me resulta llamativo el contrastar como algunos ciudadanos con una formación académica más que notable siguen teniendo un miedo (ellos dicen “respeto”) irracional al uso del horno microondas en el ámbito de una cocina. como digo no son pocas las personas que tienen este tipo de temor infundado sobre el microondas y, me da igual si me pilla, pero he citar que entre esas personas que así me lo han comentado recientemente figura un amigo médico: “antes muerto que dejar que en mi casa entre un microondas y nos provoque un cáncer a toda la familia”… tal cual, me decía el otro día. antes de responder directamente al titular, veamos cómo funcionan estos aparatos y porqué terminan calentando la comida.
el funcionamiento de un horno microondas
antes de llegar a los hornos domésticos, es preciso saber que las microondas como tal son ondas de radio de alta frecuencia no ionizante. las microondas han tenido y aun conservan una utilidad clásica en la difusión de señales de televisión, funcionamiento de los radares así como en las telecomunicaciones, en especial las señales de telefonía móvil. además, las microondas también se emplean en diversas áreas de la industria para procesar materiales, en medicina para el tratamiento por diatermia y en las cocinas para la preparación o calentamiento de alimentos.
en relación con los alimentos y la posibilidad de calentarlos a partir de la incidencia sobre ellos de las microondas habrá que observar el contenido en agua en estado líquido en esos aliemntos. muy en resumen, las microondas “agitan” o hacen vibrar las moléculas de agua contenidas en los alimentos, de forma que “chocan” y rozan entre ellas. cuando digo vibrar… igual no te haces idea de hasta que punto las moléculas de agua “vibran” (que funcionan para la ocasión como dipolos, es decir, tienen una parte claramente cargada de forma negativa y otra positiva) cambiando de orientación unas 2,4 mil millones de veces en un segundo. la fricción generada entre todas las moléculas de agua (similar a la producida cuando nos frotamos las manos) es la que a la larga genera parte de la energía aportada en forma de calor y termina, por conducción, calentando el resto de zonas del alimento o del recipiente que lo contiene.
a continuación puedes ver un muy ilustrativo vídeo al respecto (contiene subtítulos en castellano; si al principio no los ves puedes activarlos en el menú “opciones” del youtube). por cierto, el caso práctico con el que ilustra la longitud de onda de su micoondas calentando queso rallado para la ocasión solo “funciona” sin que gire el plato de la base.
en síntesis, las moléculas de agua vibran y giran cuando las microondas “inciden” sobre ellas y la fricción entre las moléculas agua al moverse provoca el calentamiento que se transmite al resto de componentes del alimento por conducción (conducción, como en un horno tradicional o en las placas de tu cocina).
¿es seguro el horno microondas?
en palabras de la propia organización mundial de la salud:
los alimentos cocinados en un horno microondas son tan seguros y tienen el mismo valor nutritivo, como los alimentos cocinados en un horno convencional. la principal diferencia entre estos dos métodos de cocina es que la energía del microondas penetra más profundamente dentro del alimento y reduce el tiempo en el que el calor es conducido a todo el alimento, reduciéndose de esta forma el tiempo total de cocción.
es más, la propia oms aclara de forma explícita que:
con el fin de desterrar algunos falsos mitos al respecto del uso del horno microondas es importante darse cuenta que el alimento cocinado en un horno microondas no se convierte en “radioactivo”. ni ninguna energía de microondas permanece en la cavidad o en el alimento después de que el horno microondas se haya apagado. en este sentido, las microondas actúan como luz; cuando el interruptor de la luz se apaga, la luz no permanece.
así que ni radiactivo, ni cancerígeno, ni venenoso… más que nada por la propia definición de microondas: radiación de alta frecuencia no ionizante.
mañana continuaremos con el tema del microondas y hablaremos en el segundo capítulo del peligro real que hay en su uso cuando se calienta agua (solo agua) en determinadas circunstancias. peligro de quemaduras por salpicadura… nada misterioso por otra parte.
actualización 1/10/2014: ayer en twitter @el_reflejo me hizo llegar este interesante post publicado en el blog “desayuno con fotones” al respecto también de los mitos sobre el uso del horno microondas.
————————————-
imagen: praisaeng vía freedigitalphotos.net