El futuro alimentario según Cuarto Milenio

“hola, soy leonard nimoy. el siguiente relato sobre extraterrestres es real, y si es real es que es… falso. todo son mentiras. pero mentiras entretenidas, y al final ¿no está ahí la auténtica verdad? la respuesta es… nnno”

(extracto del capítulo the springfield files, los expedientes de springfield en españa, perteneciente a la 8ª temporada. en mi opinión uno de los más hilarantes)

sirva este audiovisual prólogo para presentar algo que le va que ni pintado al tema de hoy. el caso es que en la madrugada de hace pocos domingos, en “cuarto milenio”, iker jiménez junto a santiago camacho, nos ofrecieron una particular y poco halagüeña visión del futuro en lo que a la alimentación se refiere. así, aprovecharon la ocasión para presentarnos un intrigante, sorprendente, maravilloso y terrorífico futuro a las puertas con tres elementos comestibles:

la cornucopia: que es el nombre con el que se ha bautizado una especie de invento-proyecto-concepto enmarcado en lo que se ha dado en llamar digital gastronomy (mal empezamos). tanto despliegue de imaginación se está desarrollando en el instituto tecnológico de massachusetts (el conocido como m-i-t) con el fin de “imprimir” alimentos a partir de un aparato mitad microondas, mitad impresora, mitad thermo-mix (si, ya lo sé, son tres mitades, pero recuerden las palabras de leonard nimoy: es una mentira entretenida). existen al parecer cuatro diseños conceptuales de esta provocación gastronómica:

  • un montador de galletas y magdalenas por pisos denominado digital chocolatier prototype, nada del otro mundo a mi juicio (eso sí, te señala las calorías del chocopastel perpetrado). la verdad es que este es el único aparato del que hay un prototipo real.

  • de los otros tres modelos no existe ni tan siquiera un prototipo (por mucho que se empeñe santiago camacho en que parezca lo contrario), se trata de ideas conceptuales llamados: digital fabricator concept, virtuoso mixer concept y robotic chef concept. las referencias en el propio programa de “cuarto milenio” a la saga star trek y al cómo preparaban los alimentos en ella vienen que ni pintados para ilustrar la “noticia”, ¿verdad que sí, leonard?

de esta forma cuando acudamos a un futuro y tecnológico restaurante y pidamos “omelette du fromage aux fines herbes” el camarero nos preguntará… ¿con qué resolución querrá el caballero que le imprimamos la tortillita?… en fín.

más allá de lo que digan en 4º milenio, la realidad sobre el verdadero valor de este proyecto del mit, en boca de sus propios creadores (los diseñadores marcelo coelho y amit zoran), es provocar o estimular un debate sobre el futuro del consumo de alimentos.

otro de los superavances según “cuarto milenio” es la carne de laboratorio como solución para no causar daño a los animales en el momento de su sacrificio para convertirlos en alimento. usando, en teoría, las técnicas de cultivo “in vitro” de tejidos, se trataría de cultivar precisamente “carne” de diversas especies animales con fines alimentarios. un proyecto archicarísimo en el que hay al parecer una organización de defensa de los animales que ofrece una importante recompensa para quien logre dar con una solución más módica de precio… y yo que no termino de verlo. al final, imagínense en el futuro, en un asador del país vasco recorriendo con la vista una poyata de laboratorio para elegir la carne de una descomunal placa de petri que queramos que nos la hagan a la brasa.

y el último de los tres temas, como no podía ser de otra forma, la nutrigenómica, o cómo comer en función de nuestra dotación genética. en el programa se hizo, como es habitual, una descontextualización radical tanto de conceptos, como del actual conocimiento científico en la materia. el tema de la nutrigenómica y de la nutrigenética serán cuestiones que abordaremos con suficiente amplitud en próximos post.

bien, como siempre he mantenido, desde la desaparición del dúo martes y trece, siempre nos quedará “cuarto milenio” para arrancarnos una sonrisa sin malicia… o no. sin más dilación, les dejo con el corte para que lo disfruten.

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fotos: fluid interfaces group. mit media lab