La historia es breve y, por no aburrir demasiado, te la cuento de forma resumida:

• Primeros de octubre: Nestlé realiza una desafortunada publicidad de Meritene Junior, una acción publicitaria que con su mensaje azuza el malestar de buena parte de la población general, la de una parte también importante de profesionales de la nutrición, es decir de los dietistas-nutricionistas, así como de algunos médicos y pediatras.

• 8 de octubre: Nestlé atiende mis preguntas saliéndose por la tangente, sin responder a las mismas y hablando de chorradas con un vergonzoso corta-pega.

• 9 de octubre: publico este post en el que se exponen y justifican las razones por las que Meritene Junior es, en esencia, un producto innecesario en nuestro entorno a la vez que su publicidad emplea una serie de recursos francamente lamentables a la hora de educar a los más pequeños en unos correctos hábitos alimenticios.

• 10 de octubre: se crea una petición en la plataforma Change.org en la que se solicita la retirada de la publicidad en base a lo nefasto de su mensaje.

• 22 de octubre: Nestlé, sin dar ninguna explicación, retira de su canal de youtube, el vídeo con el spot de la discordia, de forma que todos los artículos que se habían escrito y que lo incluían para referirse al mismo dejan de tener la prueba documental a la que hacen referencia… así como la propia petición de Change.org.

Con esta acción Nestlé cede a las peticiones, aunque mejor dicho lo que hace es reaccionar a las presiones, que parece lo mismo, pero no lo es. Presiones que podrían interferir con su imagen.

Por resumir, se podría decir que es consciente de su error retira su anuncio y punto. Una especie de sí-pero-no ya que la retirada, tal y como se ejecuta, demuestra solo conveniencia e intereses particulares. Su mensaje publicitario sigue siendo el mismo o muy parecido al original tal y como puedes ver más abajo (de momento y si no lo retira también más tarde). La eliminación de aquel contenido de su canal de youtube se produce para abandonar al sinsentido artículos y peticiones bien argumentadas mientras la empresa sigue a lo suyo con el mencionado producto. Nestlé, por tanto, no da la menor de las explicaciones, no ofrece disculpas ni reconoce su error. En una vergonzosa acción, retira el spot de la discordia a la chita callando para que le dejen de caer más tortas (además de la petición en Change.org, su vídeo contaba con una alta proporción de votos negativos en el canal de youtube), mientras su mensaje permanece inalterado. Así las cosas, a mí no me van a acallar, y menos con este tipo de acciones que denotan un alarde de elegancia y de saber hacer a la hora de preocuparse por la salud de los consumidores a los que dirige sus productos (nótese, por favor, la fina ironía).

No sé a vosotros pero a mí me resulta injustificable esta forma de actuar por parte de la más grande multinacional alimenticia del mundo. Y no será porque no se le haya preguntado al respecto. La callada por respuesta es, en estos casos, una fea respuesta. Una fea respuesta para una fea campaña publicitaria sobre un feo producto.

Pregunta directa señores d @Nestle_es, porqué retiran solo el spot de la polémica y mantienen otros con el mismo y negativo mensaje? Gracias

— Juan Revenga (@juan_revenga) October 23, 2015

Seguiremos informando.

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