La dieta OMG: el enésimo disparate

No se equivoquen. A mí me pasó: al leer textualmente la primera vez “dieta OMG” pensé que alguien había planteado algún despropósito dietético a base de Organismos Modificados Genéticamente.

Me equivoqué solo a medias: Alguien sí que había planteado un despropósito dietético, pero este no tenía nada que ver con los transgénicos (que es la forma popular de llamar a los OMG)

Hoy les presento, a todas a casi todas luces el enésimo sinsentido dietético. Y es “a casi todas” porque también como siempre, tendrá sus seguidores y al parecer no pocos. Increíble pero cierto. El caso es que en el Reino Unido esta dieta es considerada por una buena parte de los medios de comunicación como la dieta milagro número uno a día de hoy, es incluso la que ha conseguido desbancar del número 1 a la Dukan entre las ventas de libros de dietas populares. Como lo oyen.

Increíble pero cierto es, para empezar, el nombre al que responden las siglas. La dieta OMG, viene de la traducción del inglés “OMG diet” y OMG en este caso es: “Oh My God. Es decir se trata de “la dieta ¡Oh Dios Mío!”. El porqué de la expresión elegida lo desconozco. Suena a algo pijillo, a sorpresivo si quieren y no será por casualidad, digo yo, que se meta de por medio en esta ecuación al propio Dios… algo muy a tener en cuenta si quieres lanzar una dieta milagro (según dicen Dios es un tipo muy influyente en esto de los milagros).

Más increíbles pero igualmente ciertos son algunos de sus postulados con los que alcanzar y hacer buenos sus reclamos publicitarios más sonados: “Adelgazada más que tus amig@s”. Entre otras cosas la dieta OMG promete adelgazar 9 kilos en 6 semanas a base de:

  • No desayunar.
  • Hacer ejercicio en ayunas y, al acabar, tomarse un café solo, por supuesto sin azúcar.
  • Ducharse o bañarse con agua fría, a unos 15ºC, (es decir, fría de c#####) por espacio de unos 15 minutos. A este respecto he de decir que la popularización cada vez más frecuente de este tipo de medidas debería empezar a preocuparnos. Por ejemplo, Dukan también propone soluciones de este tipo para adelgazar, pero él, a diferencia de este caso, sugiere no mojarse la espalda o el pelo, ya que podía resultar “desagradable” (sic).
  • Comer como máximo una pieza de fruta al día, aunque es mejor evitarlas totalmente. Digo yo que será por aquello de los “malévolos e insidiosos” hidratos de carbono que contienen. Y no se lo pierdan…
  • Afirmar que los hidratos de carbono contenidos en una ración de brócoli pueden ser tan “dañinos” como aquellos contenidos en un refresco de cola. Así que ni brócoli ni refrescos de cola en lo que no puede ser considerado más que un auténtico despropósito por el hecho de equiparar nutricionalmente un grupo de alimentos, las verduras y hortalizas con el otro, los refrescos azucarados.

Hay algunos compañeros míos de profesión que consideran que hablar de este tipo de dietas milagro, aunque sea para denostarlas y advertir de su riesgo, no sirve si no para acrecentar la fama de las propias dietas que se mencionan. Yo en cierta medida soy también de esa opinión, pero al final no me he resistido a hacer esta entrada. Creo que el deber de informar a una audiencia racional debe pesar más que el posible riesgo de que estas líneas caigan en manos de personas insensatas y terminen encontrando en la “dieta OMG” un milagro más que seguir aunque suponga poner en riesgo su salud.

Sobre esta dieta hay más elementos noticiables como por ejemplo el considerar que el autor firma su atentado nutricional con seudónimo, Venice A. Fulton, siendo su verdadera identidad Paul Khanna, un entrenador personal que ha hecho sus pinitos como actor secundario en las películas de Harry Potter (en concreto encarnando a un mortífago). Pero no quiero desviarme del contenido de este blog.

Muy en resumen se trata de una peligrosa propuesta para la salud; que al estar especialmente dirigida a un público pre y adolescente la hace doblemente peligrosa; y que reúne muchas, por no decir todas de las características de las dietas consideradas como milagro o populares, entre ellas destacaría:

  • Hacer promesas sobre el alcanzar una meta ponderal en un tiempo récord siguiendo unos insanos consejos.
  • Contradecir las más básicas recomendaciones sobre alimentación saludable apoyadas en el consenso científico.
  • Hacer listas de alimentos buenos y malos.
  • Proponer intervenciones disparatadas fuera de toda evidencia (y que además pueden ser peligrosas)

De verdad que yo ya no sé qué pensar, espero que si esta propuesta termina llegando a España las Autoridades Sanitarias, actuando de oficio, la paren a tiempo. Espero.