Antes de zambullirte en la estacional piscina de las dietas y productos milagro y antes que, de nuevo y como siempre, el chapuzón acabe en tripada, me gustaría que tomaras en consideración las reflexiones de una persona que de forma irónica, sarcástica y mordaz ha sabido trasladar a la pantalla del ordenador, en su blog, todas esas tonterías dietéticas de quita y pon, esas de viene y va, esa nueva forma de esclavitud que cada año alguien pone de moda y tú sigues. Bueno, lo cierto es que la esclavitud a la que me refiero es la misma año a año aunque la forma de ejercerla cambie de tiempo en tiempo.
Se trata de la opinión de Olga Ayuso, y este es su perfil en twitter @oayuso. conduce un par de blogs, creo, pero al que yo me voy referir hoy es al que se llama Veganizando, con ese nombre no deja mucho lugar a la incertidumbre sobre sus contenidos, pero sin aburrir ni mucho menos. Y para demostrarlo aquí tienes el post al que me refiero: “Los hidratos son el mal” (por cierto, el título del mío de hoy está vilmente copiado-pegado de entre sus contenidos). En su post y tomando como punto de partida uno de esos mensajes tan populares de los que hay a patadas (hidratos malos) ironiza sobre un motón de mitos que gran parte de la población se empeña en repetir para auto justificarse, auto explicarse y auto compadecerse cuando llega la operación bikini… o la operación boda… o la “operación adelgazamiento” que sea, seguro que me entiendes. En especial cuando la dieta de turno no ha funcionado como la caja del extracto de mango africano decía que la cosa tenía que funcionar. o como el libro de la dieta de moda de turno dice, que esa es otra.
Puede que, como a Olga, en algún momento nos entre a todos la cordura (que no sé si le entró o ya le venía de serie) y dejemos de ir de dieta en dieta (milagro o no) con el fin de adelgazar; puede también que la operación bikini un día desaparezca porque todos caigamos en cuenta de la estupidez que en su seno encierra: dice Olga que dice Fatima Mernissi que nosotras tenemos el burka. Vosotras tenéis la talla 38. Una frase que necesita pocas explicaciones.
A ver si en el tiempo que esperamos a que nos cambie el metabolismo nos cambia también la forma de procesar cerebralmente el tema este de las dietas y nos dejamos de productos milagro, dietas absurdas, charlatanes y frases hechas que a base de salir en el titulares en no importa que sitio nos empeñamos en repetir sin entender ni de lejos el cómo ni su porqué.
Como digo, quizá echarle un vistazo al post de Olga y su experiencia te sirva. A mí me gustó mucho.
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Imagen: Michal Marcol vía Freedigitalphotos.net;