado más y cuál ha sido la mayor pérdida de peso jamás documentada. Voy a hacer una separación por sexos, y hablarles del record masculino y del record femenino por separado. En el primer caso, el varón que más ha pesado jamás, es Jon Brower Minnoch (1941 – 1983) que alcanzó los 635 kg, una cifra que está bien contrastada. Pueden verse algunas fotografías de él aquí, así como las de otros casos asombrosos.
Sin embargo, el record absoluto parece que está en manos de su homóloga femenina Carol Yager (1960 –1994) que según algunas fuentes llegó a pesar 727 kg. Es preciso destacar que este último dato fue aportado, según parece, en varios medios de comunicación por su pareja en diversas entrevistas con ocasión de su fallecimiento, pero no fue ratificado por el personal médico que la trató en múltiples ocasiones en relación a su extrema situación y que declinó hacer declaración alguna al respecto. Se puede ver a Carol en este video a falta de un mes escaso de su fallecimiento con 544 kg:
Existen diversos casos en similares circunstancias y con una amplia documentación audiovisual en Internet, pero como digo no es mi intención el centrarme en lo bizarro de estas cuestiones. Sí, al contrario, el invitar a la reflexión y, en relación a estos temas, observar que sea como fuere y tenga quien tenga el record, es lamentable ver a personas en una situación sobre la que es evidente no mantienen el control y sobre la que, no cabe duda hay diversos factores implicados, sociales, culturales, no olvidemos los intereses comerciales (ver el caso de Manuel Uribe) y, por supuesto, médicos o sanitarios. Estas personas requieren ayuda.
En ciertas ocasiones los protagonistas de estas gigantescas obesidades se han puesto en manos de personal sanitario con la intención de reducir su peso y tratar de mejorar su circunstancia. Con este punto de partida es fácil de imaginar que las mismas personas que tienen los records de peso total también conserven los de las mayores pérdidas de peso. Pero como siempre en estos casos, hay categorías. Estas dependerán del tiempo invertido para conseguir una pérdida concreta y/o de los medios empleados para alcanzarla.
Por ejemplo, el antedicho Jon Brower Minnoch, estuvo hospitalizado durante 16 meses para tratar su extrema situación de obesidad y en este tiempo recibió una dieta de 1.200 kcal/día lo que le condujo a una pérdida de 419 kg. Se quedó entonces (en 1979) con 215 kg. Más tarde volvió al hospital en 1981 habiendo recuperado cierto peso, con 432 kg, y falleció 23 meses más tarde con 362 kg.
Por su parte, Carol Yager si bien no fue capaz de perder tanto peso como Jon Brower, la pérdida que consiguió es hoy tenida en cuenta dentro de las más asombrosas ya que consiguió perder 236 kg. en tan solo tres meses (valores documentados) y sin estrategias quirúrgicas. Tomando en consideración estas cifras, en el caso de Carol, todo apunta a que fue la importante pérdida de líquidos (fruto de la situación edematosa que padecía) lo que propició esta impresionante pérdida de peso en tan corto espacio de tiempo.
Dejando de lado estas excepcionales, al mismo tiempo que dramáticas situaciones, conviene no perder de vista los valores en los que se mueven la mayor parte de las recomendaciones sensatas en cuanto a la pérdida de peso. Me centraré en dos fuentes de información:
Por un lado, la Organización Mundial de la Salud en su documento “El reto de la obesidad en Europa y las estrategias para darle respuesta“ afirma qué: Las dietas con un déficit de energía fijo se utilizan para proporcionar planes de alimentación estructurados en el adelgazamiento; y que su fin es inducir una pérdida de peso de alrededor de 0,5 kg por semana (2 kg/mes).
Por el otro, en el reciente Consenso FESNAD-SEEDO sobre “Recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos” destacan la siguiente evidencia (con su correspondiente nivel) y recomendación (con su correspondiente grado):
- Una reducción energética en la dieta de 500-1.000 kcal. diarias puede producir una pérdida de peso de entre 0,5 y 1 kg/semana, equivalentes a un 8% de pérdida ponderal en un periodo promedio de 6 meses (nivel de evidencia 1+).
- Es suficiente un déficit energético de entre 500 y 1.000 kcal. diarias sobre las necesidades energéticas del paciente obeso adulto para producir una pérdida de peso del 8% en los primeros 6 meses de tratamiento (recomendación de grado A).
Estas son las “velocidades” aconsejadas para adelgazar con salud y reducir en la medida de lo posible el llamado efecto rebote. Dicho de otra forma, más vale adelgazar en un año 12 kg. y mantener esta pérdida, que perder en 15 días 6 kg. y estar a la vuelta de dos meses con 10 kg. más que antes de la “dieta”.