Inocentada edulcorada o la furia de la “nucleación”

Una buena broma es aquella con la que todo el mundo se lo puede pasar bien a la larga aunque al principio, es cierto, sólo disfrute una parte, el que la prepara. En mi recuerdo guardo un par de ellas que cuando las saco a colación, incluso delante de la “víctima”, la gente se ríe abiertamente porque son bromas sin malicia y sin consecuencias irreparables. Bromas light si lo prefieres decir así.

Y hablando de aspectos “light” te propongo una broma a realizar con este tipo de refrescos. Se trata de provocar una especie de geiser en el momento de ser abiertos por la víctima que tú elijas. Es sencilla de preparar y sin mayores consecuencias. De todas formas considero que es una broma ideal para hacer al aire libre, en una piscina, cuando se va en bañador y todo eso… de lo contrario sí que es posible que el inocente se mosquee un poco (por quello de las manchas más que nada).

Para llevarla a cabo necesitas:

  • Una pastilla de caramelo del tipo “mentos”.
  • Una botella de dos litros  de cualquier refresco con gas que tenga edulcorante.
  • Un aguja de coser.
  • Un pequeño martillo.
  • Un hilo resistente.

Se trata de hacer pasar el hilo por el orificio practicado de lado a lado en la pastilla de caramelo y sujetarlo a la boca de la botella (pillando el hilo con la rosca) dentro del tapón. En el momento de abrirla, el caramelo caerá dentro del refresco y se generará una reacción “explosiva” de salida del gas del refresco que provocará un mini-geiser para sorpresa del incauto que abra la botella.

Tienes un tutorial de cómo realizarla y de las consecuencias en este vídeo.

Puedes encontrar una explicación detallada de esta reacción en la Wikipedia. En esencia se debe a causas diversas aunque los principales elementos son dos: la presencia de gas CO2 en la bebida (la reacción no tiene lugar en una bebida sin gas) y las pequeñas rugosidades que presenta el caramelo en su superficie, estos son los dos factores  imprescindibles para desencadenar la reacción física. Por su parte, el efecto se ve favorecido en presencia de cafeína y algunos edulcorantes artificiales y conservantes como el aspartamo y el benzoato potásico respectivamente. Es decir el efecto es menor en refrescos azucarados y sin cafeína. En este vídeo puedes ver un afortunado esquema de la explicación que se dio del proceso en el programa Mythbusters

Ah, y no te olvides de grabarlo 😉