con el frío puertas afuera y el alcohol fluyendo a raudales puertas adentro no es infrecuente que en estas fechas y en ciertos corrillos se vuelva a poner en alza la duda de que si la ingesta de bebidas alcohólicas, en especial las de alta graduación, puede servir de algún modo para ayudar a soportar el rigor de las temperaturas. sobre el papel, hay que reconocerlo, pinta más o menos bien, las bebidas alcohólicas “queman” en el momento de su ingesta y, además “arden” si se les aplica una llama, más fácil cuanto más alta sea su graduación. suena muy bien sí, pero… es más falso que un fuera de juego de futbolín.
por si esto fuera poco, también contamos en nuestro tergiversado acervo cultural con la imagen de unos perros, los san bernardo, que estando especialmente adaptados para el rescate en alta montaña, portan un barrilito de algún aguardiente resucitador (brandy, whisky…) que se supone ayudan a aquellos que se han perdido en tan gélidos parajes. sí, lo tenemos grabado a fuego en nuestra memoria asociativa, pero… es tan falso como que la heidi de johanna spyri haya corrido descalza (o con sus suizos zuecos) alguna vez por las praderas alpinas.
ambos conceptos son falsos, tanto el de que el las bebidas alcohólicas ayuden a mantener el cuerpo caliente como el que los san bernardo lleven (o hayan llevado jamás) en la práctica el consabido barril. vamos a verlos.
beber alcohol acelera la hipotermia
entre los efectos fisiológicos asociados de forma indefectible con la ingesta de bebidas alcohólicas figura la vasodilatación. este proceso tiene lugar gracias a la capacidad de los vasos sanguíneos (tanto arterias como venas) de dilatarse frente a determinados estímulos y situaciones ambientales. la vasodilatación implica que los capilares sanguíneos correspondientes a la circulación periférica (la más externa y cercana a la piel) se dilaten y se aproximen hacia el exterior. de esta forma aumenta la cantidad de sangre que corre inmediatamente bajo la piel y, si el entorno es frío, la perdida de calor (que no la ganancia) es impepinable. supongo que habrás reparado alguna vez en los típicos coloricos característicos de quienes han empinado el codo… pues eso es un claro signo de la vasodilatación: los coloricos de quien ha bebido se deben a que la sangre se hace “visible” al dilatarse los capilares de las mejillas. ese efecto, aunque no sea tan patente como en los mofletes, sucede en todo el cuerpo. tal y como es previsible si esto sucede y si el entorno es frío, el resultado consiste en una mayor pérdida de calor corporal, al menos más rápida que si no se hubiera producido esa vasodilatación fruto de haber tomado bebidas alcohólicas.
pero espera, espera… [podrá pensar alguno], nadie me puede decir a mí lo que yo siento y, después de haber bebido, siento más calor y soporto mejor las temperaturas bajas.
es cierto, y tendría toda la razón. eso pasa, pero tiene su explicación; en concreto, dos explicaciones:
en primer lugar ese mayor flujo de sangre cerca de la superficie corporal ayuda a que esa sangre se sitúe más cerca de nuestros termoreceptores de la piel y de ahí que nuestra sensación sea de aumento de la temperatura. todo un peligro ya que el resultado general de esa situación implica una más o menos rápida disminución de la temperatura interna del cuerpo, a pesar de que el sujeto no es consciente ya que su piel se mantiene caliente. es peligroso ya que en esta situación disminuyen las naturales defensas del cuerpo frente a las temperaturas frías (que consisten de forma típica en la vasoconstricción para reducir el flujo sanguíneo hacia la piel y mantener mejor así la temperatura interna).
en segundo lugar, el cuadro se agrava si tenemos en cuenta que el alcohol es en cierta medida un anestésico… es decir, la verdadera sensación de frío va a tardar más en ser realmente percibida… y más cuanto más “anestesiado” esté el individuo.
la poco fiel imagen del barril de los perros san bernardo
tal y como explicó en su día mi buen compañero y vecino alfred lópez (@yelqtls) en esta entrada, la imagen que tenemos de esta raza de perros (en verdad pastores alpinos) se debe a la ocurrencia de un artista de cierto renombre en su época quien con más intención colorista que otra cosa le plantó uno de estos barriles a uno de los perros que retrató en una de sus obras allá por el siglo xix. en dicha obra se representaba una imagen de rescate perruno y a pesar de que nunca han llevado el consabido barril… desde entonces hasta nuestros días.
la historia de estos perros de rescate, se encuentra indisolublemente ligada a los monjes que fundaron y “regentan” el hospicio de grand saint bernard (sito en el paso del mismo nombre en los alpes suizos). y de ahí el nombre que le dieron a aquellos mastines que en su día les ayudaban a rescatar viajeros perdidos o accidentados. con aquel cuadro como punto de partida, pronto se hizo popular la imagen de estos perros con el consabido barrilito de la mano de los dibujos de animación, novelas populares, etcétera. sin embargo, los monjes del hospicio grand st. bernard aseguran que sus perros ni lo llevan ni lo han llevado nunca… más que nada por el efecto contraproducente que tendría entre aquellas personas que fueran a rescatar.
si te ha gustado esta entrada igual te interesa consultar:
- resaca: un clavo no saca otro clavo, lo mete más
- no eres el único que busca remedio en internet para la resaca
- informe oms 2014: consumo de alcohol y salud en el mundo
- el efecto del alcohol sobre la salud. la opinión de la oms
- consumo de alcohol, cáncer y salud cardiovascular según la oms (de nuevo)
- las bebidas alcohólicas dentro del panorama calórico
- las calorías en las bebidas alcohólicas
- ¿sabes si eres alcohólico?
- ¿quién dice que la cerveza es buena para la salud?
- la tontería de beber cerveza (o agua) helada para perder peso
————————————
nota: gracias a fernando frías (@ferfrias) por sus aportaciones alpinas
imágenes: simon howden vía freedigitalphotos.net; y daniel steger vía wikimedia commons
Un mito, aunque en el imaginario popular si era cierto…
FEliz Navidad
http://cuandofuimoslosmejores.com/perros-de-moda-en-los-80/
aver si que ayuda de vez en cuando tampoco lo pintemos re mal.
Pues cuando yo estuve en Budapest de vacaciones la temperatura era de -10 grados y os aseguro que todos nos caléntabamos a base de bien tomando vino caliente http://goo.gl/omf6sJ